Desde La Quiaca, pasando por cada municipio del interior del país, hasta el extremo más austral del territorio nacional, en la Antártida, se conmemoró el 2 de Abril.
Fue un sentimiento mancomunado de reconocimiento hacia los ex combatientes, de dolor por los 649 muertos oficiales y por los cientos de soldados anónimos que se quitaron la vida luego de la Guerra de Malvinas.
Con una mezcla de emociones, este 2 de abril, teñido de banderas argentinas, también fue un grito de exhortación por la reivindicación de la soberanía nacional sobre las islas del Atlántico Sur, ocupadas desde 1833.
Cada una de las siete bases permanentes en el continente blanco evocó con distintas ceremonias la gesta de Malvinas. Y por primera vez en la base Esperanza, la única que cuenta con una escuela para los hijos de los militares que allí residen, se organizó una maratón aeróbica como homenaje a los veteranos y caídos en la contienda.
Lo que sigue es una crónica visual de los festejos en el continente blanco.