Leonardo Grosso: "Después de que conté que soy gay, muchos maricas se animaron a decírselo a su familia"

El diputado, que divulgó hace poco que es homosexual, dialogó con Infobae acerca de las repercusiones de su revelación. Además habló del año electoral y dijo que Cristina Kirchner debe trabajar para lograr la unidad de la oposición

"Al closet no nos empujan nunca más", escribió el mes pasado el diputado nacional del Movimiento Evita, Leonardo Grosso (35), en una emotiva carta que publicó en su cuenta de Instagram para dar a conocer algo que hasta ese día sólo sabían su círculo más cercano y sus compañeros de militancia: que es gay.

Las repercusiones de su mensaje, posteado horas antes de que comenzara la edición de la Marcha del Orgullo en la ciudad de Buenos Aires, no se hicieron esperar. En poco tiempo fueron miles los mensajes que recibió de diversos lugares. Desde dirigentes de la política hasta sus seguidores de la red social le expresaron sus opiniones por la revelación. Y es que no era para menos. Sin saberlo –según confesó a Infobae minutos después de la publicación de la carta– se convirtió en el primer diputado nacional en "salir del closet" mientras está en ejercicio de su cargo.

A más de un mes de la publicación de la carta, este medio dialogó otra vez con el legislador para saber no sólo qué cambios vivió dese entonces, sino cómo ve el clima político y social del país en momentos en que se empezaron a ver ciertos brotes discriminatorios contra algunas minorías -incluida la comunidad gay- y que en parte explican por qué eligió este momento para divulgar su orientación sexual. Entre algunos detalles, Grosso destacó que en los días posteriores recibió muchos mensajes de chicos que se animaron también a contar su verdad. Fue como -dijo- una suerte de impulso involuntario para muchos a que se liberaran. "Si sirvió para eso, estuvo bueno", resaltó.

-¿Cuál fue la respuesta de la gente y de colegas o conocidos que no lo sabían?

La reacción de la gente fue muy buena. Fue un abrazo enorme y colectivo. Recibimos mucha buena onda. Mucho respaldo de toda la dirigencia política. Lo dije por algunos lados, todos los dirigentes, diputados, diputadas de todas las bancadas lo saludaron personalmente y públicamente. La comunidad, los compañeros, los amigos, la familia. La verdad es que recibimos mucha buena energía, mucho amor y un respaldo importante. La salida del closet siempre es un proceso, poder hacerse visible, visibilizarnos. Es un proceso que lleva tiempo, que tiene que ver con un montón de cuestiones. Y una de esas cuestiones es el miedo al rechazo de la sociedad, y acá pasó todo lo contrario. Esa acción de amor generó muy buenas repercusiones, un abrazo y una aceptación. Me encargo también de decirlo porque genera y empuja. Recibí muchos mensajes de muchos pibes gays, maricas, que tenían a partir de ese posteo el empuje para decírselo a su familia. Algunos que se lo dijeron, otros que ahora empezaron a decirlo o que escribieron posteos.

Yo no sabía cómo iba a ser. Uno no está pensando en eso. Sentía que el clima de inclusión estaba siendo atacado y de hecho está siendo atacado. Hace dos semanas echaron a un pibe de la escuela en Salta, en una escuela católica. Otras escuelas católicas se ofrecieron para incorporarlo y eso está bueno pero lo echaron por usar una pulsera con la bandera de la igualdad. Por decir que era gay. Sus amigos lo defendieron. También pasó algo es que la comunidad lo abrazó y su familia lo abrazó y lo ayudó. Ese clima existe y es lo que por ahí me empujó a hacer visible esto. Yo la verdad no sabía cuál iba a ser la reacción pero en la valoración creo que hay más apoyo. Más inclusión que rechazo.

Sabiendo que la respuesta había sido mucho mejor que la esperada, Grosso, sin embargo, planteó el contraste que se observa últimamente en Argentina respecto a dos situaciones y su relación con el contexto económico que atraviesa el país. Por un lado, los casos de discriminación y de intolerancia hacia las minorías de los últimos meses, pero por otro, una sociedad que al mismo tiempo crea las condiciones necesarias para que miles de mujeres se movilicen para reclamar por el derecho a abortar o contra la violencia de género y la enorme cantidad de femicidios. Es que para el joven dirigente no es casual el brote de violencia social. Todo lo contrario. Es producto del contexto negativo que se observa todos los días.

