"El 2 de mayo va a estar viajando a Roma para reunirse con el Papa Francisco en el Vaticano. Mantienen una relación muy cercana". Las palabras fueron expresadas por un allegado a Monseñor Eduardo García, obispo de San Justo, quien en las últimas horas publicó una carta abierta dirigida al Gobierno nacional.
García se manifestó a raíz de diversas recorridas y reiterados encuentros que mantuvo en el barrio Puerta de Hierro, ubicado en San Justo, provincia de Buenos Aires. Nacido en Buenos Aires hace 63 años, fue nombrado obispo en 2013, justamente por Jorge Bergoglio, de quien era auxiliar cuando éste aún no había sido designado Papa.
Puerta de Hierro tiene su entrada sobre avenida Crovara y forma un triángulo con otras dos villas: San Petersburgo y 17 de Marzo. En ella conviven más de 1.500 familias en viviendas precarias, con la violencia, el narcotráfico y la delincuencia como parte del paisaje cotidiano.
La carta completa
La Iglesia, siguiendo el evangelio de Jesús, busca ponerse al servicio del desarrollo humano integral. De esta manera muchas veces toma iniciativas concretas buscando que los más pobres, especialmente los niños, niñas y adolescentes, vivan con dignidad y tengan la posibilidad de un futuro con esperanza.
La Iglesia en San Justo ha colaborado y facilitado la presencia del Estado en sus distintos niveles -municipal, provincial y nacional-. Siempre lo ha realizado a través del diálogo buscando promover el bien común para nuestros barrios.
Creemos firmemente que es imprescindible una presencia articulada e inteligente del Estado para resolver problemas concretos de los vecinos y vecinas de estos barrios tan castigados por la pobreza y la indigencia.
¿Cuáles son los pilares para vivir con dignidad? Como Iglesia que vive en San Justo hemos hecho nuestro el programa de "las tres T" del Papa Francisco: tierra, techo y trabajo.
Francisco lo describe así. Tierra: es nuestra casa común. Por eso toda familia tiene derecho a un pedazo de tierra. Techo: familia y vivienda van de la mano. Pero, además, un techo, para que sea hogar, tiene una dimensión comunitaria, y es el barrio. Trabajo: no existe peor pobreza, que la que no permite ganarse el pan y priva de la dignidad del trabajo.
Por todo esto, como Iglesia nos unimos al grito de los más pobres y denunciamos la situación de grave injusticia social y de provocación, que clama al cielo: frente a un barrio como Puerta de Hierro, erradicado desde la ciudad de Buenos Aires en época de la dictadura militar y abandonado hace más de 50 años; hacinado en núcleos habitacionales transitorios en donde viven varias generaciones y la vida se encuentra aprisionada. Existen terrenos abandonados donde la basura, la violencia, la droga, los abusos y las violaciones encuentran su espacio.
Queremos que la vida tenga su lugar y proponemos que allí, donde reina la basura y el delito, se puedan construir las casas para las familias de Puerta de Hierro que esperan hace más de 50 años.
Por eso que le pedimos, lo que por derecho necesita nuestra gente. Pedimos que el Estado nacional, provincial y municipal miren esta grave situación de injusticia social y velen por la vida de los más pobres y por la paz social, destinando los terrenos pertenecientes a la Agencia de Administración de los Bienes del Estado para tener el espacio necesario para la integración socio urbana de nuestros barrios y así evitar el hacinamiento actual y futuro.
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