Una joven perdió a su perra hace un mes y ofrece 30 mil pesos y un auto como recompensa

Jesica Chaile no sabe dónde está China, su perra raza Pinscher miniatura: "Todos los días salgo a pegar carteles, a repartir volantes. Ella es toda mi familia", dijo

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Jésica y su perra China.
Jésica y su perra China. La busca desde el 23 de enero, cuando se escapó en la intersección de las avenidas San Martín y Juan B. Justo

La voz de Jésica Chaile se rompe. "Soy de rescatar perros de la calle. En la última navidad encontré un labrador perdido y se lo devolví a su familia. No sé por qué me tiene que estar pasando esto a mí", se preguntó entre sollozos. Su vida cambió el 23 de enero a las diez de la mañana: desde ese día vive para encontrar a China, su perra raza Pinscher miniatura de color negro.

China, la perra que vale
China, la perra que vale para su dueña más que 30.000 pesos y un auto

"Estoy desesperada, no duermo y hace un mes que no paro de buscarla. Todos los días salgo a pegar carteles, a repartir volantes", apuntó. Su preocupación la llevó a ofrecer de recompensa 30.000 pesos en una primera estimación. Como el tiempo apremia y su mascota no aparece, su prima reforzó el pedido donando su auto, un Ford Ka de 1996. "Ya no sé qué más hacer", dijo a Infobae, casi resignada. No volvió a su casa desde que su perra se escapó. Está viviendo en lo de su novio y no cree que vuelva al menos hasta que recupere a su perra.

Jésica siente que alguien la rescató. Tiene dos teorías: que no la quieren entregar porque se encariñaron o que la conserva una persona adulta que probablemente no utilice las redes sociales. Su ruego se viralizó y creó cuentas en Facebook, Twitter e Instagram con el nombre común "Buscando a China". Su propia investigación no cesa: "Dejé de trabajar dos semanas para salir a buscarla. Todos los días me levantaba temprano para salir a caminar, a pegar volantes por todos lados, a tirarlos por abajo de las puertas, a hablar con los vecinos y los comerciantes. Ahora ya volví a trabajar, pero aprovecho las noches para buscarla por el barrio, busco por debajo de los autos, me metí a Villa la Carbonilla para ver si estaba ahí".

“No sé qué más hacer,
“No sé qué más hacer, yo sé que alguien la tiene”, dijo la dueña de China

La perra se escapó en la puerta de una veterinaria en el cruce de las avenidas San Martín y Juan B.Justo, en el barrio de La Paternal. Asustada por pelearse con otro perro, se le salió el pretal con la chapa de identificación y salió corriendo por Juan B. Justo, dobló en Nicasio Oroño y siguió por Dr. Luis Beláustegui. Ese día, a las 14.30, recibió el llamado de una chica que dijo haberla vista corriendo por el puente de la avenida a San Martín, a más de diez cuadras del lugar donde se había escapado. La chica iba en moto y quiso agarrarla pero no pudo. La última información fidedigna que tiene Jésica es que su perra iba en dirección al barrio de Villa Santa Rita.

Ya recorrió ese barrio y varios más: La Paternal, Agronomía, Caballito, Villa General Mitre, Villa Urquiza. Entiende que si hubiese tenido un accidente, ya se habría enterado. Su búsqueda la llevó a visitar casas en Merlo y José C. Paz, desde donde decían haber encontrado un perro de características similares. No hubo suerte: la dueña de China dice que su mascota tiene las orejas caídas y no erguidas como suelen tener los otros ejemplares de la misma raza, tiene una cola corta y está castrada.

"Es todo lo que tengo, ella es mi familia", valoró Jésica, una catamarqueña oriunda del pueblo Belén de treinta años que se fue sola a cursar el secundario en un colegio de monjas de la Capital Federal. "Yo soy sola", precisó. Por eso ofrece 30.000 pesos y un auto con tal de que le devuelvan su perra, su compañía y parte de su vida.

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