El posteo de Grosso (@leon_grosso)

"Argentina está viviendo un momento de mucho retroceso económico y social, de derechos en general. Creo que la crisis golpea a todos los sectores de la sociedad y eso genera frustración en la población. Esa frustración mal enfocada se traduce en actos de odio mal direccionados. Entonces es hacia el de al lado, hacia el más débil y hacia la más débil. Y por eso veo que hay un 'bolsonarismo' o un rebrote de odio de muchos sectores", dijo el legislador. "Se la agarran con los sectores que menos tienen, los que son discriminados históricamente, con los sectores de mi comunidad y empieza a aparecer esto. Esto hay que frenarlo y para eso hacerlos visibles y desde mi lugar sentí una responsabilidad por ser diputado y un lugar de responsabilidad institucional y me parece que eso aportaba", agregó.

Por eso, destacó el valor del fortalecimiento del feminismo en Argentina, que ha servido de ejemplo para muchos países del mundo. "El otro lado es el proceso social que vive la Argentina y que ha permitido que ese avance del neoliberalismo, del retroceso de los derechos, no sea tan fuerte como quizás ellos pretendían porque Argentina es un país que tiene un nivel de movilización enorme y el feminismo ha ocupado la principal página de movilización por lo menos de este año con millones de pibas en las calles, poniendo en jaque un montón de estructuras de la sociedad, discutiendo políticamente esta sociedad", expresó.

– ¿Cuáles son esas estructuras?

Desde la discusión del aborto hasta la que gira alrededor de la violencia de género, donde todavía siguen muriendo pibas, donde los jueces dejan libres a los asesinos de Lucía Pérez, donde un juez deja libre al asesino de Micaela, donde pasan estas cosas, las mujeres se organizan y construyen un potente movimiento que nos permite a nosotros, por lo menos a las disidencias, sentirnos parte de una mayoría social. Entonces ahí hay también como un respaldo importante. Con la compañeras en la calle no me siento una minoría. Nosotros pudimos construir mayorías políticas y logramos el matrimonio igualitario, la ley de Identidad de Género. Construimos mayorías políticas pero no sociales en ese momento. La movilización era el activismo de las organizaciones. Las mujeres, los feminismos lograron construir una mayoría social que no se tradujo políticamente en el Senado pero que tarde o temprano esas cuestiones van a tener que resolverse y nuestro colectivo está en ese marco porque tenemos un adversario común, que es el patriarcado.

Elecciones, organizaciones sociales, la crisis de Macri y Cristina

Como parte de la oposición, Grosso también reflexionó sobre el año electoral que está a punto de comenzar e instó a todo el peronismo a superar las diferencias interna para poder enfrentarlo. También hizo críticas al gobierno de Mauricio Macri y se mostró preocupado por la situación económica que no repunta. "Estamos muy preocupados. La crisis es grande. Ellos han logrado estabilizar el dólar en estos meses y esperemos que sea permanente porque cada vez que se desestabiliza los que sufren son los que menos tienen, los laburantes, los comerciantes. Pero la verdad es que no han estabilizado la economía. Cada vez se pierden más puestos de empleo. La inflación es algo que no se resuelve. Todos los días las cosas salen un poco más caras", dijo.

"Estamos todos de acuerdo en que hay una crisis económica enorme. Eso se traduce en una crisis social y una descomposición permanente del tejido social. Macri no tiene autoridad política para resolver esta crisis. Creo que la ha perdido porque no ha escuchado a otros sectores, porque no ha atendido la demanda de nadie más que de un pequeño grupo de empresarios vinculado a los sectores que él pretende desarrollar que son el financiero y agroexportador. Estamos en un camino que vamos de mal en peor y que si no construimos desde el conjunto de la oposición una salida política el año que viene en las elecciones, la Argentina puede terminar muy mal", agregó.

-Se decía que en diciembre estallaba el país y hasta ahora no pasó, ¿por qué?

