Aunque participaron decenas de países y se peleó en casi todos los continentes, la Primera Guerra Mundial quedó durante mucho tiempo asociada al choque entre Alemania, por un lado, y la alianza entre Francia y el Reino Unido por el otro, debido al peso estratégico, las tropas movilizadas y la cantidad de muertos y heridos en estos tres países.
En ese contexto, Londres y Berlín organizarán el próximo domingo, cuando se cumplan los 100 años del armisticio que puso fin a la guerra en 1918, y a través de sus embajadas en Buenos Aires, un evento de reconciliación en conjunto para intentar cerrar definitivamente las viejas heridas que dejó el conflicto y que alcanzaron también a la Argentina.
Tendrá lugar en el Cementerio de la Chacarita, donde desde el año 1892 existe un sector de 45.000 metros cuadrados para extranjeros disidentes dividido en un sector británico y otro alemán. Como consecuencia de la guerra, que motivó a numerosos inmigrantes e hijos de inmigrantes asentados en Argentina a volver a pelear en Europa, un cerco vegetal fue levantado en 1920 para separar los dos terrenos de los países enemigos, y tiempo después se construyó un muro como símbolo de la enemistad.
Este próximo domingo 11 de noviembre a las 10:15 de la mañana los embajadores Mark Kent, del Reino Unido, y Jürgen Mertens, de Alemania, inaugurarán un nuevo portón para volver a conectar los dos sectores como en sus inicios y poner fin a una rivalidad histórica de hace 100 años y que se profundizó en la Segunda Guerra Mundial.
También han sido invitados los embajadores de Francia, Pierre Guignard; de Italia, Giuseppe Manzo; de Estados Unidos, Edward Prado; y de Rusia, Dmitry Feoktistov; además del ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad.
Aunque es difícil realizar un conteo preciso, de acuerdo al Archivo Histórico de la Ciudad de Buenos Aires se cree que unos 4.800 argentinos pelearon en el ejército británico, 5.800 lo hicieron en el francés y unos 32.000 en el italiano. No existe un número preciso para los combatientes argentinos que pelearon para las potencias centrales, pero se estima menor debido al bloqueo naval ejercido por los aliados.
Como señaló el historiador y archivista francés Grégoire Champenois en diálogo con Infobae, la participación británica es aún más llamativa considerando que Londres no hizo obligatorio el servicio de sus ciudadanos en el extranjero, como sí lo hicieron Francia e Italia.
"Hay que pensar que la segunda generación [de inmigrantes] tiene un apego muy fuerte con Europa. Y en el caso de Inglaterra, donde no hubo obligación de ir a pelear y eran todos voluntarios, vemos una cantidad muy importante de participantes", señaló, recordando también que cerca del 30% de la población argentina en 1914 había nacido en el extranjero, y que este número llegaba a más de la mitad en la ciudad de Buenos Aires.
La conmemoración del domingo comenzará con una ofrenda floral frente al monumento que recuerda la participación de argentinos en el ejército británico en la Primera Guerra Mundial, según el programa oficial, seguida por el toque de silencio a cargo de la Banda del Regimiento I Patricios del Ejército Argentino y la participación del coro escolar de St George's.
Entonces tomará la palabra el embajador Kent y el Arzobispo de la Iglesia Anglicana de Argentina, Greg Venables, ofrecerá una oración. El embajador Mertens se unirá luego para hacer el corte de cinta y la inauguración del portón que conecta los dos sectores, tras lo cual el acto se pasará al sector alemán, donde el diplomático ofrecerá unas palabras.
"Los embajadores británico y alemán abrirán formalmente la puerta en un acto visible de reconciliación, no solo entre comunidades sino también como una señal para todas las naciones que han luchado guerras en el pasado. La idea del portón provino de ambas comunidades que, desde hace muchos años, recuerdan conjuntamente a los caídos en eventos que incluyen el Día de la Recordación y el hundimiento del Graf Spee", explicó el Comodoro Robin Smith, agregado de Defensa en la Embajada Británica en Argentina, a Infobae.
Para culminar, habrá una actuación del Coro de Colegios Alemanes de Buenos Aires y estudiantes de colegios británicos, estadounidenses, franceses y alemanes leerán cartas escritas por soldados voluntarios argentinos en el frente.
Una guerra devastadora
La Primera Guerra Mundial enfrentó en un principio a las potencias centrales de Austria-Hungría, Alemania, Bulgaria y el Imperio Otomano contra la Triple Entente de Francia, el Reino Unido y Rusia, a la que luego se sumarían Italia y Estados Unidos, entre otros.
Tras cuatro años y tres meses, el 11 de noviembre de 1918 una Alemania al borde del colapso y ya sin aliados pidió el armisticio que puso fin a la guerra que causó casi 20.000.000 de muertos.
El conflicto crearía odios, rivalidades y un revanchismo profundo especialmente entre los alemanes, los británicos y los franceses, que conducirían en parte al surgimiento del nazismo y la Segunda Guerra Mundial.
Basta con ver las bajas de estos países para entender la magnitud de la matanza. Alemania tuvo casi 2.000.000 de muertos y cuatro millones de heridos y mutilados.
En Francia murieron 1.700.000 de personas y hubo unos 4.000.000 de heridos y mutilados, y en el Reino Unido los muertos llegaron a 800.000, con 1.600.000 heridos y mutilados, más otros 120.000 muertos provenientes de los países del Commonwealth.
Los tres países participaron principalmente de los combates en el frente occidental, desde el Canal de la Mancha hasta Suiza, pasando por el noreste de Francia, y cargaron, junto con Rusia y Austria-Hungría, con un número desproporcionado de bajas.
Tensiones latentes
El acto de reconciliación en Buenos Aires se enmarca en una serie de conmemoraciones en todo el mundo por el armisticio del 11 de noviembre de 1918, y llega en un contexto de fuertes amenazas para la integración europea.
El Reino Unido se encuentra inmerso el proceso de salida de la Unión Europea, tras el referéndum en el cual el llamado "Brexit" resultó aprobado por un escaso margen en 2016, y las negociaciones avanzan a paso lento mientras persiste la incertidumbre sobre el futuro de la seguridad en el continente. La salida definitiva está pautada para el 29 de marzo de 2019.
Mientras tanto, el martes el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se refirió a la necesidad de de crear un "ejército europeo" para hacer frente a las amenazas de Rusia y China, pero también ante las repetidas críticas del mandatario estadounidense Donald Trump hacia la OTAN, la alianza defensiva que tras la Segunda Guerra Mundial unió a viejos enemigos europeos y norteamericanos para formar una defensa en común contra la entonces Unión Soviética, hoy Federación Rusa.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: