El 12 de septiembre de 2018, Corina de Bonis, docente en el Centro Educativo Complementario 901, denunció que tres hombres la secuestraron y la amenazaron cuando salía de su trabajo. De Bonis relató que la interceptaron a bordo de un vehículo color rojo el día anterior, cerca de las 17. Dijo que dos se bajaron y mientras el restante esperaba, le pegaron una trompada, obligándola a subir al auto. Y agregó que dentro del auto le siguieron pegando, le pusieron una bolsa en la cabeza y le escribieron con un punzón en el abdomen "no a las ollas".
A raíz de ese hecho, unos días después la Fiscalía 1 de Moreno le tomó declaración a María Fuentes, vicedirectora del Centro Educativo, quien por ese entonces manifestó "haber recibido amenazas previas a través de llamados telefónicos". La Justicia investigó y en el día de la fecha le comunicó la imputación en la causa "por falso testimonio. Se corroboró que no existió la amenaza telefónica del 21 de septiembre pasado que la vicedirectora Fuentes había denunciado en su declaración", explicó a Télam el fiscal Leandro Ventricelli.
"Fuentes declaró haber recibido una amenaza telefónica en la escuela, precisó una del 21 de septiembre. Se relevaron todas las llamadas, origen y destino, tiempo de duración y declaraciones testimoniales y se encontraron absolutas inconsistencias", afirmó Ventricelli.
Fuentes también declaró ante los medios que desconocía quiénes habían protagonizado el ataque, al que calificó como una "amenaza vil y cruel". También explicó la función del Centro Educativo: "La olla cobró vida porque se nos terminaron los alimentos y la comunidad fue acercando".
La vicedirectora deberá presentarse nuevamente a declarar en la causa que lleva la jueza Celina Ardonain. En la Fiscalía indicaron que, por ahora, “no quedaría detenida”. Si la Justicia falla en su contra, la pena por falso testimonio es de 1 a 4 años, aunque fuentes judiciales precisaron que “puede llegar a 6 años si concursa con estafa procesal”.
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