Un año atrás Rosario tembló por la onda expansiva de un ataque terrorista ejecutado en la otra punta del continente. Minutos después de las tres de la tarde el uzbeko Saypullo Saipov (30) usó el camión que conducía como arma de destrucción contra ocho personas que pedaleaban bicicletas en el bajo Manhattan. Cinco de ellas eran rosarinas. La historia de los amigos que habían viajado a Nueva York para celebrar 30 años de egresados atravesó las pantallas del planeta a la velocidad de internet. A orillas del río Hudson, el FBI comenzaba a investigar el atentado mientras que sobre los labios de otro cauce poderoso, el Paraná, la gente se ahogaba en estupor.
Gran parte de la comunidad rosarina que hizo vigilia alrededor del Instituto Politécnico Superior, donde estudiaron y se conocieron las víctimas, volvió esta noche de miércoles para honrar la memoria de Alejandro Pagnucco, Hernán Ferruchi, Hernán Mendoza, Diego Angelini y Ariel Erlij, bajo un pedido con sentido universal: "Que el amor venza al odio".
A ellos se les sumaron algunos de los cinco sobrevivientes, más las familias de los que murieron, sus esposas y sus hijos, quienes estuvieron acompañados por unas 400 personas que se juntaron en Ayacucho y Montevideo, en el centro rosarino, una de las cuatro esquinas del colegio, que de ahora en más luce un mural hecho con mosaicos que recuerda el atentado ocurrido hace un año.
En ese sitio donde el 31 de octubre de 2017 muchos se congregaron para darse fuerza, este miércoles se montó un escenario con pantalla gigante desde donde se proyectaron videos que homenajearon a los amigos asesinados (incluido uno donde entre otras personalidades aparecen los futbolistas Javier Mascherano, Angel Di María, el músico Fito Páez y el presidente Mauricio Macri), una ofrenda de luces con los celulares al cielo y el cierre musical del trovador rosarino Juan Carlos Baglietto.
"Esto no es un recital. Es otra cosa. Es muy emocionante, estoy como en carne viva. El amor vence al odio, nosotros somos muestra de eso", dijo desde el escenario Baglietto y no pudo hablar más, producto de la conmoción.
El mural que inauguraron fue hecho por Natalia Ferruchi, hermana de una de las víctimas, con la ayuda de decenas de personas y diseñado por el sobreviviente Alejandro Benvenuto. "Originalmente lo dibujó y se lo tatuó, pero nos impactó tanto que pensamos en convertirlo en un mural en el frente del colegio", explicó a Infobae Ana Evans, viuda de Hernán Mendoza.
Ferruchi usó la técnica de mosaiquisimo. A pesar de que no fue fácil lograr el permiso de las autoridades del colegio, la persistencia de los familiares de las víctimas lo hizo posible. "No es un homenaje a ellos, ese lo hacemos todos los días en casa. Es algo más, un mensaje que queremos que se expanda y llegue a todos", comentó Evans.
El mural muestra la silueta de Nueva York. Debajo, a la izquierda, está el logo del colegio Politécnico, desde donde se desprenden diez pedazos (los diez amigos que viajaron) que confluyen en el símbolo del infinito (un ocho acostado) que además forma las ruedas de una bicicleta. De allí nacen diez palomas, y cinco de estas vuelan, mientras las otras se quedan en el suelo. Arriba dice "31 de octubre de 2017. Eternamente diez".
"Es un grupo muy piola, heterogéneo pero unido por los lazos de amistad en la escuela y en la Facultad. El homenaje fue muy bueno y nos sirve a todos. Algunos los recordamos y nos desahogamos. Fue triste pero era super necesario para que no quede en el olvido", comentó Claudio Carranza, integrante del grupo de amigos que no viajó a Nueva York.
Los honores habían comenzado unas horas antes, detrás de los muros del Politécnico, donde hubo una reunión íntima de la que participaron los sobrevivientes y sus familias, los seres queridos de las víctimas, autoridades del colegio, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, la intendenta de Rosario, Mónica Fein, y el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, también egresado del Politécnico.
"Esto también es un mensaje para los políticos, esto recién empieza. Y que se atajen porque tenemos mucho power. Vamos a mostrar energía, y no nos para nadie. Ni el odio, ni el rencor, ni el resentimiento que los terroristas nos tiran en la cara. Si nos quieren ver tiradas, llorando, no lo lograron. Consiguieron el efecto contrario", comentó Evans a este medio.
Los amigos sobrevivientes eligieron rendir honores a sus amigos en silencio. Hace un año eran protagonistas de la peor tragedia de sus vidas. Bajo el escenario estaban Juan Pablo Trevisan, Alejandro Benvenuto e Iván Brajkovic, quien finalmente elaboró una reflexión en un breve diálogo con Infobae.
"Fue muy emotivo, vimos el cariño que no pudimos sentir cuando estábamos allá. Lo vimos reflejado hoy en la gente", comentó Brajkovic, quien confesó que para él esta fecha no es un "segundo nacimiento", a pesar de haber sobrevivido por centímetros del impacto del camión conducido por el terrorista: "Es un día en el que se fueron cinco amigos. Fue un año muy duro".
Seguí leyendo: