La masonería en la Argentina enfrenta un desafío: incorporar a la mujer en las logias regulares

Aun hay resistencia interna de los hombres en que el sexo femenino sea parte de la tradición oficial. Hay mujeres que ya están participando en actividades de los masones pero siguen siendo mal vistas

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El Gran Maestre de la
El Gran Maestre de la Masoneria Argentina, Angel Jorge Clavero.

Hace unos cuantos años el desafío fue incluir a los homosexuales y  discapacitados en el círculo reservado. Luego se transformó en una búsqueda constante la necesidad de sumar jóvenes para contrarrestar en número a las generaciones mayores que ocupaban el centro de poder. Y ahora se convirtió en un gran reto la idea de incorporar formalmente a las mujeres en las logias regulares de la masonería argentina.

En su persistente camino por ir siempre a la par de los cambios  sociales, exponer apertura mental y librepensamiento, a los masones de la Argentina los ocupa hoy la necesidad de caminar hacia las logias regulares exclusivamente femeninas en un futuro inmediato y romper con el aislamiento de la mujer.

"Hoy no tenemos una incorporación total y plena de la mujer en la masonería argentina más allá de que estas trabajan y se desarrollan en logias por separado aunque esas logias no son regulares. Pero estamos trabajando por ello porque entendemos que la mujer debe estar a la altura del hombre", explica a Infobae el Gran Maestre de la Masoneria Argentina, Angel Jorge Clavero.

En medio de una Argentina donde avanza el mensaje feminista y la mujer se ha ganado un gran espacio en muchos lugares del poder, la masonería cree que este es uno de los mayores desafíos que hoy tiene esta agrupación milenaria que tiene 320 logias en el país y 12.000 miembros en su totalidad, de los cuales hay 7.000 activos.

"No va a ser tan fácil", admite Clavero desde el gran Templo situado en pleno centro porteño y rodeado de imágenes de los grandes masones de la historia argentina. No hay ninguna imagen de mujeres en su gran despacho. Mucho menos en el centro de ceremonias. La alerta del Gran Maestre sobre la ausencia de mujeres en las logias regulares tiene una explicación: aún hay mucha resistencia masculina en esa idea de crear logias exclusivamente femeninas ya que milenariamente estos fueron espacios para el debate secreto exclusivo de los hombres.

En la Argentina se estima que hay unas 400 mujeres masones repartidas en unas 15 logias que no se consideran regulares o tradicionales. En el 2002 empezó a funcionar en la ciudad de Buenos Aires la primer logia femenina pero aun no se la reconoce como regular. Todo indica que esta idea de que no puede haber logias exclusivamente de mujeres y tradicionales va a cambiar tarde o temprano porque la masonería proviene del derecho humano francés que rescata desde sus orígenes el derecho de las minorías.

"A la masonería lo que le interesa es la discusión de las ideas y el librepensamiento, es contraria a todo dogma político o religioso. Por ello no tiene nada que ver con preferencias o identidades sexuales", explica el Gran Maestre al reafimar su idea de darle mayor espacio a la mujer en las logias.

Clavero, al igual que muchos de sus pares masones,  se considera un vanguardista en todo esto. Ya va por el tercer mandato como Gran Maestre y desde hace varios años que empezó a luchar por una apertura de la masonería y un reconocimiento público de su labor, hechos que le generaron muchas antipatías entre sus pares hacia adentro, por quienes se mostraban cerrados y poco adeptos al diálogo con la prensa.

(Fotos Nicolás Stulberg)
(Fotos Nicolás Stulberg)

Para Clavero, en un mundo donde la mujer está ocupando importantes espacios de poder, es reconocida en todos los ámbitos y se ha ganado su lugar en el mundo, "no hay razón para que siga siendo discriminada en el mundo de la masonería".

En este sentido, el Gran Maestre del órgano central, la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, logró llevar adelante varios desafíos para sumar a la mujer a la vida de la logia regular. Por ejemplo, desde hace más de un año que un grupo de unas "40 hermanas" colaboran en la organización de La Noche de los Museos donde hay visitas públicas al gran templo de la calle Perón al 1200 donde funciona en una vieja casona la Gran Logia. En el 2018 la Gran Logia recibió a más de 9.000 visitantes al Gran Templo y las mujeres que colaboraron en ello fueron autorizadas a poner una mesa de divulgación de sus actividades en la puerta del edificio.

También las mujeres masones ofrecen cátedras de libre pensamiento en universidades como la UBA, la de La Plata, Tucumán junto con el Instituto Laico de estudios contemporáneos para difundir las ideas dela laicisismo en la Argentina. Y hay varias actividades culturales que desarrolla la Gran Logia en la que las mujeres se acercan a conocer las ideas de este selecto grupo de librepensadores.

"Estos son los primeros pasos para sumar a la mujer de manera formal en las logias", asegura Clavero como un abierto desafío a aquellos que aun hoy se niegan a incorporar a la mujer en los rituales propios de las logias regulares.

Durante el año pasado se abordó desde varios aspectos el tema del aborto en los debates internos de la masoneria ya que se trataba de una discusión propia de la Argentina. "No hubo una postura unánime pero hemos debatido ampliamente el tema del aborto y aquí la voz de la mujer es fundamental", señala el Gran Maestre, quien estima que el 80% de los masones en la Argentina están a favor de la despenalización del aborto.

La masonería surge en el mundo europeo hacia el año 1.100 en el norte de Italia. Los canteros, albañiles y arquitectos empezaron a compartir sus conocimientos bajo la premisa de no divulgar la sabiduría. Así, se pasaban en secreto lo planos de los edificios imponentes de Europa como iglesias, castillos, abadías o palacios.

¿Cuáles son los requisitos actualmente para ser un masón?

En la actualidad no se requieren grandes exigencias para sumarse a la masonería y ya casi no hay muchos secretos. "Se trata de ser un hombre de bien, libre, con buenas costumbres y sin fanatismos de ningún tipo", sostiene Clavero.

Entre los 7.000 masones activos que hay en la Argentina conviven desde empresarios hasta comerciantes, militares o empleados. Todos están allí, sin distinción social y pagan una cuota promedio de 700 pesos mensuales para sostener los edificios y los materiales de estudio. El secreto de la permanencia e identidad de quienes forman parte de las logias se mantiene intacto. Es que esa fue una forma de protección que hubo en su momento ante la persecución de gobiernos dictatoriales o de pensamiento único.

El debate de la incorporación de la mujer en la masonería no es único de la Argentina. En América latina se esta dando también esta discusión y en países como Gran Bretaña, Estados Unidos o Francia la mujer ya empezó a ser aceptada de manera tradicional.

Aun hay muchos prejuicios y mitos alrededor de la masonería en la Argentina a pesar de que se sabe que hombres como San Martín, Sarmiento, Rivadavia, Belgrano, José Hernández, Justo José de Urquiza, Bartolomé Mitre, Leandro Alem y Ernesto de la Cárcova, por nombrar algunos, fueron masones.

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