Se cumplen hoy 115 años de presencia argentina en la Antártida: los saludos desde la Base Marambio y el rompehielos Irízar

El continente blanco alberga en la actualidad 13 bases nacionales, algunas operan todo el año y otras solo en el verano. La actividad antártica es tal vez la tarea cívico militar más emblemática y antigua del país.

La palabra Antártida proviene del griego antarkitkos, que significa "opuesto al ártico". Ártico por su parte significa "de la osa" en alusión a la constelación boreal llamada "Osa menor".

Con esta definición, la página web oficial de la Dirección Nacional de Antártico inicia su presentación sobre este continente circular de unos 4.500 kilómetros de diámetro y 14.000.000 de kilómetros cuadrados de extensión, en el que se despliegan las 6 bases permanentes y 7 temporarias en las que profesionales civiles y personal militar de las tres fuerzas armadas marcan no solo la presencia argentina en el lugar, sino que realizan importantes estudios científicos que abarcan variados campos.

Si bien solemos referirnos a la "Antártida Argentina", bueno es recordar que los países que poseen asentamientos científicos no tienen soberanía política sobre la porción de continente que ocupan. El tratado antártico que regula la actividad en esas heladas latitudes establece claramente las reglas de juego e incluso determina un sistema de inspecciones recíprocas que un país habitante puede realizar sobre los asentamientos de otro, al solo efecto de verificar el cumplimiento de la normativa imperante en la región.

Actualmente son 48 los países que suscriben el documento internacional en materia antártica, pero solo 29 tienen jerarquía de miembros ejecutivos con derecho a voto. La sede de la Secretaría del Tratado Antártico se encuentra precisamente en la Ciudad de Buenos Aires.

El esfuerzo antártico argentino compromete, en mayor o menor medida, a diferentes áreas de acción de gobierno, Cancillería, Ministerio de Defensa, Ministerio de Ciencia y Tecnología y Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas; son los que suelen cargar con la principal cuota de responsabilidad en el continente blanco. Bajo dependencia de la cancillería se encuentra La Dirección Nacional del Antártico.

Desde la Base "Carlini", ubicada más al norte y por lo tanto más cercana al continente, "hasta la Belgrano II", la más austral, año tras año, entre finales de diciembre y mediados de abril, se monta una fenomenal estructura logística que empeña a buques y aeronaves de las FFAA para poder abastecerlas, relevar a su personal, proveer los materiales necesarios para reparaciones menores y mayores y hasta la fundamental misión de retirar los residuos antárticos y garantizar de esta manera la preservación de una de las zonas más puras del planeta.

Un poco de historia

Si bien las campañas antárticas tal como las conocemos hoy arrancaron en 1947, fue en enero de 1904 cuando bajo la presidencia del General Roca la República Argentina compró las instalaciones de lo que había sido un albergue temporario de expedicionarios escoceses, que al mando de William Speirs Bruce habían pasado momentos poco gratos cuando quedaron atrapados por los hielos polares. El gobierno argentino tomó posesión oficial de las precarias instalaciones el 22 de febrero de 1904, quedando las mismas a cargo del Ministerio de Agricultura. La primera dotación que habitó el asentamiento de las Orcadas incluyó a un meteorólogo, un zoólogo, un especialista en ganado y un cocinero "heredado" de la expedición de Escocia.

Anteriormente, en noviembre de 1903, una dotación de marinos argentinos al mando del Teniente Julián Irizar llegó al confín del mundo a bordo de un diminuto barco, la Corbeta Uruguay. A más de 100 años de aquella hazaña, la corbeta descansa en el dique 4 de Puerto Madero y el emblemático rompehielos de la Armada Argentina porta el nombre de "Almirante Irizar", en honor al líder de aquella expedición de rescate.

La Antártida hoy

Luego de atravesar distintas configuraciones, el sostenimiento logístico de la actividad antártica está hoy en manos del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, por intermedio del Comando Antártico Conjunto, a cargo del General de División Justo Treviranus. El jefe militar dialogó en este nuevo aniversario con Infobae.

-¿Cuál es la importancia para el país de tener actividad antártica?
-La importancia tiene más que nada que ver con el valor estratégico que tiene ese continente para la nación. Hacemos no solo presencia física, sino que además a través de la ciencia el país hace un aporte fundamental a la comunidad nacional e internacional. Cada vez son más los países que descubren el valor excepcional que tiene para una nación tener presencia antártica.

Siendo la Antártida una zona de paz, ¿qué hacen allí los militares?
-Obviamente en la Antártida no se realizan actividades militares, lo que hacemos allí es proporcionar apoyo logístico en un todo de acuerdo con las directivas políticas que recibimos a través del Ministerio de Defensa y de las directivas del Estado Mayor Conjunto. Simplemente desplegamos los medios terrestres, aéreos y navales que tenemos y que constituyen un apoyo fundamental a la actividad científica argentina.

-¿Cuál es el despliegue de personal y medios que se hace en la Antártida anualmente?
-Tenemos seis bases permanentes y siete temporarias ( que abren solo en verano); atender las mismas implica no solo contar con dotaciones militares que apoyen a los científicos integrando las dotaciones que viven en el continente blanco, sino además movilizar buques, aviones y helicópteros para tender los puentes marítimos y aéreos necesarios para unir el Continente Americano con el Continente Antártico. Son cientos de hombres y mujeres, aeronaves de gran porte como los Hércules C130 y otros más versátiles como los Twin Oter, buques logísticos al margen, claro está, de la herramienta por excelencia que es el rompehielos Almirante Irizar, el sostén logístico principal.

-¿Qué significa para un militar, ser el Comandante Antártico?
-En lo personal, luego de más de 40 años de vida militar es un verdadero honor, pero la idea es rescatar a todo el equipo que conforma el esfuerzo antártico. Desde los distintos comandantes de unidades y jefes de base, hasta todos y cada uno de los miembros de las 3 FFAA que se han integrado en forma sobresaliente y que llevan adelante con precisión y profesionalismo su misión en esas alejadas y heladas latitudes de la patria.

Vale acotar que, en el presente, el Rompehielos Irizar se encuentra realizando la segunda etapa de la campaña antártica 2018/19, continuando su tarea de reaprovisionamiento y recambio de dotaciones civiles y militares, aún restan dos etapas más, con lo que se estima que continuará en alta mar hasta por lo menos mediados del mes de abril.

Durante el día de hoy, el personal destinado en las diferentes bases fue felicitado mediante un radiograma y el próximo martes, en las instalaciones del Museo del Bicentenario, tendrá lugar el acto central que contará con la presencia del Presidente de la Nación Mauricio Macri.