La Iglesia Católica de Salta atraviesa por estos días su peor momento. Los dos curas detenidos en las últimas semanas tras ser acusados de abuso sexual ponen en jaque a la institución en una de las provincias con un gran número de fieles. A esto se suma el caso de otro religioso que espera fecha de juicio y otros que están en la mira de la Justicia.
El más reciente de los escándalos estalló esta semana después de la detención del ex cura Emilio Lamas, acusado de violación de menores. Se trata de un sacerdote de 68 años, que cayó tras ser denunciado por Juan Carlos García, un ex monaguillo de la iglesia de Rosario de Lerma, quien expuso los horrores al que fue sometido hace 27 años. "Hacía que lo toque y me empezó a violar", se lo escucha decir al hombre en un audio difundido por Infobae el 30 de septiembre pasado.
Pero no fue el único hecho que involucró a Lamas. El religioso también fue acusado por Carla Fernández Morales, quien vive en Buenos Aires y que también habría sido violada cuando era un niño y antes de que asumiera su identidad trans. Este medio dialogó con ella y contó su calvario. "Fui violada y yo sentía que había hecho algo mal", dijo la víctima.
El impacto fue tal, que obligó al Tribunal Eclesiástico a reunirse de urgencia para resolver la cuestión, de acuerdo con información del diario El Tribuno de Salta, y en sólo cinco días decidieron expulsar a Lamas. "El tribunal colegiado ha entendido por unanimidad que las acusaciones eran ciertas en su esencia", dice parte del dictamen.
Pero no sólo la condena fue en el ámbito interno de la Iglesia. La Justicia avanzó en la investigación y la jueza de Garantías 8, Claudia Puertas, ordenó la detención de Lamas bajo la carátula provisoria de delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por ministro de culto reconocido y por la guarda, en concurso real con abuso sexual simple agravado por ser cometido por ministro de culto, reconocido en tres hechos sobre la misma víctima (García).
El fiscal penal Sergio Federico Obeid, de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, había pedido su detención en la audiencia de imputación, en la que el ex sacerdote –acompañado por un abogado particular– se negó a declarar.
Otro detenido y uno que espera fecha para ser juzgado
Sólo un día después de que Lamas fuera expulsado de la Iglesia y que el ex monaguillo se presentara a declarar ante el fiscal Obeid, en la provincia Tucumán fue detenido el cura Nicolás Parma, un ex miembro del instituto religioso "Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista". Según recuerda El Tribuno, se trata de colegio fundado por el sacerdote Agustín Rosa Torino, quien a su vez espera ser juzgado por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante contra dos ex novicios de su congregación.
Parma fue acusado por las mismas personas por hechos similares que ocurrieron en Puerto Santa Cruz, provincia de Santa Cruz, a donde el instituto religioso tenía una sede. Por ese motivo, al cura lo trasladaron al sur del país donde se tramita la causa a cargo de la jueza Noelia Ursino.
Oriundos de Cafayate y Buenos Aires, los ex novicios declararon que durante los cuatro años que permanecieron en Santa Cruz fueron víctimas de abusos sexuales por parte de Parma, a quien todos conocían como el "padre Felipe". Después de que pidieran volver a sus domicilios, el sacerdote los envió a Salta para que se pongan a disposición de Rosa Torino.
Allí todo empeoró. Este último no solo les exigió que olvidaran y que perdonaran a Parma por los abusos, sino que los sometió a más abusos. La única salida que les quedó a las víctimas fue escapar de la sede salteña del instituto.
El jueves, la fiscal de Graves Atentados contra la Integridad Sexual de Salta, Luján Sodero Calvet, le pidió a la jueza Garantías Ada Zunino la elevación a juicio de Rosa Torino. La funcionaria dijo que la pericias "dan cuenta de la existencia de graves secuelas en la psiquis de los denunciantes, lo que permite inferir que se ha afectado su integridad psicofísica y sexual".
Por último está el caso de Néstor Aramayo, un cura que se desempeñó durante varios años en la parroquia María Reyna de barrio El Tribuno, también en Salta, que fue acusado de abuso sexual. El religioso fue suspendido en marzo del año pasado por el Tribunal Eclesiástico y la Iglesia le aplicó una sanción de dos años de suspensión en el ejercicio del ministerio y la docencia. Castigo que vence dentro de 5 meses.
La mujer que lo denunció contó que sufrió los abusos por parte de Aramayo, cuando tenía 14 y 18 años. Dijo que los ataques ocurrieron en distintas situaciones, que no hubo acceso carnal, aunque sí tocamientos en sus partes íntimas y presiones psicológicas. "Mientras cumple con la pena está haciendo tratamiento psicológico", explicó el juez del Tribunal, Loyola Pintos y de Sancristóval, al referirse al acusado.
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