Como sacarse una foto con los lobos marinos. O dar una vuelta por el puerto. El restaurante Manolo, de Mar del Plata, es desde los años 80 un clásico para los veraneantes que eligen esa ciudad para pasar sus vacaciones.
No fue raro, en los tiempos de esplendor de teatros, salidas nocturnas y miles de visitantes recorriendo La Feliz, ver filas interminables en sus locales. Tentados por sus porciones generosas, sus rabas, sus papas fritas y sus emblemáticos churros -una de las especialidades de la casa-, centenares de turistas eligieron durante más de tres décadas el lugar que hoy es noticia por el crimen de uno de sus dueños.
Según cuenta la firma en su página oficial, se trata de un establecimiento familiar con recetas que fueron pasando "de generación en generación".
"Nuestro primer restaurante familiar fue fundado en 1930 en Burgos, España. Durante la Guerra Civil Española, Don Manuel Benito, fundador de la marca, y su familia emigraron a América del Sur", señalan en el sitio.
"Allí, la familia se instaló en Montevideo, Uruguay, donde poco a poco la marca empezó a crecer hasta convertirse en un clásico. Con el paso del tiempo y con arduo trabajo la familia estableció la marca comercial de la firma Manolo por varios países del continente americano: Costa Rica, Perú, Panamá, Argentina y hoy Estados Unidos", apuntan.
Fue el propio Manuel Benito que, con un local de churros instalado en Parque Rodó, Montevideo, inicia la historia de un comercio próspero que fue creciendo hasta expandirse por varios países.
Pese a aquel éxito, el fundador del negocio familiar decidió dejar la capital uruguaya e irse con su familia a Punta del Este, donde también abrió una sucursal de Churros Manolo. Uno de los secretos de la marca, que con el tiempo eligió sus tradicionales letras rojas en cursiva, fueron las recetas de origen español.
La familia siguió trabajando en el rubro gastronómico hasta que una de las tres hijas del patriarca, Manoli, optó por emigrar por segunda vez, en este caso a la ciudad de Mar del Plata.
En las épocas de esplendor de esa localidad, que llegó a recibir en la temporada de 1987 una cifra récord de visitantes (según un relevamiento del medio local El Marplatense, la ciudad tuvo entonces más de 3 millones y medio de turistas, un número que no volvería a repetirse), Manolo se convirtió en un punto insoslayable para los viajeros que buscaban comida abundante y platos potentes en un ambiente familiar.
"Siempre con el equilibrio constante de grandes expectativas y sabores característicos, las recetas han sido transmitidas de generación en generación asegurando que nuestro nombre, Manolo, siga esforzándose por mantener siempre una línea excepcional cumpliendo las expectativas de nuestros clientes, brindando la mejor calidad de producto y un servicio impecable", afirman en la página web de la empresa, que en la actualidad tiene tres sucursales marplatenses: en la calle Rivadavia, en el Boulevard Marítimo y en la calle Alem, una de las principales de la ciudad.
La firma creció de manera exponencial y llegó a contar con sedes en Costa Rica, Perú, Panamá, Colombia, Ecuador y Miami, en Estados Unidos, con los churros como su emblema.
En una entrevista brindada en 2010, Juan Manuel Santurián, el hombre que fue asesinado en una cochera en las últimas horas por su ex suegro Miguel Ángel García, describió a su sede de Miami: "Manolo es una firma que mantiene un prestigio y un estilo de calidad para la elaboración de cada uno de los productos. Todo lo que vendemos lo elaboramos aquí, ya que contamos con un equipo de cocineros marplatenses muy eficientes, la base de nuestro negocio. Hemos tenido gran aceptación con los churros que son una fórmula española, las facturas, pizza a la pala, empanadas, milanesas de res o de pollo, hamburguesas con fritas, brochette y pescados. Los sándwiches de miga los hacemos utilizando manteca, crema de leche y muy buenas harinas".
"Es un punto de encuentro para las familias. Los fines de semana vienen padres con sus hijos y en los televisores plasma de 50 pulgadas se entretienen viendo deportes", agregó.
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