Hace más de una década un comunicador popular boliviano asentado en la Villa 31 sintió la necesidad de brindarle a su gente una herramienta que mostrara a la sociedad la pobreza y las penurias de su asentamiento, así como también sus esperanzas y sus héroes anónimos. Se llamaba Adams Ledesma y tan comprometido estaba con la verdad y la justicia que fue asesinado tras una investigación que exponía la realidad de la droga en el barrio
Para aquél que quiera saber dónde queda el barrio Padre Carlos Mugica bastará una sola referencia: es esa urbanización a quien muchos seguirán llamando por un tiempo Villa 31 en Retiro. Allí muchos jóvenes son periodistas, escritores, editores, productores y camarógrafos formados en la gráfica y la televisión por los responsables cotidianos de Mundo Villa, un periódico tabloide y un canal de TV hecho por ellos mismos.
El Multimedio Mundo Villa ya tiene más de 10 años y funciona dentro de la Villa 31, de Retiro. Hoy cuenta con periódico, portal, señal de TV, radio y una fuerte actividad en redes sociales
Cuando se ingresa al barrio para conocer el trabajo que allí realizan, resuena inmediatamente un nombre: el de Adams Ledesma. ¿Quién era? Un delegado "villero", comprometido con sus vecinos y mentor del primer medio de comunicación villero. Fue él quien logró hacer escuchar la voz de los invisibilizados de siempre y tenía una peligrosa misión que cumplir: luchar para erradicar la droga en el barrio. Fue asesinado el 3 de septiembre de 2010 en la Villa 31 a los 33 años.
El editor actual de Mundo Villa es Joaquín Ramos, un joven comunicador que lleva en sus venas la sangre de dos narradores de la realidad: su padre es Víctor Ramos, periodista, cineasta y documentalista que fuera el primer presidente del INADI y director nada menos que de la ficción La 21 Barracas, un film en el que actúan los vecinos del propio barrio y en el que hasta el propio Joaquín realizó un "bolo". La otra vertiente sanguínea viene de su abuelo Abelardo Ramos, político y punzante escritor argentino que bregó en más de 20 libros e infinidad de publicaciones periodísticas por la unidad de América Latina.
Mundo Villa tiene corresponsales en todas las villas y realizan talleres de periodismo gratuito para despertar vocaciones
Hoy Joaquín Ramos y Mundo Villa respiran diariamente en las calles del barrio esa mixtura de nacionalidades latinoamericanas a las que su abuelo denominaba "la Patria Grande". "Tanto el canal como el periódico y todo el multimedio Mundo Villa intenta romper los prejuicios y barreras y mostrar otras historias que por ahí algunos otros medios y canales no muestran, como las historias de vidas, la de los héroes anónimos", afirma Joaquín Ramos.
Pasaron ya más de diez años desde los inicios. Hoy el multimedio cuenta con periódico, portal, señal de TV, radio y una fuerte actividad en redes sociales. Tiene corresponsales en todas las villas y realizan talleres de periodismo gratuito para despertar vocaciones. Una mirada desde adentro sobre las problemáticas que los aquejan pero sobre todo una vía para mostrar su riqueza cultural, la lucha y solidaridad de sus vecinos.
"A pesar de que la mayoría de los integrantes del medio son realmente jóvenes, nuestra propuesta es para todo el mundo. Cada vez que promocionamos las aperturas de los cursos y actividades de formación anunciamos que son para todo individuo de entre 16 y 99 años", sostiene Ramos.
El obejtivo del multimedio es mostrar a la sociedad la pobreza y las penurias de su asentamiento, así como también sus esperanzas y sus héroes anónimos
La mayoría de las casas del barrio se parecen. Dos pisos como mínimo, algunas tres y alguna escalera caracol que da al exterior. Los vecinos se asoman desde el segundo piso y miran hacia la calle, saludando al que pasa. Un denominador común es la alegría de sus pobladores, luchadores que salen adelante pese a los peligros, la pobreza y el olvido con el que muchas veces conviven.
Aquí hay vecinos que anteponen la solidaridad y el empuje. Que dan una mano al que lo necesita. Ellos tienen muchísimo para transmitir y lo hacen todos los días. Quien más sencillamente explica esta ardua tarea es Dalma Villalba, una joven periodista que no duda a la hora de contar por qué eligió este camino: "Nací en Paraguay pero vivo en este barrio desde los nueve años. Esto que hago nació de una pasión que tenía de chica que era escribir. No sabía en dónde podía aplicar eso pero cuando comprendí que el rol del periodista era, también, informar y ayudar a la comunidad para cambiar la realidad, me gustó y me fui para ese lado", resume Dalma.
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