El brote de hantavirus, que ya se cobró seis muertos y tiene en vilo a los 4.000 habitantes de la localidad chubutense de Epuyén, tuvo su origen en una fiesta. Todo se inició el 24 de noviembre durante el cumpleaños número 14 de una adolescente, que figura entre las víctimas fatales, adonde asistió un peón de campo que estaba afectado por esa enfermedad pero no lo sabía.
El hombre se había contagiado el virus mientras limpiaba un galpón. Él se encuentra fuera de peligro pero el contacto que mantuvo con la joven y su esposa resultó fatal: ambas murieron.
Si bien en un principio las autoridades sanitarias pensaban que se trataba de casos aislados, luego se comprobó que los afectados tenían un común denominador: habían concurrido a esa fiesta o tuvieron contacto directo con los invitados. Por este motivo, se dispuso extremar las medidas de seguridad en Epuyén.
En ese sentido, el director del Área Programática Esquel, Jorge Elías, confirmó que el "contexto epidemiológico" está circunscripto a esa localidad andina y dijo que las evidencias disponibles permiten sospechar "que hubo contagio entre humanos ya que la mayoría de los infectados no contrajo el virus a través de roedores, como lo advierten en general las campañas de prevención".
El funcionario detalló que, a partir de la sucesión de casos, se conformó una mesa con biólogos, infectólogos y especialistas del Instituto Malbrán de Buenos Aires, que trabajaron de inmediato en la reconstrucción de la actividad previa y el entorno de los pacientes y determinaron que la mencionada fiesta fue el factor desencadenante del brote.
Hasta el momento hay 19 casos positivos (contando los seis fallecidos), 8 descartados, 1 sospechoso y 2 en observación. Pero todas aquellas personas que mantuvieron contacto directo con los que concurrieron al festejo están siendo tratadas de manera especial.
Unas 50 personas pertenecientes a ese círculo fueron aisladas, en una especie de cuarentena. "Identificamos a cada uno de los contactos estrechos de los casos positivos y los tratamos de manera personalizada", explicó Elías. Y agregó que en este momento "permanecen con un aislamiento de tipo respiratorio que llevan adelante en su domicilio".
El brote de hantavirus en Epuyén es inédito. Pero Elías contó que la primera vez que se registró un contagio entre personas fue en 1996, en El Bolsón: "Por primera vez, el mundo científico tuvo certeza del contagio interpersonal".
Otro elemento que abona la teoría del contagio masivo en la fiesta de cumpleaños es que "todos los roedores capturados en los ambientes donde vivían los pacientes infectados hasta ahora dieron negativo, de modo que no se puede hablar de una ratada".
Los expertos aseguran que aún restan dos períodos de incubación para dar por concluido el brote. En el pueblo viven asustados y la gente ya casi ni sale de sus casas, mucho menos para asistir a eventos sociales.
De hecho, la tradicional Fiesta de los Artesanos de Epuyén -prevista desde el 17 al 20 enero- fue suspendida por el Gobierno de Chubut alegando razones "psico-sociales". Todos coinciden en lo mismo: "El clima no está para fiestas".