Desde hace varios años, Juan Manuel Larrea (68), un reconocido ginecólogo de Tandil, tiene la costumbre de descansar algunos días de la temporada en las playas de Orense, un pequeño balneario de la Costa Atlántica, ubicado en el sur de la provincia de Buenos Aires. El domingo pasado, el médico pasaba la tarde junto a su hija Marina, su yerno y sus cuatro nietos cuando de repente se convirtió en una nueva víctima de la imprudencia que se viene registrando todos los veranos cada vez con mayor frecuencia: fue atropellado por un cuatriciclo que circulaba a toda velocidad y de milagro no perdió la vida.
Todo ocurrió cerca de las 19:30, cerca del arroyo Cristiano Muerto, donde un conductor de unos 45 años subió un médano y producto de la velocidad a la que iba, no tuvo tiempo de maniobrar y sorprendió la médico. Lo impactó de lleno y lo lesionó gravemente. El resultado: 10 costillas rotas, cuatro vértebras lesionadas y hematomas en el torso y el rostro. Fue inmediatamente internado en el Hospital Pirovano de Tres Arroyos, donde aún aguarda la evolución de su cuadro, aunque está fuera de peligro. El conductor, oriundo de Marcos Juárez e identificado como Juan José Cárdenas, resultó ileso y estuvo acompañando a la familia todo el tiempo desde el accidente. Se presentó en el destacamento policial y su cuatriciclo fue secuestrado por orden de la Unidad Fiscal 16 de Tres Arroyos, que instruyó una causa por "lesiones culposas graves".
"Estamos esperando la evolución de las primeras 96 horas porque los traumatismos siempre pueden traer complicaciones asociadas", dijo la hija del ginecólogo al diario Eco de Tandil. Sobre el episodio, no dudó y dijo que se trató de un milagro que su papá haya sobrevivido.
"Había viento del sur y estábamos al reparo en un médano. Estaba lleno de gente. El médano estaba todo pisado y era obvio que del otro lado había gente. Estábamos del otro lado, al toque de la picada. Escuché el motor. Grité. Lo vimos, y todos atinamos como a cubrirnos. No salimos corriendo porque no teníamos tiempo, y lo agarró a mi papá, de atrás, por la espalda", relató la mujer.
"Cuando quedó inconsciente, pensé que estaba muerto. Estábamos lejos, en el arroyo. Había un montón de gente en el arroyo y una de las personas con una camioneta se acercó lo más que pudo al lugar donde había sido embestido. Subió a la camioneta por sus propios medios, con muchísimo dolor, y de ahí lo llevaron a la salita del balneario Orense", agregó.
El rescate no fue nada fácil. Por el lugar en donde estaban, la camioneta no pudo acceder. Una vez que llegaron a la sala de salud de Orense, pasaron a Larrea a la ambulancia que lo trasladó hasta Tres Arroyos. "Perdió la conciencia después del golpe. Estuvo inconsciente unos segundos, pero después dirigió toda su operación de rescate. Tuvo el control todo el tiempo. Se tomaba el pulso, dirigía lo que teníamos que hacer. Por suerte, porque yo estaba en shock", contó Marina.
La hija de Juan Manuel dijo, asimismo, que en esa zona de Orense es habitual que circulen ese tipo de vehículos y que el control es nulo. "No era un médano que estaba solo. Había un montón de gente. También abajo, en el arroyo, había un montón de camionetas y campamentos. Los chicos habían subido y bajado muchas veces, y estaba el médano todo pisado. Era obvio que había gente. No era un médano que estaba virgen", dijo.
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