Las detectives de Alfonsina: dos mujeres reconstruyen la vida de la poeta a través de las últimas calles que caminó

En Mar del Plata dos guías desandan los pasos de la escritora

Las guías Andrea García y Victoria Gazzanego (Christian Heit)

En la madrugada del 25 de octubre de 1938 Alfonsina Storni salió sola del pequeño hotel San Jacinto, en Mar del Plata, y ganó la calle bajo una lluvia torrencial. Estaba enferma. Ese día había mandado tres cartas: una a su hijo Alejandro, otra al escritor Manuel Galvez y una al diario La Nación con un último poema. Caminó por 3 de febrero y agarró Hipólito Irigoyen hasta la costa. Se arrojó al mar desde una escollera en La Perla.

¿En qué pensaba?, ¿qué fue lo que vio?, ¿qué calle tomó?, ¿qué casas quedan todavía en pie?, ¿a qué hora?, ¿por qué? Esas fueron apenas algunas de las preguntas que se hicieron dos guías, Victoria Gazzanego, oriunda de Buenos Aires y Andrea García, de Mar del Plata, cuando se propusieron reconstruir a partir de una investigación que incluyó libros, publicaciones, fotos y testimonios orales, el último camino de Alfonsina. Uno que las llevaría inclusive a dar con datos que la escritora nunca había revelado.

Alfonsina en el hotel San Jacinto (Gentileza Lic. Ángel Somma)

"Nosotras lo que nos preguntamos es esta mujer, que estaba caminando sus últimos momentos, sus últimas cuadras, que eligió este camino y no otro: ¿qué hacía?, ¿en qué pensaba?, ¿en sus novios?, ¿en sus amantes?, ¿en su hijo?, ¿en sus padres?, ¿en su obra?, ¿en su fama?, ¿en su enfermedad?, ¿qué había en ella en esas cuatro cuadras?", dice Vicky apretando cada palabra. Las guías organizaron una caminata guiada en torno a esa pregunta.

De todos los paseos que ofrecen desde el año pasado en Caminatas Guiadas Mar del Plata, entre otros, al cementerio de La Loma, al Torreón del Monje o el de Stella Maris, Andrea le asegura a Infobae que "Los caminos de Alfonsina" toca una fibra especial. "Salimos de 3 de febrero al 2800, donde ahora hay un hotel alojamiento, reconstruimos los últimos momentos parados frente a lo que era el hotel San Jacinto. Lo que fue, lo que hizo, qué escribió, cómo lo escribió, qué le dolía en ese momento, porque realmente estaba muy dolorida esa noche lluviosa que decidió a la 1:30 de la mañana -porque ella lo tenía perfectamente decidido- irse a tirar desde un espigón".

El monumento a Alfonsina Storni en La Perla

Después de 81 años Alfonsina Storni sigue cautivando. "No sabemos si porque el feminismo está otra vez en la palestra, si es porque la gente conoce su obra, si es porque la gente sabe de su muerte, pero siempre se genera algo", comparte Vicky sobre los recorridos. Alfonsina fue una mujer a destiempo. Actriz, escritora, madre soltera, poeta, cuando eso significaba estar sola y tener que hacerle frente a un mundo de prejuicios. Quizás por eso el camino que reconstruyen las guías tampoco es lineal.

"Una cosa es leer un libro que tiene una secuencia, pero en la calle no hay secuencia. Cuando estás caminando eso se transforma. Se arma un guión que en términos de tiempo no es como se relataría una historia", explica Victoria. "Una vez que ya dejamos atrás este momento tan doloroso -el de su muerte- decimos, bueno, ahora pongámonos contentos, hablemos de la vida, de lo que hizo, veamos sus fotos que hay muchas, porque ella en ese momento era una celebridad".

Alfonsina en Mar del Plata el 22 de marzo de 1924 (Archivo General de la Nación)

"Fue madre soltera, vino a Buenos Aires con una panza de siete meses y en ese momento no era bien visto todo eso. Pero en la caminata todos esos prejuicios la gente se los borra de la cabeza, la humanizan a Alfonsina, y la verdad que cuando terminamos en el monumento de ella, que la recuerdan, la gente ves que está feliz con ese recorrido que empezó doloroso y triste, pero que terminó con una Alfonsina que realmente hizo historia en Mar del Plata", cuenta Andrea que a partir del contraste, trae a la charla a la otra escritora que adoptó la ciudad; Victoria Ocampo.

