Una carrera se transformó en una enseñanza que alumnos universitarios nunca olvidarán

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El video no es nuevo, tiene algunos meses, pero esta semana se viralizó en redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea.  Lo importante no es la fecha de su creación ni  la identidad de la primera persona que lo publicó. Tampoco la cantidad de veces que se lo pudo haber visto. Lo más fuerte es la claridad y la vigencia de su mensaje.

En el registro, se puede ver a un profesor en un campus universitario de los Estados Unidos organizar una carrera. El premio es tentador: quien primero llegue a la meta se llevará 100 dólares. Los jóvenes que participan de la actividad se miran, se emocionan y se preparan para empezar a correr.

Sorpresa. No es una carrera tradicional. Antes de autorizar la largada, el entrenador empieza a enumerar una serie de condiciones que -en apariencia- le darán cierta ventaja a los participantes que se sientan identificadas con ellas.

"Dos pasos al frente si tus papás siguen casados", grita el profesor. Algunos estudiantes con más timidez que otros cumplen con la consigna y avanzan en la pista de carrera. "Dos pasos adelante si creciste con una figura paterna en el hogar", ordena el instructor.  Un par de jóvenes sonríen y avanzan, otros comienzan a quedar atrás con cierta desilusión porque creen que pierden ventaja en la competencia por los ansiados 100 dólares.

La mecánica se repite una y otra vez.

– Dos pasos al frente si tuviste acceso a una educación privada.

– Dos pasos al frente si tuviste acceso a un tutor gratis cuando estabas creciendo.

– Dos pasos al frente si nunca tuviste que preocuparte porque te corten el servicio de telefonía celular.

– Dos pasos al frente  si nunca tuviste que ayudar a mamá o a papá con los recibos.

– Dos pasos al frente si no fue debido a tu habilidad atlética que no tiene que pagar la universidad.

– Dos pasos al frente si nunca te preguntaste de dónde iba a salir tu próxima comida.

Finalizada la introducción, se configura una grilla de partida escalonada para la carrera por los 100 dólares. Los estudiantes cuyas historias de vida les permitieron sentirse identificados con las sentencias del profesor, quedaron más cerca de la meta y con más chances de ganar la competencia.

Pero de repente, todo cambia. "Ahora quiero que se den vuelta", los invita. Quienes estaban primeros, quedaron en el fondo. Todos se miran. Están perdidos, sorprendidos… pero segundos después escucharán un mensaje de su conductor que los marcará de por vida.

Cada declaración que he hecho, no tiene nada que ver con cualquier cosa que alguno de ustedes haya hecho. No tiene nada que ver con decisiones que hayan tomado.

– Todos sabemos que esta gente aquí tiene una mejor oportunidad de ganarse esos 100 dólares (señala a quienes más habían avanzado en la pista). ¿Eso significa que las que quedaron atrás no pueden correr? No

– Seríamos tontos al no darnos cuenta que se nos han dado más oportunidades. No queremos reconocer que tenemos una ventaja, pero la realidad es que ha sido así.

– Ahora, no hay excusa. Ellos tienen que correr su carrera, pero quien sea que gane estos 100 dólares, creo que sería extremadamente tonto de su parte no utilizar eso y aprender más acerca de la historia de otra persona.

– Porque la realidad es esta: si esta fuera una carrera justa, y todos estuvieran allá atrás en esa fila, les garantizo que uno de estos tipos negros aniquilaría a todos -en alusión a quienes no habían podido avanzar ni siquiera dos pasos-. Y es solo porque tienen esta ventaja tan grande que posiblemente ganarán esta carrera llamada vida.

– Esta es una fotografía de la vida, damas y caballeros. Nada que hayas hecho te ha puesto en la ventaja que estás ahora.

Finalmente se larga la competencia y una de las personas que no había realizado ningún paso extra terminó llegando antes a la meta. Se quedó con los 100 dólares, pero el premio y la victoria son una excusa.

El ganador, el resto de los chicos que estuvieron en el campus y probablemente muchas de las millones de personas que vieron el video en todo el mundo se quedaron con una enseñanza única sobre las desigualdades y el valor del esfuerzo en la carrera que más importa, la de la vida.

"Si no aprendiste nada de esta actividad, eres un tonto", dice el profesor una vez terminada la carrera. El mensaje interpela a todos.

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