El chofer del micro que volcó en Mendoza en la mañana del domingo cuando circulaba por la Ruta 7 tuvo, según relatos de testigos, un breve diálogo con el padre de un nene de 10 años que falleció en el accidente.
En el trágico episodio, que ocurrió cerca de las 6 de la mañana a cuatro kilómetros de la localidad de Uspallata, fallecieron dos menores de edad y una mujer y hubo casi 20 heridos que debieron ser trasladados a distintos hospitales del Gran Mendoza.
Una de las tres víctimas fatales es Esteban Felipe, un nene de 10 años que viajaba junto a su hermano de 12, quien debió ser internado en el hospital pediátrico Humberto Notti en Guaymallén con un politraumatismo leve.
Las otras víctimas fatales son Maritza Ramos Chana, una mujer de nacionalidad peruana de 35 años, y Mihe Calderón Ramos, una niña chilena de 3. La principal hipótesis que se manejó desde el comienzo es que el chofer se quedó dormido y perdió el control del vehículo.
"El chofer se acercó y le dijo a mi hermano: 'Perdón, flaco, me dormí'. Se lo dijo cuando tenía a mi sobrino fallecido en sus brazos", relató Laura Arredondo, tía de Esteban, sobre la confesión que habría hecho Víctor Gómez, quien resultó ileso y permanecerá demorado hasta que se esclarezcan los motivos del hecho.
El colectivo, que pertenece a la empresa Ahumada, había salido de Chile en la noche del sábado y se dirigía con 45 pasajeros a bordo hacia la ciudad de Mendoza cuando se despistó en el Km 1.157 de la Ruta 7, en una zona conocida como Cabo Blanco, y cayó a un barranco de 10 metros de profundidad.
Jonathan Emanuel Santibáñez Ruarte, un pasajero que viajaba en el vehículo pero no sufrió heridas de gravedad, escribió un mensaje en sus redes contra Gómez: "Por un conductor que se quedó dormido nos fuimos al precipicio. Todavía no me puedo sacar de mi mente los gritos, los llantos y la sangre".
Luego de que trascendieran las declaraciones del chofer, desde la empresa de transporte expresaron que tanto él como el otro conductor que lo acompañaba "mantenían sus descansos legales".
Además, como en el colectivo viajaban pasajeros de diversas nacionalidades (19 argentinos, 15 chilenos, 4 peruanos, 2 uruguayos, un boliviano, un paraguayo, un colombiano, un ecuatoriano y un venezolano), la empresa indicó que está "trabajando en conjunto con el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país y el Consulado de Chile en Mendoza, con el objeto de prestar la ayuda para el traslado de los pasajeros y de sus familias".
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