A los 10 años, ya lo operaron 11 veces por un cáncer: sus padres buscan la última chance de salvarlo

Bruno fue diagnosticado a los 5 años y su última esperanza está en una clínica de Estados Unidos: "Necesitamos USD 20 mil y ya no sabemos de dónde sacarlos", dijo la mamá

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Bruno tiene 10 años
Bruno tiene 10 años

Julieta, su mamá, no quiso hacerlo público. Pero la necesidad le dio vida a una página en Facebook. Algunos tuits amigos, festivales, encuentros, ferias, empanadas y rifas de ocasión fueron otras de las herramientas que utilizó para juntar el dinero. Son USD 20 mil los que necesita Bruno Partel Pizzo, de 10 años, quien a los 5 fue diagnosticado con un cáncer de tiroides, el cual hizo metástasis en todo el cuerpo y no lograron extirparlo tras 11 cirugías.

Bruno ya no tiene su glándula tiroides y la paratiroides. El devenir de los años hizo que la enfermedad generara tumores inoperables en los pulmones y la garganta. El cáncer también se ramificó a sus piernas.

Tras ser intervenido en 11 oportunidades en el Hospital Garrahan (en mayo tiene programada la n° 12), su única luz de esperanza está en la Clínica Mayo, ubicada en Minnessota, Estados Unidos. Tras una serie de trámites, validaciones y formularios, Julieta Rizzo, su mamá, logró que en abril pudiera ser atendido para evaluar su enfermedad a través de diversos estudios que desembocarían en el tratamiento adecuado.

Bruno junto a Julieta, su mamá
Bruno junto a Julieta, su mamá

La consulta y los estudios, sumado al costo del viaje de Bruno y su madre, alcanzan los USD 20 mil, cifra que por estos días están muy lejos de obtener. "Es clave viajar antes de mayo porque Bruno tiene una cirugía más programada en el Garrahan. Allí lo atendieron muy bien, pero queremos viajar para tener una oportunidad más", explicó la mamá del pequeño a Infobae.

Durante estos años, más allá de las operaciones y los medicamentos, el único plan médico de tratamiento para Bruno fue aplicarle yodo radioactivo. Este tratamiento "congela" las células cancerosas para evitar que se propaguen. A Bruno le aplicaron tres dosis, cuando -según su madre- "se aconseja que los pacientes de su edad sólo reciban dos". Además, los médicos estimaron que para mejorar su condición de vida debería recibir 7 más, lo que expondría a Bruno a sufrir un daño medular o fibrosis pulmonar.

"Hay una sola manera de saber cuánto yodo puede aplicarse sin dañar la médula o los pulmones y es a través de la dosimetría de radiación. En nuestro país, ninguno de los centros médicos que realizan el estudio se animan a llevarlo a cabo en un niño", contó Julieta.

En cuanto a los medicamentos, Bruno deberá consumir, de por vida, levotiroxina (para suplir la falta de la glándula tiroides) y calcio (para suplir la falta de la paratiroides). El calcio lo consume cada 8 horas. Si se "olvidase" de hacerlo o no lo tuviera, sufriría calambres insoportables en sus extremidades. También convulsiones.

La voz acongojada y las pausas producto del llano reflejan el drama familiar que rodea al niño.

"La plata no alcanza. Hace poco hicimos un evento con bandas en Santos Lugares. Vendimos empanadas y otras cosas y al final tenía $9 mil en el bolsillo. Cuando los cambiás por dólares te querés morir, no alcanza para nada", graficó Julieta, quien autorizó a contar la historia a pesar de que su hijo no conoce todo el daño que sufrió su cuerpo producto de la enfermedad.

"Los médicos me dijeron que viva el presente, que él sea feliz. Que cuando llegó a los 5 años tenía una bomba de tiempo en la garganta. Y siguió vivo. A Bruno le encanta jugar al fútbol y a veces me dice que le duelen las piernas. Yo no le puedo decir la verdad, quiero que sea feliz, es un chico. Merece tener la vida de un niño feliz", agregó Julieta.

Bruno, al ver a su madre pelear y batallar durante tantos meses para conseguir el dinero, le lanzó una frase que la motivó aún más para efectuar el viaje: "Me dijo que no me preocupe, que deje de juntar plata. Que lo que tengo hasta ahora lo use para mí. Que él sigue con las operaciones y con el yodo; y si se tiene que morir bueno…".

"Bruno estuvo años sin poder meterse al mar. Sin ir a una pileta o ver a sus amigos. No podía bañarse solo. El fútbol para él es lo más. Le encanta jugar y es algo que lo desvive", concluyó ella, quien en el página de Facebook redactó: "Imagínense por un segundo la situación de que, buscando curar a un hijo, al mismo tiempo estén conviviendo con el miedo o la posibilidad de matarlo. Bruno se merece una vida normal, merece curarse".

Los datos para poder transferir fondos son:

-Banco Provincia.

-CBU: 0140078603502751278909.

-Cuil: 27-29327537-3.

-Titular de la cuenta: Julieta Cecilia Rizzo.

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