Leonardo Albajari confesó que hubo quienes no podían comprender la conexión. "¿Por qué desde Argentina?", le preguntaron. Dio la respuesta sin pensar: "Porque somos futboleros, porque la Shoá nos toca muy de cerca, porque a nuestro país llegaron miles de sobrevivientes judíos y jerarcas nazis como Josef Mengele o Adolf Eichmann". La inquietud provenía desde Alemania, donde una realización argentina y futbolera había sido elegida para recibir un premio reservado para proyectos locales.
Lo certifican las condiciones del concurso: todos los trabajos deben ser creados en territorio alemán. "Habíamos buscado hacernos conocidos a través de un mail en el que les contábamos nuestra propuesta. Lo enviamos como una solicitud para hacernos notar, diciendo 'che hola estamos acá'", relató el periodista, investigador, docente e ideólogo del proyecto museológico y educativo.
En el correo viajó -en formato texto y archivos adjuntos- "No fue un juego", una exposición itinerante que narra historias de marginación, persecución y asesinato, de futbolistas, técnicos y equipos en tiempos de barbarie.
Por primera vez en su historia, la Federación Alemana de Fútbol (DFB) decidió entregarle un premio honorífico a un proyecto concebido fuera de los límites del país.
El galardón se llama "Julius Hirsch" y rinde tributo a la historia del primer jugador judío en vestir la camiseta de la selección alemana, perseguido por el nazismo y asesinado en el campo de concentración y exterminio de Auschwitz. Es otorgado por la fundación "Nunca más", dependiente de la DFB, desde 2005 a todo trabajo que colabore con el fortalecimiento de la democracia y bregue por la vigencia de los derechos humanos.
"La idea se me ocurrió a mí como voluntario del Museo del Holocausto de Buenos Aires. La intención era crear una muestra que atraiga un público distinto al museo. Teniendo en cuenta que somos futboleros y que como hinchas a veces naturalizamos la violencia en el fútbol, quisimos acercar la temática del nazismo y Holocausto para que se vuelva a hablar de racismo, de discriminación, de deshumanización", apuntó Albajari.
Seleccionaron once historias de cuarenta posibles. La exposición se nutre de relatos que toman el fútbol para graficar la vida durante el nazismo: la Liga de Terezín, los campeonatos organizados en el campo de concentración con equipos de hasta siete jugadores clasificados por las profesiones, la vida de Mathias Sindelar, la estrella que se negó a jugar para Hitler, los clubes perseguidos y beneficiados por el nazismo, el goleador español que se convirtió en el prisionero 5.656 en Mauthausen o la apasionante historia de Emérico Hirschl, el primer técnico extranjero en dirigir en el fútbol argentino, campeón con River Plate, descubridor de José Manuel Moreno y Adolfo Pedernera, húngaro, judío y obstinado rescatador de sobrevivientes que escapaban de la persecución nazi.
Der argentinischen Historiker Leonardo Albajari erhält den Julius Hirsch Ehrenpreis 2018 für das Projekt "Es war kein Spiel". Zum ersten Mal zeichnet die Jury unter Vorsitz von @DFB_Praesident Reinhard Grindel einen internationalen Preisträger aus. ➡ https://t.co/we93eoeQ73 pic.twitter.com/6VI1mt24Mc
— DFB (Verband) (@DFB) October 31, 2018
La muestra, un proyecto desarrollado por Albajari junto a su equipo de investigadores integrados por Gustavo Asmús, Guillermo Ibarra y Germán Roitbarg, ya fue exhibida en el Museo River Plate, Club Macabi, Museo Sitio de la ex ESMA y la Universidad de la Plata, entre otras instituciones.
La Ciudad de Buenos Aires la declaró proyecto de interés social en defensa de los Derechos Humanos. Tras su publicación, recibieron las propuestas de clubes interesados en reproducir la muestra e invitaciones de escuelas públicas de primaria y secundaria en procura de proveer un debate sobre discriminación y deshumanización con el fútbol como recurso de penetración y abordaje.
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