El flyer ofrecía un concurso exclusivamente "para ellas". El boliche Krapson de San Pedro promovió, a través de su cuenta de Instagram, una polémica iniciativa para que las mujeres fueran el pasado viernes a la disco. "¡Para ellas! Si venís con una tanga roja, consumís gratis", se leyó en un cartel que fue compartido durante algunas horas y fue repudiado por las seguidoras y los seguidores.
El escrache hizo hincapié en la cosificación y la violencia hacia las mujeres contenida en el mensaje. El bar boliche funciona en Pellegrini al 840 y, según los medios locales, lleva en su haber varias clausuras por presencia de menores.
"¿Me estás jodiendo, Krapson? Supongo que esto es una joda", comentó una joven, que compartió la imagen y fue denunciada por miembros del staff. "Sin palabras, San Pedro cada día me das más asco y vergüenza, apología a la violación, al machismo, a tomar a la mujer como objeto sexual para el disfrute del otro", publicó otra mujer. "Un asco, basta de cosificarnos. No somos tu producto de marketing", añadió otra seguidora de la cuenta que el boliche tiene en Instagram.
La estrategia del marketing del boliche causó el efecto contrario. Según La Opinión Semanario de San Pedro, fue una maniobra para que el boliche, que lleva varias semanas clausurado por la presencia de menores, reabra con la totalidad de su capacidad garantizada.
El movimiento de mujeres Minerva Mirabal, perteneciente a la localidad bonaerense, publicó un texto para alertar sobre ese tipo de prácticas, alertando "a la población con respecto a la estrategia comunicacional que apoyada en estigmatizaciones ancestrales, ubica a la mujer y a su cuerpo como moneda de intercambio para sus especulaciones económicas. Continúan con la vieja usanza de ofrecer dinero a cambio de sexo a jóvenes concurrentes a espacios nocturnos por el solo hecho de tener un cuerpo de mujer".
El comunicado agregó: "Por lo tanto, alertando sobre el riesgo de estimular violencias de género mediante un discurso que dice que las jóvenes allí presentes concurren ya anticipadamente como un objeto de consumo de las personas que van a ingresar atraídas por dicho mensaje. Es la construcción clara y concisa que atenta contra la integridad y los cuerpos de las mujeres. Este modelo comunicacional empresarial, no solamente es voraz, sino que intenta pasar por encima cuestiones de ética, de respeto a las personas y fundamentalmente, sobre cuestiones de género y estigmatizaciones que tanto daño y tantas vidas han costado en el país y en el mundo. Basta de violencia hacia las mujeres. Basta de machisimo. El patriarcado se va a caer".
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