La cronología del brote de hantavirus en Chubut: 9 muertos, 26 casos y un pueblo que vive aislado

El hantavirus obligó a los vecinos del pequeño pueblo Epuyén a utilizar barbijo durante la mayor parte del día

El brote de hantavirus, que ya se cobró la vida de 9 personas (3 de ellas en las últimas horas) y tiene en vilo a los habitantes de la localidad chubutense de Epuyén, tuvo su origen en una fiesta.

Todo se inició el 24 de noviembre durante el cumpleaños número 14 de una adolescente, que figura entre las víctimas fatales, adonde asistió un peón de campo que estaba afectado por esa enfermedad pero no lo sabía.

El hombre se había contagiado el virus mientras limpiaba un galpón. Él se encuentra fuera de peligro pero el contacto que mantuvo con la joven y su esposa resultó fatal: ambas murieron.

El primer informe oficial del Ministerio de Salud de la provincia se conoció el 7 de diciembre. Allí se mencionaba que se habían atendido 84 pacientes: no registraron casos sospechosos y se le recomendó a la población que, ante cualquier duda, se acerque al hospital o centro de salud más cercano.

Dos días después, el 9 de diciembre, se conoció un nuevo parte donde se registraron los primeros tres casos sospechosos: los afectados fueron monitoreados de forma ambulatoria y presentaron buena evolución.

Caty, una vecina del Epuyén, sigue los consejos de Norma, la dueña d la despensa donde compra cada día

Apenas 24 horas después, ya había 5 casos confirmados, de los cuales 2 correspondían a pacientes internados en terapia intensiva del Hospital Zonal de Esquel.

El 11 de diciembre se confirmó la primera muerte: una persona mayor, que era una de las que estaban en terapia intensiva en Esquel. Asimismo, el parte anunciaba otros cuatro casos sospechosos compatibles con hantavirus y también se reportaba el primer caso en Epuyén.

Para el 13 de diciembre ya había 6 casos positivos y se agregaba una nueva víctima fatal.

Aunque el virus, que transmiten los roedores, suele infectar a algunas personas cada año en la zona de la cordillera, este brote tenía características muy peculiares.

La primera vez que se registró un contagio entre personas fue en 1996, en El Bolsón. Pero esta vez, el brote en Epuyén era inédito. ¿Hubo una mutación del virus?

La situación comenzaba a inquietar a las autoridades locales y nacionales, por lo que al día siguiente se constituyó una mesa de trabajo entre Provincia, Nación y expertos del Instituto Malbrán.

Lautaro y su pequeña perra Kiara se cubren con un barbijo

El intendente de Epuyén, Antonio Reato, calificó de "extraño" al fenómeno porque "todos los años hay uno o dos afectados por hantavirus que se recuperan por sus propios medios, pero no hay muchos antecedentes que involucren a tanto casos como ocurrió ahora".

Por su parte, el director del hospital zonal, Leonardo Gil, señaló: "Lo llamativo es la virulencia o la fuerza del virus para transmitirse de persona a persona. Acá hay algo diferente: un caso índice y luego el contagio de persona a persona".

Los médicos sospechan que "puede haber una mutación", pero subrayaron que se necesita un complejo proceso de análisis antes de comprobarlo. "Estamos hablando a nivel molecular y eso lleva su tiempo", agregó el médico Fernando Tortosa, también del hospital zonal.

El 17 de diciembre las autoridades anunciaban la muerte de un tercer paciente y el Ministerio de Salud de Chubut declaraba el Alerta Sanitario para el área programática de Esquel.

Un día después, el 18 de diciembre, fallecía un paciente de 72 años (la cuarta víctima fatal) que estaba en terapia intensiva en Esquel. Esa muerte comenzaba a inquietar a los habitantes de la zona. En el marco de la contingencia, las autoridades reforzaron el abordaje psicoemocional para los familiares de las víctimas y del personal de los centros de salud.

Luciano recorre las calles de su pequeño pueblo para visitar a sus amigos

En Epuyén viven unas 4.000 personas y la seguidilla de casos positivos alteró por completo la vida del pueblo. Uno de los muertos era empleado municipal y una mujer que también falleció trabajaba en el hospital local.

A esta altura, las medidas de prevención eran evitar que los roedores entraran o hicieran nidos dentro de las casas usando medidas de protección adecuadas como también mantener bien ventiladas, ordenadas y limpias
las viviendas y galpones.

Asimismo, las autoridades solicitaron a los habitantes de la zona que ante la presencia de fiebre o la sospecha de haber tenido alguna exposición ambiental relacionada a roedores, hagan la consulta con un médico.

Es que los síntomas del hantavirus se asemejan a un estado gripal: fiebre; decaimiento; dolores musculares; escalofríos; dolores de cabeza; náuseas; vómitos; diarrea y en algunos casos, dolores abdominales o en la parte baja de la columna.