"Alfonsina parece más dulce y más tierna, Victoria parece más dura. Es una impresión personal", admite Vicky. "Con Alfonsina tenés una sensación de dulzura, tal vez por la imagen que transmite, por sus orígenes, porque se hizo de abajo, por un montón de otras cosas. Victoria tiene millones de méritos, pero no las ves igual", compara, aunque tras unos segundos de silencio también aclara: "Alfonsina en apariencia era débil pero tenía una fortaleza que pocas mujeres deben haber tenido".

A Andrea en cambio, lo que la deja pensando es que las dos escritoras no se hayan tratado. "Esa fue una de las cosas que le preguntaron a Victoria Ocampo en una entrevista, por qué no se juntó nunca con Alfonsina siendo que coincidieron al mismo tiempo en Mar del Plata y que también en Buenos Aires se movían en círculos literarios. 'No hemos coincidido', respondió ella", dice, aunque guarda su propia versión sobre del desencuentro.

"Yo creo que lo que pasaba era que Victoria era muy amiga de Borges, hay muchas fotos de ellos dos caminando en la rambla, y en ese momento los que eran seguidores de Borges denostaban muchísimo a Alfonsina. Había una grieta ahí. Pero es una lástima que no se hayan podido juntar esas dos mujeres que fueron tan emblemáticas acá en Mar del Plata", se lamenta y reconoce que además "Victoria era de otro círculo social, totalmente diferente". "Alfonsina venía al hotelito San Jacinto, Victoria tenía una mansión en pleno barrio Divino Rostro", contrasta.

Alfonsina Storni

Todas las semanas las guías repiten el camino de Alfonsina y se hace imposible no preguntarles en qué piensan cuando lo recorren. "En cuán largas son esas cuadras para alguien que sabe que se va a quitar la vida. En la mente de esa persona cuán largo era ese camino. En qué habrá pensado, si habrá vacilado", responde Vicky.

Andrea busca paralelismos. "Ella tiene una secuencia en suicidios. El de Horacio Quiroga, una especie de amante, pero con el que ella nunca estuvo porque su hijo Alejandro no lo aceptaba. Ella tenía un gran amigo que era Benito Quinquela Martín, que le había recomendado no seguir con Horacio. Pero Quiroga se suicida, la hija de él, Egle, de 26 años, se suicida y Leopoldo Lugones, que frecuentaba el mismo círculo literario, también se había suicidado en el río Tigre", enumera.

El monumento a Alfonsina Storni en La Perla

"Ella tenía ya como una secuencia, todos por enfermedades y ella a partir del momento de que le sacan su pecho derecho no fue la misma. Se recluyó, los poemas fueron totalmente distintos, en esa época eran todos métodos paliativos para combatir la enfermedad, te sacaban todo para evitar que el cáncer se distribuyera", sigue, aunque también comparte la respuesta más común de quienes participan de los recorridos: "Te dicen 'yo pensé que se había suicidado por amor'. Y un poco quizás fue así".

Además de reconstruir los pasos y la vida de Alfonsina, Andrea cuenta que con Vicly quisieron ir más allá en la historia. "Yo tenía obsesión por encontrar al padre de Alejandro e investigamos hasta que lo dimos con él. Sabía que era un político argentino, pero nunca lo develó, hasta esa dignidad tuvo. Era casado, era mayor que ella, pero ni siquiera Alejandro lo revela en ningún reportaje, solamente dice: 'Lo conocí y nos llevamos bien'", confía, aunque el nombre se lo guarda para el recorrido.

En la estatua de Alfonsina Storni en La Perla personas de todas partes de la Argentina llegan para arrojar las cenizas de sus seres queridos o dejar placas conmemorativas. "Uno pensaría que son homenajes para Alfonsina, pero no, son otras personas que eligen ese lugar para los suyos", explican las guías, sobre un fenómeno más allá de la propia poeta.

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