"Es más grande como ser humano que como artista". Con una simple frase el ex combatiente de Malvinas Julio Aro resumió el alto nivel de compromiso con las causas sociales del ex líder de la legendaria banda Pink Floyd.
El aclamado rockero británico Roger Waters fue distinguido este jueves como Huésped de Honor de la Ciudad de Buenos Aires por la Legislatura gracias a su labor a la hora de acercar a las partes para permitir que los soldados enterrados en las Islas Malvinas sea finalmente identificados. Durante más de 35 años, en las lápidas del cementerio Darwin apenas se podía leer "Soldado argentino sólo conocido por Dios". Hoy, 102 tumbas ya llevan los nombres correspondientes, restan 20.
La historia comenzó cuando la Directora Editorial de Infobae, Gabriela Cociffi, emprendió junto a los familiares y a Julio Aro la lucha por la identidad de los caídos. Ante las dificultades para avanzar con un proceso que necesitaba de un entendimiento y diálogo fluido entre Argentina y Gran Bretaña, optó por pedirle ayuda a Waters. Casi inesperadamente, éste se comprometió con la causa y puso manos a la obra: habló con embajadores, políticos y organismos internacionales hasta que finalmente entre todos consiguieron el objetivo.
Ante la presencia del vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, la abuela de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, familiares de caídos, representantes de la Cruz Roja y ex combatientes, Waters recibió la distinción y aseguró estar "profundamente conmovido".
"Hubiera querido que Geoffrey Cardozo estuviera aquí", aclaró en referencia al coronel británico encargado de enterrar a los soldados argentinos en las islas. La información que él aportó fue clave para el proceso de identificación.
"Hace años recibí un mail de Gaby Cociffi explicándome lo que pasaba", recordó Waters durante su discurso. Entre muchas tratativas, en una oportunidad le escribió a la Asamblea Legislativa de las islas. Según él mismo relató, en esa carta les pidió que consideren lo difícil que hubiera sido para su madre y su abuela, quienes perdieron a sus maridos en la Primera y la Segunda Guerra Mundial, no saber en dónde descansaban sus cuerpos. Al parecer sus palabras tuvieron algún efecto.
"Todo el equipo logró superar las resistencias que había al otro lado del Atlántico", dijo, y aclaró que considera que su rol fue "muy pequeño" en la epopeya. También arengó al público: "Nos faltan 20, pero llegaremos".
Para concluir su discurso, destacó la importancia de que "ninguna gota más de sangre sea derramada" en una disputa territorial. "Hoy aquí hay un profundo sentimiento anti guerra", remarcó con orgullo.
Además de Gaby Cociffi y Julio Aro, también recibieron diplomas de reconocimiento por su tarea el Equipo Argentino de Antropología Forense, el equipo de la Cruz Roja, la Comisión de familiares de Caídos en Malvinas y la Secretaría de Derechos Humanos.
En ese sentido, el secretario Claudio Avruj se comprometió a que el Estado Nacional continuará con los viajes de familiares a las islas a medida que se vayan identificando más cuerpos. "En Derechos Humanos uno de los pilares es la reparación y los seres humanos no somos anónimos", afirmó.
La ceremonia, que tuvo lugar en el Salón Dorado de la Legislatura, comenzó con una interpretación musical de Alejandro Lerner, quien cantó un tema que había compuesto apenas cuatro días tras el inicio de la guerra. El cierre estuvo a cargo de Raúl Porchetto. "Esta canción fue prohibida durante la guerra", explicó antes de entonar Reina Madre.
Una vez concluido el agasajo, Gaby Cociffi reconoció que no dio ningún discurso porque sabía que se quebraría en llanto. "Lo más importante es sentir el dolor del otro. Si todos hacemos eso, todo cambia. Yo no tengo un muerto en Malvinas, como siempre me preguntan, tengo 649", concluyó.
Fotos: Manuel Cortina
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