En 1942, María Amalia Sara Lacroze Reyes, la multimillonaria empresaria argentina que falleció en el 2012, se casó con el abogado Hernán de Lafuente Sáenz Valiente, con el que tuvo a su única hija, llamada María Inés. En 1955, luego de divorciarse, contrajo matrimonio con el fundador de la empresa cementera Loma Negra, Alfredo Fortabat, con el que estuvo casada hasta 1976, cuando eviudó. Amalita Fortabat nunca más volvió a casarse, pero durante años mantuvo una estrecha e íntima relación con el coronel Luis Máximo Prémoli, quién falleció el último viernes.
El coronel retirado del Ejército mantuvo una relación íntima con Fortabat durante largos años. Fue su mano derecha, su protector, su persona de confianza. Pero además mantuvo una relación amorosa que perduró en el tiempo y recorrió un camino de bajo perfil.
Desde que quedó viuda, a la dueña de Loma Negra se le adjudicaron romances con Juan José Camero, Alberto de Mendoza y Palito Ortega, pero un gran amor fue el hombre que falleció el 16 de noviembre a los 93 años.
Prémoli quedó marcado en la historia por ser uno de los militares que se presentó en la Casa Rosada el 28 de junio de 1966 para desalojar del poder al entonces presidente Arturo Illia. Llegó hasta el despacho presidencial de la Casa de Gobierno junto al general Julio Alsogaray y al coronel Luis Perlinger, con quienes concretó el golpe militar a la presidencia del dirigente radical.
Aquel día invernal los tres militares se hicieron presentes en la Casa Rosada junto a la guardia de infantería de la Policía Federal. Llegaron a las 5.15 de la mañana. Dos horas después Illía se retiró luego de que los tres le ordenaran hacerlo en reiteradas oportunidades. Al día siguiente, Juan Carlos Onganía asumió la presidencia.
Otro de los sucesos históricos en los que Prémoli fue protagonista está situado en 1969, cuando la Selección Argentina de fútbol debía jugar frente a Perú la clasificación al Mundial de México 70. El entonces coronel era el secretario de informaciones del gobierno de facto que lideraba Onganía y fue el encargado de hablar con los jugadores antes de aquel partido en la Bombonera.
El seleccionado estaba comprometido con el puntaje para lograr la clasificación y Prémoli se comunicó con los jugadores para anticiparles que si le ganaban a Perú les regalarían un departamento a cada uno. El 31 de agosto Argentina empató 2 a 2 con el combinado peruano y se quedó afuera del Mundial.
Una de las últimas imágenes públicas de Prémoli fue este 25 de mayo, cuando se paró sobre Avenida Libertador para saludar el paso del Regimiento de Granaderos que marchaba hacia el Tedeum. Vestido con el uniforme militar hizo la venia ante el paso de los soldados.
Su familia y el consorcio del edificio de la calle Gelly y Obes en el que vivía lo despidieron a través de distintos avisos fúnebres.
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