Los rescatadores de historias: "Negativos encontrados", el proyecto colectivo que salva fotos perdidas en la basura

Un grupo de 25 mil personas recuperó más de veinte mil fotografías desechadas. Se trata de un movimiento artístico que se convirtió en una suerte de documento de la historia argentina. Los "encontradores" juegan a tirar del hilo de la memoria y, a veces, logran devolvérselas a sus dueños. Fotos inéditas de famosos y la anécdota de "Corbatita"

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“Creamos el grupo para contactarnos con otra gente que rescata fotos de la calle. Encontramos en Facebook un medio donde cada encontrador o coleccionista publique sus fotos para hacer de este un proyecto fotográfico colectivo”, dijo Jimena Almarza, fundadora de Negativos Encontrados
“Creamos el grupo para contactarnos con otra gente que rescata fotos de la calle. Encontramos en Facebook un medio donde cada encontrador o coleccionista publique sus fotos para hacer de este un proyecto fotográfico colectivo”, dijo Jimena Almarza, fundadora de Negativos Encontrados

Christian Boltanski es un artista multidisciplinario. Tiene 74 años y se autodefine como pintor, una práctica que ejerció de manera autodidacta. Pero su itinerario artístico también brotó en el cine, en la escultura y en la fotografía. Representó el conceptualismo que escaló en Europa tras las protestas del Mayo Francés del '68. Una vez dijo: "Se dice siempre que uno muere dos veces: una primera vez, y una segunda cuando alguien encuentra una fotografía tuya y ya no sabe quién eres". La frase habla tanto de su profundidad intelectual como del grupo de Facebook que la adoptó para resumir su espíritu.

Los integrantes de Negativos Encontrados desean que las personas no mueran por segunda vez. Es un proyecto fotográfico colectivo que recoge las fotos que no están en álbumes guardados en cajones, en portarretratos o en las memorias de los celulares. Son activistas de los documentos fotográficos: rescatan, recuperan y salvan imágenes que se convirtieron en basura; las encuentran, las recolectan, las vuelven operativas y les devuelven su función. Porque las fotos, en definitiva, se hicieron para ser vistas.

La muestra “capricho” de 2015, uno de las primeras convenciones de los miembros del grupo que encuentra y rescata fotos perdidas
La muestra “capricho” de 2015, uno de las primeras convenciones de los miembros del grupo que encuentra y rescata fotos perdidas

Se definen como una comunidad de "encontradores". No buscan respuestas, juegan a tirar del hilo de la memoria. "Compartimos imágenes ajenas reconstruyendo historias de personas olvidadas. Entre fotógrafos, no fotógrafos, curiosos y voyeuristas asumidos, somos más de 25 mil encontradores seriales de historias. Todos son bienvenidos a descubrir y amar los tesoros descartados por otros. ¿Qué dice una imagen despreciada y sus personajes? ¿Qué lleva a alguien a querer deshacerse de un recuerdo? ¿Qué desencuentros, borrones y hasta descuidos esconde una foto tratada como desecho?", reza su descripción en las redes sociales.

La iniciativa nació en Facebook el 20 de octubre de 2012. En seis años recuperaron más de veinte mil fotos, negativos, diapositivas. Cada imagen tiene mil historias: la verídica y real, y las que los encontradores traman. El juego es ése. Imaginar quién es el protagonista, qué hace, dónde estaba y quién sacaba la foto.

El ejercicio como tal tiene sus reglas: el material debe ser hallado en la calle o en la basura; tiene que ser analógico (prohibidos DNI, cartas, licencias de conducir o cualquier tipo de documento personal); estar acompañado de un relato que explique dónde fue encontrado; no se permiten desnudos, publicidades, fotos propios o de familiares.

Jimena Almarza y Gabriela Parborell, las dos fundadoras del colectivo, son fotógrafas. Posan con una de las fotos encontradas en el Nano Festival de 2016
Jimena Almarza y Gabriela Parborell, las dos fundadoras del colectivo, son fotógrafas. Posan con una de las fotos encontradas en el Nano Festival de 2016

Negativos Encontrados es dirigido por Jimena Almarza y Gabriela Parborell. Fotógrafos, dibujantes, diseñadores, historiadores componen el núcleo de las miles de personas que integran el colectivo.

