-Sin dudas hay vida extraterrestre. Y los ET viven entre nosotros. Está cercano el momento en el que se hará el anuncio mundial. De a poco se va desclasificando la información reservada, que se conoce desde hace décadas. Esa noticia cambiará nuestra Humanidad.
Patricio Barrancos dice esto con toda naturalidad. La misma sencillez con la que relata una experiencia sorprendente:
-Yo estuve en contacto con un extraterrestre, hablé con él. Así como estoy hablando con vos ahora.
El cronista vacila entre la buena educación y la curiosidad:
-¿Cómo con un ET?
-Sí, un ser proveniente de un planeta de nuestros sistema solar. Fue en el año 2000. Yo llamé a una persona para que hiciera una limpieza en mi casa y vino un tipo que al llegar me dijo "quiero hablar con vos". Yo nunca lo había visto en mi vida. Pero él actuaba como si me conociera de antes. "Yo soy parte de gente que vino del espacio. Vinimos en oleadas distintas, y en esas oleadas nos fuimos asentando en distintas regiones".
-¿Y cómo era físicamente?
-Ja ja… como nosotros, con nuestro aspecto. No tenía escamas ni era un petisito verde como los de Spielberg.
Mientras Barrancos me contaba su historia en una cafetería de la avenida Las Heras, yo miraba a los costados tratando de descubrir si alguien nos escuchaba desde alguna mesa cercana. Hubiera sido incómodo que otra persona participara de estas "revelaciones". Pero nadie había reparado en nosotros.
Por otra parte, mi interlocutor tampoco tenía rasgos llamativos. ¡Juro que le miré las manos, para descubrir si sus meñiques tenían algún formato significativo!
Pero precisamente la actividad profesional de Patricio Barrancos exige una especial destreza manual, porque es un prestigioso y reconocido odontólogo:
-La mía es una familia de odontólogos. El viejo, que se llamaba Julio Barrancos Mooney, fue un tipo de mucha trayectoria, muy querido. En internet están todos los libros que escribió. Mi abuelo también fue dentista, lo mismo que mi tío. Mi hermano, su esposa… todos dentistas. Y nos especializamos en odontología restauradora.
En ese marco familiar, de sólida formación profesional y científica, revelar que uno habla con los extraterrestres acarrea algunos problemas:
-Cuando empecé a contarles mi experiencia, algunos familiares se levantaban y se iban. Y hoy mismo me cuesta mucho comunicarme con mis hermanos, que hacen oídos sordos a lo que yo digo.
Es que las afirmaciones de Patricio son sorprendentes y plantean hipótesis muy atrevidas:
-En la Tierra hay millones de extraterrestres.
-Algunos tienen nuestro aspecto humanoide, otros son de una morfología diferente, otros están escondidos y no los vemos.
-En la Argentina también hay ET, porque están en todo el planeta.
-Hay distintos tipos de extraterrestres. Están los grises, que son benevolentes y buscan el intercambio con los terráqueos. Y los reptilianos, que controlan el mundo camuflándose en los gobiernos. Son hostiles. Tienen un problema reproductor, por eso tratan de eternizarse en la Tierra porque aquí abducen millones de personas por año, para sobrevivir necesitan partes nuestras. Y también de los animales, por eso hay tantas mutilaciones y vacas muertas.
En el año 2010 se hizo en la Argentina un congreso de Exopolítica, denominación que se la da una llamada ciencia social que estudia las relaciones entre nuestra civilización humana y otras civilizaciones inteligentes del universo. Algo así como una diplomacia universal o interestelar.
Patricio hace especial hincapié en esto:
-En esa oportunidad vino Alfred Webre, un capo. Es cubano, vive en Canadá, integra el Tribunal de Crímenes de Lesa Humanidad de Kuala Lumpur. Nos hicimos muy amigos. Él también estuvo con marcianos. Y se lo reconoce como una de las mayores autoridades mundiales en el tema de la Exopolítica.
El entusiasmo de Barrancos pasa por encima de las objeciones que se puedan hacer a sus afirmaciones, que para un incrédulo no superan la categoría de conjeturas.
Y esa convicción se acompaña con una clara admiración cuando habla de Laura Magdalena Eisenhower:
-¡Es una genial! Una mujer divina que tiene una fuerza tremenda. Y lo adora a su bisabuelo.
Ese bisabuelo se llamó Dwight Eisenhower. "Ike" -como se lo conocía- fue general cinco estrellas del ejército de USA en la segunda guerra mundial. Como comandante supremo de los aliados, estuvo al frente de la invasión a África del Norte y luego fue el jefe del desembarco en Normandía.
Su enorme prestigio lo llevó a la presidencia de su país en dos períodos sucesivos: de 1953 a 1957 y de 1957 a 1961. Cuando dejó el gobierno, en su discurso de despedida del 17 de enero de 1961, Eisenhower sorprendió con una inesperada advertencia:
-Debemos protegernos de la adquisición de influencia injustificada por el complejo militar-industrial. Existe el potencial para el aumento desastroso de poder fuera de lugar, y persistirá. Sólo una ciudadanía alerta e informada puede inducir el correcto engranaje de la inmensa maquinaria industrial y militar de defensa.
Estas palabras, dichas por un héroe de la guerra, han sido especialmente interpretadas por su bisnieta:
-A mi bisabuelo no le gustaban las guerras, pero se comprometió cuando la humanidad estaba amenazada. Eso le costó ocho infartos. Pero al final redactó aquel discurso en el que advertía sobre el complejo militar-industrial.