Todo el mundo esperaba el caos. Todo el mundo espera el saqueo. Pero hay dos cosas que lo explican. La primera es que es que el pueblo tiene memoria. Hay una experiencia terrible en la memoria de nuestro pueblo que es diciembre de 2001. Que no es el 19 y 20 cuando estalla la ciudad de Buenos Aires y hay muertos por la Policía y De la Rúa se tiene que ir en helicóptero. Eso es el final de ese proceso que arrancó varios meses antes con trueques, con niños y niñas desmayados de hambre. Con desesperación permanente de los que menos tienen, con cierre de fábricas, de comercios. Con el robo de los ahorros de la clase media por parte de los grandes bancos. Una sucesión de hechos trágicos no queremos volver a vivir. Hay una experiencia y todos los vemos con más atención. Construimos estrategias para evitar la caída al precipicio.

Y en segundo lugar hay un colchón de derechos y coberturas social y previsional que no había en el 2001. Lo que el gobierno llama la pesada herencia, nosotros o llamamos la bendita herencia, que es el colchón social que permite que la gente en la desesperación más absoluta tenga un mango para ir al almacén y comprar con paquetito de arroz y una cajita de tomate. Estas son las cosas que evitan que diciembre sea un caos. El que más fogonea que este diciembre sea un caos es el Gobierno, que no escucha, que tarda. Que si las organizaciones sociales no se movilizan no hay bono, que si los trabajadores no amenazan con un paro no hay bono de fin de año que si los comerciantes o las pymes no plantean fuertemente que no llegan a pagar las tarifas no hay ninguna compensación. Este gobierno o peca de ingenuidad, de ceguera ideológica o es irresponsable.

El legislador es parte del Movimiento Evita y en ese sentido, habló de los vaivenes entre las organizaciones sociales y el gobierno nacional, ya que por un lado la asistencia social del Estado se mantuvo durante estos años pero el nivel de conflictividad se mantuvo. "El vínculo hoy con (la ministra de Desarrollo Social) Carolina Stanley y con el gobierno está empantanado. Nosotros venimos construyendo la unidad de las organizaciones sociales y lo que llamamos un proceso de formalización de todos los sectores de la economía popular, que son enormes en la Argentina. Queremos que se formalicen, que tengan una relación orgánica con el Estado", dijo.

"La ley de emergencia Social no dio un ámbito que es el Consejo Nacional de la Economía Popular y el Salario Social Complementario donde se establece una reunión entre las organizaciones sociales y las autoridades del Ministerio, con la ministra Stanley a la cabeza. Eso funcionó un tiempo pero después dejó de hacerlo. Ha tenido su límite. Y hoy es un planteo de las organizaciones", añadió.

El 2019 lo veo complicado en cuanto a las elecciones. Creo que la oposición política tiene la obligación de construir unidad. Entendemos que la política es servicio a favor de las mayorías populares. Si lo que nos mueves a hacer política es construir justicia y si este gobierno sigue cuatro años más no tengo dudas de que esto termina en una gran hecatombe y tenemos que recordar lo que nos costó salir del infierno que fue el 2001. La gente sabe. El que entra al cuarto oscuro ve que de Macri va a haber una sola boleta pero del peronismo hoy parece que va a haber cuatro o cinco. Tenemos que confluir en un solo espacio. Si quieren hacemos una PASO o nos ponemos de acuerdo y hacemos una lista única, como quieran pero en octubre del año que viene tiene que haber una sola lista en frente de la de Macri

-¿Y cómo debería jugar Cristina Kirchner?

Cristina debería tener un rol de constructora de esa unidad y ser parte de eso. Creemos que hay que construir un camino y proceso de confluencia con todos. La unidad no es tampoco entre dirigentes o entre sellos de partidos políticos. La unidad que hay que construir tiene que ser diversa, multicolor e inclusive hasta contradictoria. Podemos tener contradicciones en los sectores, pero seguramente esas contradicciones son más pequeñas que las que tenemos con Macri y saber cómo resolverlas. Vamos a tener que construir un gobierno de coalición. Porque no sólo hay que ganarle a Macri, después hay que sacar a la Argentina del infierno.