En agosto de 2014, el artista Mauro Pitu Blázquez recibió un enigmático mail. En el correo electrónico figuraba escrito un domicilio de Bahía Blanca acompañado de una frase que le llamó aún más la atención: "Me cansé del suelo, quiero volar". Atrapado por la intriga, se dirigió hasta la dirección. Cuando llegó se encontró con una puesta en escena inesperada: "Había tres personas en sillas de ruedas bailando", recuerda el acróbata.
Los bailarines eran Mariana Pandolfi, Celeste Losada y Maximiliano Randazzo. Este último fue el autor del mensaje e ideólogo de la iniciativa. Había visto a Pitu en el programa de televisión Talento Argentino y conocía que tenía una escuela de arte, por lo que decidió contactarlo. Lo hizo para demostrarle sus deseos y el de sus compañeras de poder desarrollar sus habilidades y poner su impronta sobre los escenarios. Así lo entendió Pitu que los integró a su mundo y juntos empezaron a "crear".
Hoy, Maxi, Mariana y Celeste, además de Milagros Piercigili y Pablo Ramadori, son las figuras que integran el elenco de Hermosamente Diferentes, una obra teatral que fusiona danza, acrobacia aérea y música en vivo cuya mitad del elenco la componen por personas con discapacidad. El espectáculo, que transmite un mensaje de inclusión que invita a la reflexión y la concientización, hizo temporada en Mar del Plata y esta semana ganó un premio Estrella de Mar entre cerca de 250 candidatas.
Hermosamente Diferentes se compone de diez números con un despliegue de acróbatas, bailarines, cantantes y músicos. Y mucho pulmón, tanto para ensayar arduamente como para planificar la agenda, buscar espacios, conseguir pasajes y ocuparse desde colgar un trapecio, ajustar una tela, acomodar colchones, probar motores y no perder detalle del ensamblaje en cada presentación. La sumatoria de esfuerzos compone un trabajo "a la altura de los más importantes del país, que no tiene nada que envidiarle a ninguna otra obra. Al final de cada función, la gente se pone de pie para aplaudir ", expresa con orgullo Pitu.
En diálogo con Infobae, el creador del proyecto brinda el mensaje que no pudo dar al momento de recibir el galardón: "Nos pasa a todos que hay cosas que podés hacer y cosas que no. Si ponés el foco en lo que no podés hacer difícilmente podrás descubrir lo que sí podés hacer, y acá descubrimos personas y artistas". La idea refleja la esencia de la obra y hace alusión a Maxi, Mari, Celeste, Pablo y Mili.
Ellos son el corazón de la obra. Frente al público estos artistas de carácter alegre y entusiasta exponen sus destrezas, derrumban los prejuicios y transmiten sus historias de superación. En cada actuación demuestran valentía y orgullo para lidiar con la realidad, para sobreponerse a los obstáculos en el camino, para dejar atrás cualquier época de dolor recorrida.
Con una narración amena, el guión proyecta los estadios que se atraviesan para alcanzar los objetivos y lograr los sueños; sumerge a los espectadores a preguntarse cómo enfrentar los miedos y los límites; propone valorar el sacrificio y el esfuerzo movilizados por la amistad y la felicidad de hacer lo que a cada uno apasiona, tal como les sucede a los protagonistas.
"Es algo maravilloso. Yo me siento libre como un pájaro", describe Maxi su experiencia sobre las tablas. "Es increíble. Todos ponemos nuestro granito de arena para hacer lo mejor", agrega Mari. "Sí", asiente con énfasis y ojos que rebalsan felicidad Pablo cuando le preguntan si le gusta que la gente lo aplauda. "Nos llevamos muy bien", cuenta por su parte Celeste, quien en cada gala hace trapecio y maniobra en las alturas durante tres minutos.
"Yo me llevo el doble por lo que hago. Trabajar con ellos me cambió la vida. Hace cuatro años y medio que no me hago drama y no me quejo por nada. Aprendí a valorar cosas simples", revela Pitu, que califica a sus compañeros como honestos, solidarios, igualitarios, respetuosos y amorosos. "Son todo lo que al mundo le hace falta. Jamás vinieron a ensayar amargados, jamás vinieron tristes, son un ejemplo para uno que se hace problema por cada pavada", sostiene.
Este verano, el equipo que reúne más de veinte personas hizo cinco presentaciones en el Teatro Colón de La Feliz. "La respuesta del público fue increíble. Al principio nos costó y después el boca a boca fue impresionante. Las últimas dos funciones explotaron. La gente nos esperó 20, 30 minutos afuera y no nos dejaban ir", contó Pitu. Una de las concurrentes fue la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien destacó la conciencia sobre la inclusión y el respeto por la diversidad del fragmento.
"Más allá de que laburemos con personas con discapacidad lo importante es que mis compañeros tengan sueldo, que algunos no lo tuvieron nunca en su vida. Por eso vale más la causa y las ganas y la garra que le pusimos a esto para que salga adelante", acota el acróbata.
El sueño y la meta del grupo es ahora realizar una gira nacional para "seguir construyendo, superando límites, rompiendo estructuras".
Dicen que el teatro tiene capacidad de sanación y de inclusión. Maxi, Mari, Celeste, Pablo y Mili son ejemplo de ello. No obstante, Pitu recalca que más allá de valorar sus capacidades y promover el trato de igual a igual, es necesario que la sociedad y el ambiente teatral abra los brazos para explorar un mundo nuevo de posibilidades, porque como dice el lema de cabecera de la obra, "somos todos iguales pero hermosamente diferentes a la vez".
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