"Mi hija mayor volvía de la facultad cuando le pegaron un tiro a la camioneta. La bala entró por un vidrio lateral. No había patrulleros cerca y los ladrones estaban al acecho. Tenía 18 años. Me llamó llorando y a los gritos. Ella quería frenar. Pero le dije que siguiera", relata, todavía indignado, el cordobés Roberto Desumvila (57) a Infobae.
Aquella situación límite, que tuvo lugar en 2016, fue una especie de detonante en su vida. "Sentí una desesperación terrible y pensé: '¡al próximo lo cazo!'", recuerda el hombre. Poco después, y harto de la inseguridad, creó una curiosa "trampa" para atrapar delincuentes en su propio vehículo y efectivamente "cazó" al primer ladrón que le quiso robar. Ese episodio inspiró la película 4×4, protagonizada por Peter Lanzani, que acaba de llegar a todos los cines y que el inventor planea ver en los próximos días.
"¡La inventé para cazar a delincuentes como vos!", cuenta que le gritó a aquel hombre que quedó encerrado dentro de su camioneta.
El nacimiento de una idea
Veinte días después del ataque al vehículo de su hija, Desumvila se tomó una semana para dejar parada su Mitsubishi Montero y estudiar cómo crear una trampa de ladrones.
"Primero blindé los vidrios. Después, agarré una alarma antigua y la hice funcionar al revés. Para que en lugar de cerrar automáticamente el auto cuando te bajás, se cierre cuando te subís. Entonces, dejás la camioneta abierta y si te subís y a los veinte segundos no usás la llave, se cierra la puerta, se te suben los vidrios, se corta la energía y quedás adentro… Hasta que ponés la llave y arranca", explica Roberto sobre su sistema invertido.
–¿Fue complicado instalarla?
–Sí. Desarmé la camioneta entera. Corté todos los cables. E hice todas las conexiones habidas y por haber. Cable por cable: el blanco con el verde, después con el rojo. Y viceversa. Así hasta que lo logré: me subí y se cerró.
–¿Cómo fue que atrapó al primer ladrón?
–Unas semanas más tarde fui a tomar un café con mi hija y dejé la camioneta estacionada en la Avenida Rafael Núñez, en el barrio Cerro Las Rosas. Una zona muy linda, que antes de que llegaran los countries era la mejor de Córdoba capital. Nos sentamos a veinte metros de la camioneta. Y al rato veo a un señor mayor apoyado sobre el vidrio, mirando para adentro del vehículo. Me acerco, le pregunto qué está observando. Y me contesta: "Hay un señor adentro que no puede salir".
–¿Qué hacía?
–Hablaba por teléfono con alguien y se lamentaba: "No puedo bajar, boludo. Me quedé adentro". Daba patadas y puñetazos. Había doblado las puertas. ¡Igual que en el trailer de la película! Le grité de todo. La gente se empezó a acercar. Y así lo dejé durante un rato, hasta que llegó la policía. Puse la llave en la puerta, se destrabó y lo llevaron preso.
–¿Cómo entró el ladrón a la camioneta?
–Como yo todavía no estaba seguro de que el sistema funcionaba bien, cerré la camioneta como de costumbre. Pero no me di cuenta y quedó abierta porque el ladrón usó un inhibidor. Me había seguido desde el banco porque yo venía con plata. Además, había robado dos autos más a unas cuadras. Lo reconocieron en la fiscalía.
Orígenes tuerca
A Roberto todo el mundo lo conoce como Pipi. Tiene una planta de agua mineral en la localidad cordobesa de Falda del Carmen –Agua de las Estrellas– pero durante años fue dueño de una agencia de autos. Padre de tres hijos –dos nenas y un varón– toda la vida corrió en auto y moto.
"En mi familia son todos medio inventores. De mi papá a mis hermanos y cuñados. Hay muchos ingenieros. De chico, mi viejo me tiraba algo y me decía: ¡Desarmalo y volvé a armarlo! Y a eso jugábamos. Por eso pude crear este sistema. Siempre me gustó ver cómo funcionan las cosas. Una vez le desarmé la heladera a mi mamá… ¡casi me mata!", cuenta Roberto sobre sus orígenes.
Sobre el éxito de su sistema caza ladrones, asegura: "Habré gastado 500 pesos en la alarma antigua y 3.500 en polarizar los vidrios. ¡Nada más! La policía me sugirió que patentara el sistema. Así que lo presenté con un amigo abogado, pero todavía no salió la patente".
"Además, una compañía de seguros me lo quiere comprar. Porque gracias a este sistema no hay forma de robarse el auto. Veremos. Mientras tanto, yo dejo abierta la camioneta y ¡espero que se suba otro ladrón! Aunque, para ser sincero, acá en Córdoba ya la reconocen todos y nadie se sube", concluye.
En la ficción, Peter Lanzani interpreta a Ciro, un joven que una mañana decide abrir las puertas de una camioneta con el objetivo de robar lo que se encontrara adentro. Sin embargo, lo que parecía sencillo se convierte en una auténtica trampa y queda atrapado sin aparente salida.
"Hace unos años vimos el caso de Córdoba en un noticiero y nos llamó la atención. Pero no es el único. Hay otros similares en Seattle (Estados Unidos), Chile y México", asegura Gastón Duprat, productor de la película que cuenta con la dirección de Mariano Cohn.
"Quisimos ahondar en un tema espinoso: la violencia urbana. Ciudadanos que están hartos de la inseguridad y hacen justicia por mano propia", explica el productor.
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