Sin importarle que el resto de la familia Eisenhower la descalifique y la rechace públicamente, Laura Magdalena elabora una extravagante teoría:
-Los reptilianos están conectados con un gobierno secreto mundial, que quiere acabar con toda vida biológica.
Desde Buenos Aires, el odontólogo Barrancos adhiere a esta creencia:
-Ella dijo que la CIA la quiso llevar a Marte, pero se negó a que la teletransportaran con sus hijos. Y ahora forma parte de un grupo que los denuncia.
A esta altura, el cronista está bastante confundido. Aunque habrá que reconocer que las teorías conspirativas tienen la virtud de transformar en casi imperceptibles las grietas de entrecasa. Y para colmo, hasta el expresidente polaco Lech Walesa reaparece para decir:
-Hay tres niveles de desarrollo intelectual en otras galaxias. Somos los más bajos. Y las civilizaciones superiores vienen y miran lo que estamos haciendo aquí. Si amenazamos con desestabilizarnos, con Macron por aquí, con Putin por allí, nos cortarán a la mitad y la Tierra colapsará.
Ante semejante afirmación, mi consulta al odontólogo Barrancos suena muy pueril:
-¿Cómo se detecta un ET? ¿Cómo sé que ese señor que acaba de entrar al bar es un marciano?
-Él y vos se detectan mutuamente. Si vos con tu sensibilidad lo detectás, él lo sabe.
Cuando Patricio me dio esta respuesta, me acordé de Charles Chaplin. Y de algo que contó José Bohr, un músico, cantante y director de cine, que fue muy famoso porque compuso Cascabelito y Melenita de oro, canciones que entre muchos intérpretes grabó Carlos Gardel.
En su libro Desde el balcón de mi vida, Bohr evoca que en uno de sus viajes a Hollywood fue invitado a una fiesta que daba el actor Douglas Fairbanks. Entre mucha gente famosa, allí estaba Chaplin.
Al acercarse para saludarlo, el gran Carlitos lo miró a los ojos y sin que mediara palabra le dijo:
-¿Vos también recibís mensajes de ellos?
Era la primera vez que se veían. Y efectivamente, durante toda su vida Bohr había tenido la sensación de que una voz lo guiaba y le indicaba qué debía hacer en las distintas circunstancias que se le presentaban. A Chaplin le ocurría lo mismo. Y entre ellos, en esa fiesta, hubo una conexión instantánea.
Chaplin murió el 25 de diciembre de 1977. El primero de marzo de 1978 fue robado su ataúd del cementerio suizo de Corsier-sur-Vevey. Cuando las autoridades lograron recuperarlo, en mayo de ese año, José Bohr planteó una duda que nunca fue respondida públicamente:
-El cuerpo de Chaplin no está en el cajón que han devuelto.
Luego, en otro libro –Chaplin está vivo– Bohr se aventura en un terreno resbaladizo y afirma que los restos tuvieron un destino cósmico.
Los lectores que simpatizan con estas cuestiones seguramente recordarán la famosa imagen de la película El circo, filmada por Chaplin en 1928. ¡En una escena, una mujer que camina de derecha a izquierda parece estar hablando por un teléfono celular! ¿Era un mensaje anticipatorio? ¿O un detalle accidental? Por algún motivo que no conocemos, Chaplin eliminó esta breve secuencia en el montaje definitivo de la película.
A esta altura de la charla con Patricio Barrancos, nada nos sorprende:
-La CIA ha teletransportado figuras que han sido clave en la historia del mundo.
Con prudencia preguntamos cómo se sabe eso:
-Lo sabemos porque Andrew Basiago lo vio.
Y ante nuestra obvia repregunta, nos respondió Barrancos:
-Basiago es un abogado norteamericano, cuyo padre desarrolló un sistema de teletransportación basado en los estudios de Tesla. Hoy en el mundo hay ocho distintos sistemas de teletransportación. La NASA tiene uno, el Vaticano otro.
Las afirmaciones de nuestro entrevistado no sólo causan reacciones en los lectores. En su familia sucede algo parecido:
-Yo peleo mucho con mis hermanos por estos temas. Se incendia Notre Dame y yo digo que se puede haber quemado por control remoto, con una onda electromagnética. Pero mi hermana que es arquitecta me dice que no, que fue un problema de la construcción. No nos ponemos de acuerdo.Tengo una hija de 25 años y cuando charlo de todo esto a veces adhiere y a veces no. A veces me dice "te fuiste al carajo".
Es que se hace muy difícil aceptar afirmaciones que se sustentan sólo en las creencias personales.
Algo así le ocurrió al propietario de una quinta ubicada en la zona bonaerense de El Remanso, en Exaltación de la Cruz. La puso en venta y de inmediato se la compró Lily Süllos, la querida astróloga que terminó su vida en un trágico episodio, junto a su hermano.
Lily quería comprar esa quinta a toda costa ¿Por qué? Porque tenía una pileta de natación circular. Redonda.
-Ideal para los ovnis…-decía.
Patricio Barrancos trabaja todos los días en su consultorio. Ha publicado varios libros de odontología. Además tiene una carrera docente de 25 años como profesor adjunto de operatoria dental:
-Es un honor haber tenido tantos alumnos en la Facultad, un honor…
-¿Seguis casado?
-Estoy divorciado, dos veces divorciado…
-¿Tus creencias sobre Marte tuvieron algo que ver?
-Qué sé yo… tal vez fue por una adicción a la investigación… Y poca atención a la pareja.
Por nuestra parte, estaremos atentos a las novedades. En una de esas, el inminente contacto es como lo imaginó Billy Cafaro.
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