La justicia penal de La Plata ordenó este martes la detención de dos sacerdotes y un empleado del Instituto Próvolo en el marco de la causa que investiga presuntos abusos sexuales de eclesiásticos a hipoacúsicos en ese establecimiento.
Son los sacerdotes Nicolás Corradi y Eliseo José Pirmati y un hombre que no era religioso pero trabajaba en el instituto ubicado en las calles 47 y 25 de la capital bonaerense.
Corradi ya está detenido en Mendoza, por delitos similares cometidos en el instituto de esa provincia mientras que Pirmati, de 82 años de edad, se encuentra alojado en un asilo en Italia, por lo que se pedirá su extradición en los próximos días. En tanto, las autoridades policiales se aprestaban a detener en las próximas horas al hombre que allí trabajaba.
El magistrado dio por probado que "existieron abusos en Próvolo La Plata" y destacó que Nicolás Corradi "fue la máxima autoridad del instituto desde 1970 a 1997" y que los abusos constatados se cometían el sábado "día en que disminuía el número de alumnos internados y sólo quedaban los que no tenían familia".
La Justicia ordenó la detención de Corradi bajo el cargo de abuso sexual simple agravado por su condición de ministro del culto católico y encargado de la guarda por el grave daño en la salud de la víctima y reiterado cuando menos en tres hechos; y abuso sexual con acceso carnal agravado reiterado por lo menos en cinco hechos en su calidad de partícipe necesario".
Al empleado que trabajaba en el Próvolo en contacto con las víctimas, se le imputaron los delitos de "abuso sexual simple agravado por su condición de guardador o educador; abuso sexual con acceso carnal en cinco hechos y corrupción de menores".
Además, se ordenó la detención de Pirmati por abuso sexual simple agravado por su condición de ministro de culto religioso, en tres hechos al menos; exhibiciones obscenas y promoción de facilitación de la corrupción de menores agravada.
Las detenciones fueron pedidas por la fiscal Cecilia Corfield, que investiga los presuntos abusos sexuales sufridos en el establecimiento platense y consentidas por el juez de Garantía de La Plata Jorge Moya Panisello, en virtud de "la pena en expectativa de los delitos y por las características de los hechos en torno a la edad de las víctimas y la extrema, sistemática e inusitada violencia desplegada para su comisión que nada la distingue de la aplicación de tormentos e imposición de torturas".
Asimismo se tuvo en cuenta "la pluralidad de intervinientes que refleja un particular disvalor de acción", sostuvo el juez en su resolución..
En otros tramos de su escrito, el magistrado destacó: "A la fecha de los delitos no sólo eran menores de edad sino incapaces en razón de su condición de sordomudos, lo que los convertía en niños indefensos, algunos de ellos sin familia contenedora".
La fiscalía inició la investigación a fines de 2016, luego de que se conociera que los sacerdotes Corradi y Horacio Corbacho, detenidos en Mendoza acusados de abusar sexualmente de varios hipoacúsicos del Instituto Próvolo de esa provincia, también habían trabajado en el Próvolo de La Plata.
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