"Tenemos un proyecto muy ambicioso: recuperar la mayor cantidad de fotos tiradas del país. Para nosotros, tirar fotos a la calle es tirar nuestra historia. La historia argentina está en las cajas con las fotos familiares", valoró Gabriela, encuadernadora y fotógrafa.

El origen de todo reside en un acto involuntario. Jimena, veterinaria y fotógrafa, se compró una máquina de fotos sin saber que tenía por dentro un rollo usado. Las reveló dos años después. Cree que un niño se las sacó a sus perros y amigos. La inundó la nostalgia de una persona cualquiera en un tiempo cualquiera. Fundó el grupo para que las fotos no se perdieran, para concentrar las historias similares y para invitar a terceros a formular conclusiones sobre instantes descartados.

Fotos perdidas de cumpleaños (Arian Valiente)
Fotos perdidas de cumpleaños (Arian Valiente)

"A la gente le gusta a jugar a ser detective, reconstruir historias como si fueran rompecabezas. Nos gustan los detalles de las épocas, como la ropa, la moda, los autos, la decoración de las casas. En definitiva, las fotos de Negativos Encontrados son también nuestras fotos, nos sentimos identificados. En nuestros álbumes familiares tenemos las mismas fotos", reflexionó Gabriela.

La consigna radica en rescatar fotos sin discriminación alguna: no importan si están en movimiento, fuera de foco, fuera de cuadro, borrosas o con errores. No les gustan las fotos perfectas. Después las analizan y se preguntan quiénes son los fotografiados, qué vínculo los une y en qué situación se encuentran.

"Buscamos historias pero las invitamos nosotros. Eso es lo divertido. No trabajamos sobre las identidades de los fotografiados, sino que trabajamos sobre la fotografía y la posible historia", reconoció.

Retratos perdidos (Arian Valiente)
Retratos perdidos (Arian Valiente)

Jimena dice que cada foto es distinta dependiendo quién la mire. Para todos es una fábula de lo que pudo haber sido. Lo que en verdad fue lo saben pocos. Y aunque no sea el propósito del proyecto, a veces las fotos regresan con sus dueños: "Si las podemos devolver, para nosotras el círculo está cerrado".

El curso de las imágenes recuperadas por sus protagonistas es inesperado. Las cuenta Mariano Libertella, un "encontrador" nato. El primer álbum de fotos que encontró se llamaba "las fotos de Edi y La": una historia de amor con material para publicar durante un año entero.

"Al poco tiempo, una chica del grupo reconoció a la mujer de las fotos. La chica que aparecía en todas las fotos pidió que se eliminaran porque para ella era muy engorroso aparecer con su ex", explicó. Las imágenes, por respeto, tuvieron que ser levantadas del grupo.

La foto que le dio fama a “Corbatita”, luego identificado como Eduardo Pergamo
La foto que le dio fama a “Corbatita”, luego identificado como Eduardo Pergamo

Pero la historia de Eduardo Pergamo es más feliz. Mariano encontró un domingo a la mañana dos álbumes desarmados de fotos de un casamiento: "La pareja de recién casados no tenía mucha onda, pero sí uno de los invitados que aparece con una corbata en la cabeza". Fue bautizado como "Corbatita" y celebrado por todos. La percepción de los usuarios era homogénea: sabían sin saberlo que él había sido el alma de la fiesta.

En agosto de 2015, Corbatita pasó a tener identidad. Alguien le sopló a Eduardo Pergamo: "Hay un grupo de Facebook en el que sos famoso".

Eduardo estuvo dos días asimilando su fama, hasta que se comunicó con su "encontrador". "Recibí un mensaje suyo en el que me decía 'gracias por hacerme famoso' -recordó Mariano-. Por suerte, se lo tomó con la mejor onda y hasta se fotografió con una corbata en la cabeza para poner de foto de perfil de Facebook. Después tuvimos la chance de conocerlo personalmente y fue genial".

