En General La Madrid si se habla del uso medicinal del cannabis no hay grieta de nada. Bomberos, docentes, bibliotecarias, el cura, padres, madres, hijos, médicos y enfermeros, radicales, peronistas están todos de acuerdo en que la vieja planta prohibida ayuda a los doloridos. La comunidad barrió con los prejuicios y sus representantes en el gobierno, los concejales, votaron días atrás, de forma unánime, autorizar al intendente a cultivarla.
"Este Municipio tiene como objetivo convertirse en el primer pueblo autorizado al cultivo de Cannabis, con fines de investigación médica y científica, que pretenda demostrar la eficacia de los principios activos del Cannabis en las distintas patologías", dice uno de los párrafos de una breve ordenanza firmada por los 12 integrantes de Concejo Deliberante de este pueblo agroganadero del sudoeste bonaerense.
Fue un mensaje de apoyo a una propuesta que nació durante la campaña del ahora jefe comunal, Martín Randazzo (radical vía Cambiemos), junto a Marcelo Morante, vecino de este pueblo, y el primer médico en estudiar los efectos de la marihuana en el ámbito académico de la Universidad Nacional de La Plata. Ahora aquella idea se convirtió, a partir de la empatía con casos de mejoría dentro de la comunidad, en una política de Estado que borró las diferencias.
Parece extraño que en un lugar de 10 mil habitantes, cuya población joven es más bien baja producto del exilio estudiantil, exista un apoyo casi total al desarrollo medicinal del cannabis. No es tan extraño. En General La Madrid la planta de marihuana pasó de ser un demonio a una esperanza hace dos años, cuando el pueblo escuchó la historia de los hermanos Morante. Mariela, hermana de Marcelo, relató sus padecimientos por la enfermedad neurolupus y también cómo cambió su calidad de vida cuando empezó a consumir aceite de cannabis.
Después de eso, en 2016, el Concejo Deliberante -presidido por Carlos Morante, el tercero de los hermanos- votó una resolución que pedía al Ejecutivo nacional una ley que permitiera el uso del cannabis con fines médicos. Y ahora, en el comienzo de la primavera de 2018, los concejales volvieron a manifestarse, con la idea de empezar a dar respuestas a una demanda no satisfecha con la ley que finalmente se votó.
"Pese a contar con dichos preceptos legales, en la actualidad la Provincia de Buenos Aires no ha avanzado sobre su implementación", según dice la ordenanza, el Concejo autoriza al Ejecutivo a "suscribir convenios" en el marco del Programa nacional para el estudio y la investigación de uso medicinal de la planta de cannabis, creado con la ley y "realizar todas las gestiones necesarias para que el Municipio de General La Madrid obtenga la autorización para cultivar cannabis a los fines del mencionado Programa".
Lo que pretende Randazzo y todo el pueblo es sembrar y cosechar diferentes cepas de cannabis para que puedan con estas fabricarse aceites que sirvan para las diferentes dolencias donde las moléculas de la planta funcionan (desde epilepsia refractaria a fibromialgia, desde artrosis a cáncer). El Municipio ya tiene seleccionados tres espacios que serían puestos a consideración de las pautas que meses atrás estableció el Ministerio de Seguridad.
De aprobarse, La Madrid sería, junto con la provincia de Jujuy, donde el Gobierno anunció que cultivarán, aunque todavía no arrancó, los dos estados por ahora autorizados para comenzar con el cultivo.
"Enfocamos a trabajar con un proyecto que tenga las patas del INTA y CONICET, en conjunto con médicos especialistas, como Silvia Kochen en epilepsia refractaria. Generaríamos producción, podríamos cultivar para universidades que quieran estudiar dolor", comenta a Infobae Randazzo, y proyecta: "De prosperar podríamos tener nuestro propio centro de salud, de investigación". En La Madrid hasta imaginan espacios de estudio y desarrollo de la planta para su uso textil, popularmente conocida como cáñamo.
No obstante, admite el intendente, lo más próximo y posible sería generar cepas que funcionen con epilepsia refractaria, ya que, llamativamente, es la única dolencia autorizada por el Poder Ejecutivo para tramitar importación de aceites.
"Queríamos aprobarlo por unanimidad", admite Carlos Morante, de Cambiemos, y presidente del HCD. "Podríamos haberla sacado de prepo, con la mayoría. Pero acá no hay egos. Acá todo el mundo está de acuerdo. La Madrid está diciendo que existe en el mapa y quiere ser parte y luchar por este tema, que es nacional. Estamos decididos a hacerlo y hacerlo bien", agregó.
Los concejales autorizaron también al gobierno de La Madrid "a desarrollar el primer cultivo comunitario de cannabis con fines medicinales y de investigación científica" bajo el cumplimiento de la ley. Randazzo pensó en tres terrenos, todos ubicados en la zona del Parque Industrial local; dos son menores a una hectárea y otro tiene 25.
Lo que el Intendente busca es dar todas las garantías para que Seguridad -la cartera del Gobierno más preocupada en los cultivos- considere esos espacios, que obviamente tendrán custodia. "Quiero generar algo que nos abra la puerta para hacer la plantación legal. Y después crecer", dice.
En La Madrid ven la oportunidad del cannabis mucho más allá de la cuestión asociada a "las drogas" y el narcotráfico. Estudiaron el tema y saben que el potencial económico es un factor que puede ser determinante para el desarrollo de este pueblo en un futuro cercano.
"El apoyo del Concejo es fundamental. Es la representación de toda la comunidad. Están todos los bloques, desde Cambiemos hasta Unidad Ciudadana. Acompañan convencidos de que es un punto importante. Además de que es una causa noble, también nos puede cambiar la vida, la sustentabilidad. Si logramos esto, La Madrid cambia. Y no conocemos el techo", se envalentona Randazzo.
"El intendente hizo una política de campaña y de gestión, desde nuestro espacio tenemos la misma posición. Todos queremos generar un espacio de desarrollo y de investigación para mejorar la calidad de la vida", adhiere uno de los referentes de la oposición, el concejal Gastón Ortiz, del bloque peronista PJ-FPV-UC, y agrega: "Nuestro bloque tiene la seguridad de que el Estado manejando estas cuestiones será garantista de muchas situaciones, que se realice el producto con calidad y que llegue a toda la gente".
Uno de los planes del Municipio de La Madrid es trabajar en conjunto con el equipo de la Facultad de Exactas de la universidad platense, que semanas atrás activó un cultivo experimental para conocer mejor las virtudes químicas de la planta y sus usos paliativos. Y valerse del intercambio de información con los cultivadores solidarios, que son quienes, además de sostener actualmente la demanda, han experimentado con diversas cepas y nuevas genéticas.
"Lo bueno de esta situación, que tiene un valor histórico, es que todos entendimos de qué se trata. Seremos un pueblito pero queremos ayudar. Hay que darle bola a la ley y al tema. Nos cargaron, nos dijeron faloperos, pero seguimos bancando el proyecto", comenta Morante y reclama al Gobierno nacional que le dé funcionamiento a la ley actual: "Estamos esperando que la ley empiece a dar respuesta. La gente necesita una respuesta".
Para Randazzo se trata de un proyecto estratégico para la comunidad, una idea que logró borrar grietas. "La Madrid tiene atravesado el tema transversalmente como algo importante. Es un paso hacia adelante como comunidad y como proceso político, hacerlo en conjunto", explica el Intendente y avisa, para que no queden dudas: "No queremos que se asusten, esto es algo bueno".
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