El argentino infartado en Chile se ofreció a trabajar gratis para cubrir los gastos de su traslado hacia Tucumán

Maximiliano Conca escribió de puño y letra una carta en la que dio los detalles sobre la decisión de abandonar un hospital público provincial aún sin el alta médica

La carta, redactada a puño y letra del arquitecto de 40 años

Maximiliano Conca, el argentino que había sufrido un infarto en Chile y tuvo que ser trasladado a la Argentina en un avión sanitario para continuar con su tratamiento, abandonó en apenas 24 horas el hospital público de Tucumán donde había sido internado, para trasladarse a una clínica privada. Luego, explicó su decisión en una carta pública:

El texto completo.

Por Maximiliano Conca

Carta a la ciudadanía

Mi nombre es Maximiliano Rafael Germán Conca, el pasado domingo tuve un infarto en Viña del Mar, donde fui socorrido y me salvaron la vida los ciudadanos chilenos. Lo demás es de público conocimiento.

Me gustaría aclarar que yo soy un ciudadano común y de perfil bajo que jamás tuve conocimiento de la magnitud de esta situación hasta cuando llegué a mi amada provincia.

Soy consciente de quienes me ayudaron, estaré y estoy eternamente agradecido por ello.

Me gustaría agradecer en particular al Gobierno de Tucumán, al Sr. gobernador Dr. Manzur, quien hizo todas las tratativas para repatriarme y si me lo permiten, me gustaría conocerlo y darle un fuerte abrazo.

A la sra. Ministra de Salud y a todo del SIPROSA y del Centro de Salud por su atención. Considero que el sistema de salud pública de la provincia es de excelencia.

Quiero solicitar a la gobernación que se me permita realizar trabajos ad honorem a fin de poder cubrir los gastos (hasta el último centavo) de mi traslado a la provincia.

Como tucumano y como ser humano, soy consciente de todo lo que representó y se gastó en mi persona.

Conca dio las explicaciones de su traslado desde un hospital público de Tucumán hasta un sanatorio privado

Respecto a lo que pasó el día de ayer, quiero poner en conocimiento que de parte del hospital tuve un trato magnánimo y espero que entiendan que soy una persona común, que está enferma.

Me sentí abrumado por los medios y por las fotos. No por aquellas a las que di mi autorización sino por aquellos medios inescrupulosos y amarillistas que me sacaron fotos en mi estado y mi intimidad. No podía higienizarme tranquilo, además de que salieron a mi familia cuando fueron ellos los que lucharon por mí.

¡Entiendan, estoy enfermo y me quiero curar! Desde que llegué a Tucumán, no me dejaron dormir, de nuevo, aquellos medios inescrupulosos.

Cuando me cure (y espero que sea pronto), voy a dar todas las notas que sean necesarias. Por favor, un poco de respeto. Tuve un infarto hace una semana.

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