Entre el 19 y el 23 de diciembre los casos confirmados pasaron de 9 a 12, con tres pacientes internados en terapia intensiva. Al otro día, el 24 de diciembre, se confirmó la quinta muerte. En este caso la víctima fue una mujer de 30 años, que estaba en terapia intensiva en el hospital de Esquel.

Atilio Troncoso y su esposa Grabila Maques en el living de su casa en Epuyén. Su nieta Camila de 14 años y la hermana de Atlio fallecieron por el brote de hantavirus

El brote pareció dar tregua entre Navidad y el fin de 2018, ya que en esa semana se confirmaron solo dos nuevos casos, uno en Esquel y otro en Bariloche, lo que llevó el número de confirmados a 14.

El 27 de diciembre volvió a reunirse el Comité de Contingencia en Epuyén, donde en distintas mesas de trabajo conformadas por los equipos técnicos del Ministerio de Salud provincial, Área Programática Esquel, Instituto Malbrán, Secretaria de Salud de la Nación, Hospital Rural Epuyén y autoridades municipales. En esos días, el director del Área Programática Esquel, Jorge Elías, reconoció que "la situación es extremadamente compleja".

Tres días después, el 30 de diciembre, el equipo de contingencia siguió con sus acciones en Epuyén, y continuó realizando un aislamiento selectivo respiratorio a las personas clasificadas como que habían tenido un "contacto estrecho" con alguna persona contagiada.

El año 2019 empezó con cuatro nuevas internaciones, dos en sala común y dos en terapia intensiva. En la noche de ese 1° de enero, las autoridades confirmaron que dos personas que estaban en el Hospital Zonal de Esquel habían sido contagiadas, por lo que los casos de hantavirus ascendían a 16.

El 2 de enero no trajo novedades salvo una nueva internación en observación en el Hospital Subzonal El Maitén.

Al día siguiente, el 3 de enero, se sumó una nueva víctima fatal: Celia Troncoso, una enfermera jubilada de 64 años, y residente de Epuyén, murió en el Hospital Zonal de Esquel. Por la noche, las autoridades también confirmaron un nuevo salto en la cantidad de casos confirmados, que pasaron de 16 a 19.

El 4 de enero se sumó un caso a la lista de sospechosos, al tiempo que continuaba internada en el Hospital Rural de Trevelín una mujer residente de esa localidad. La familia de esa paciente tuvo que ser aislada para evitar más contagios.

El 5 de enero fue un antes y después en el brote de hantavirus, ya que los partes oficiales registraron el primer caso en Chile: una ciudadana de ese país, residente de Palena, tuvo que ser internada en el Hospital Puerto Montt luego de que presentara los síntomas de la enfermedad. También fue internado un hombre en el Hospital Zonal de Esquel, donde ya había tres casos confirmados, tres bajo observación y uno que estaba siendo sometido a análisis porque presentaba síntomas compatibles con hantavirus.

24 horas después, el 6 de enero, la lista de casos sopechosos creció a cuatro, mientras que un hombre de 27 años que estaba internado en el Hospital Zonal de Esquel fue dado de alta.

El 7 de enero hubo un nuevo salto en los casos confirmados, que pasaron de 19 a 23, al tiempo que un niño que estaba internado en Bariloche mejoró y se preparaba para dejar el hospital.

Al día siguiente, el 8 de enero, las autoridades confirmaron un nuevo caso de hantavirus, y la cuenta alcanzó los 24. Además, ese día fueron internadas dos personas en terapia intensiva, y el niño que fue dado de alta en Bariloche volvió a Epuyén con su madre, también contagiada, y ella continuó con su recuperación en el Hospital Rural local.

El 9 de enero la lista de víctimas fatales sumó tres nuevos nombres: dos mujeres y un adolescente que permanecían internados en el Hospital Zonal de Esquel fallecieron. Las víctimas eran una mujer de 30 años y un adolescente de 16 que estaban internados en la unidad de terapia intensiva del Hospital Zonal de Esquel y una mujer que se encontraba en sala clasificada como caso sospechoso.

El último parte oficial, del 10 de enero, confirmó que los casos pasaron de 24 a 26, al tiempo que fueron dados de alta dos pacientes que estaban internados en el Hospital Zonal de Esquel.

El brote de hantavirus ya lleva un mes y medio, y no hay indicios de que vaya a ser controlado en el corto plazo. En esa línea, los expertos aseguran que aún restan dos períodos de incubación para dar por concluido el brote.

Esto afecta mucho a la localidad de Epuyén, epicentro del problema, y que ya está sintiendo las secuelas del brote: muchos de sus pobladores viven asustados y la gente ya casi ni sale de sus casas, mucho menos para asistir a eventos sociales.

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