Las dos creadoras del colectivo de 25 mil recuperadores de fotos perdidas. El sábado a las 20 horas organizaron un nuevo encuentro para compartir las imágenes encontradas
Las dos creadoras del colectivo de 25 mil recuperadores de fotos perdidas. El sábado a las 20 horas organizaron un nuevo encuentro para compartir las imágenes encontradas

Negativos Encontrados es un movimiento artístico que se convirtió en una suerte de museo de conservación y preservación de documentos históricos. Las fotografías ayudan a comprender la evolución del tiempo y revelan cómo era la vida en el pasado. Por eso la significación del contenido patrimonial de un grupo de gente que se emociona con expresiones ajenas y anónimas.

Esa nostalgia es palpable. La celebraron el último sábado en el Museo Fotográfico Simik (Av. Federico Lacroze 3901, Buenos Aires). Lo único que hicieron fue llevar las fotos encontradas. Después solo tuvieron que liberar la imaginación.

La imagen de Luca Prodan tocando en una plaza encuadrada en uno de los encuentros de los “encontradores”
La imagen de Luca Prodan tocando en una plaza encuadrada en uno de los encuentros de los “encontradores”

Hubo fotos de vacaciones, desnudos, construcciones, retratos, cosas y situaciones aleatorias. Hubo también imágenes rescatadas y olvidadas de personajes famosos, aquellas que le terminaron de dar difusión y fama a un grupo concebido para un círculo íntimo.

"Las fotos más emblemáticas que recuerdo son las de Luca Prodan, Divididos, Isabel Perón, Carlos Menem, Ricky Fort y Pappo", enumeró Gabriela.

El grupo se popularizó cuando Alejandra Santillán halló en 2014 dentro de una bolsa de basura en la esquina de Pumacahua y avenida Rivadavia dos fotos de Luca Prodan tocando en una plaza. Su hermano Andrea confirmó la identidad del ícono del rock nacional gracias a su campera y su guitarra.

Diego Maradona, Ricardo Fort, Susana Giménez y Natalia Oreiro, cuatro famosos que son celebridades también en el grupo de Facebook “Negativos Encontrados”
Diego Maradona, Ricardo Fort, Susana Giménez y Natalia Oreiro, cuatro famosos que son celebridades también en el grupo de Facebook “Negativos Encontrados”

Las fotos de Carlos Menem, de Diego Maradona, de Natalia Oreiro, de Susana Giménez, son archivos fotográficos inéditos. Como los negativos encontrados en Bernal por Juan Tonnelier que relatan un hecho policial.

La historia dice que los Ramones realizaron un show en el estadio de River en 1996. Una popular marca de gaseosa lanzó una promoción: diez tapitas a cambio de una entrada. El canje se realizaría en Florida y Lavalle. Los organizadores nunca esperaron tanta gente. Los fanáticos que tenían las diez tapitas y se quedaron sin entradas causaron desmanes y saquearon locales. Todo ese documento periodístico fue rescatado de la basura y devuelto a su naturaleza: la exposición.

Fotografías de los destrozos en el canje de entradas para el recital de los Ramones en el estadio de River en 1996
Fotografías de los destrozos en el canje de entradas para el recital de los Ramones en el estadio de River en 1996

Mariano Libertella rememora como conclusión un caso que nombró "dominó de coincidencias". Encontró, al pie de un contenedor en Villa Lugano, una foto deteriorada de un festejo de cumpleaños en la que se ve a un padre con una nena de dos años y un bebé.

"Linda foto, parecen de un aviso", decía uno de los comentarios de la publicación. Uno de los miembros del grupo reconoció a los niños y les avisó que había una foto de su padre fallecido en un accidente de tránsito circulando por la web. Los protagonistas de la imagen ya no eran modelos de una publicidad: eran dos niños que habían perdido una foto de su padre en una de las tantas mudanzas que padecieron. La imagen y el recuerdo volvió a ellos. Después de todo la consigna era esa: que las personas no mueran dos veces.

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