El director de la Fundación Huésped Pedro Cahn explica que los adultos mayores "están en el grupo que se diagnostican más tardíamente" el virus del HIV "porque no se consideran en riesgo y cuando se sienten mal van al médico y les empieza a buscar otra enfermedad y tardíamente se les hace el test".
En torno a la ley de Educación Sexual Integral, critica la nueva campaña de "Con mis hijos no te metas" para que no se aplique la legislación vigente y denuncia que "hay provincias enteras donde la ley de educación sexual es letra muerta".
Además, el infectólogo cuestiona la decisión del gobierno nacional de pasar al ministerio de salud a la categoría de secretaría: "La salud no es tan importante como seguridad. Le han quitado presupuesto a algunas áreas de salud y educación para pasárselo al Ministerio de Seguridad", subrayó
-¿Qué balance hace del debate sobre el aborto y el resultado final?
-No es resultado final sino parcial porque que en la Argentina va a haber una ley de interrupción voluntaria legal del embarazo, no hay ninguna duda. Hubo una época en la que se discutía si iba a haber una ley del divorcio y hubo, tenemos una ley de identidad de género, de matrimonio igualitario, de educación sexual integral, a pesar de que se la está intentando combatir. Tenemos una ley de salud sexual reproductiva, vamos a tener una ley de interrupción del embarazo.
-¿Por qué piensa que no se aprobó?
-Creo que hubo muchas presiones sobre los senadores, particularmente en algunas provincias, con amenazas, con escraches, con actitudes violentas, pero consiguieron dilatar la cuestión. Hasta los más recalcitrantes celestes, por llamarlos de alguna manera, no tienen duda de que la ley del aborto va a ser ley porque es importante aclarar bien esta cuestión: nadie está a favor del aborto. Desde Fundación Huésped hicimos una intensa campaña a favor de los derechos de las mujeres para que puedan decidir.
-¿En qué consistió?
-Queremos, como dice la consigna, educación sexual para que la gente esté informada y, en todo caso, acceso a la anticoncepción para no tener que abortar. Pero las mujeres que se ven confrontadas a la situación del aborto tienen dos opciones: si están en una situación económica que les permite pagar se internan en una paqueta clínica de Barrio Norte con un diagnóstico de biopsia de endometrio; mientras que las que no, apelarán al perejil, a la aguja de tejer, a las sondas y terminarán internadas en terapia intensiva con severos cuadros que determinan la muerte en muchos casos.
-En Uruguay tuvo que pasar tres veces por el Congreso hasta convertirse en ley, ¿usted dice que éste es el primer capítulo?
-No tengo ninguna duda. Cuando se dio la gigantesca movilización con esa ola verde realmente fue emocionante la noche en la que se debatió en el Senado. Yo estuve en la calle, hacía frío, me empapé como todo el mundo, pero veías la cantidad de chicas jóvenes que estaban ahí, muchas adolescentes que por ahí ni siquiera se vieron enfrentadas a esa situación pero que estaban efectivamente luchando por sus derechos. Ese empoderamiento de las mujeres jóvenes no tiene vuelta atrás.
-El debate generó una especie de grieta entre "verdes" y "celestes" que dio lugar a reacciones violentas de las que La Fundación Huésped también fue víctima.
-Tuvimos una serie de pintadas en un acto cobarde con consignas tan democráticas como "El aborto no se debate se combate", "Aborteros genocidas", todo con pintura celeste. Lo que pudimos sacar con removedor ya lo sacamos, y lo que estaba sobre las paredes habrá que pintarlo y punto. Lo más preocupante es el mensaje, estamos hablando de un derecho, no de una obligación. No estamos a favor de que se obligue a las mujeres a abortar, pero si no se puede evitarlos tienen que ser abortos en condiciones sanitarias que no comprometan la salud de la vida de las mujeres.
-¿Hay hechos similares en consonancia con esos mensajes?
-Ahora tenemos esta campaña "Con mis hijos no te metas", como si un chico no tuviera el derecho de conocer la anatomía y la fisiología de su cuerpo, y de saber que tiene que protegerse. Con tantos casos de abuso sexual sobre menores, inclusive en algunas instituciones religiosas, todo lo que hace a la educación sexual y al respeto por el propio cuerpo es una práctica preventiva. Sin embargo hay un movimiento diciendo: "A mis hijos yo soy el que le va a decir qué tiene que aprender de educación sexual". No hacen eso con geografía, con historia… ¿por qué razón lo van a hacer con educación sexual?
-Muchos médicos decían que no iban a practicar el aborto por más que fuera legal.
-La objeción de conciencia es absolutamente respetable, siempre y cuando te anotes en el registro de objetores de conciencia, como preveía el proyecto de ley, por lo cual estás inhabilitado para hacer abortos a la mañana en un hospital y también a la tarde en el sector privado. Hay gente que tiene una doble moral: cuando es gratis no lo hago, cuando me pagan, lo hago. Suponiendo que sea gente que realmente no lo quiera hacer, tiene el derecho a anotarse en el registro de objetores, lo que no se puede hacer es impedir el acceso a la práctica.
-Usted llegó a comparar esos médicos con los que no querían atender a pacientes con HIV.
-Cuando me preguntaban si un médico tiene derecho a negarse a atender un paciente con HIV, yo respondía que sí, pero lo primero que tiene que hacer es cambiar de profesión. Si yo tengo un incendio, vienen los bomberos y dicen: yo entraría pero el fuego me da un miedo… bárbaro, sacate el casco y dedicate a otra cosa. En este caso de la interrupción voluntaria legal del embarazo, se le dio la chance de que los médicos que realmente tienen objeción de conciencia para no violentarlos se anotaron en un registro, o sea que eso estaba previsto.
-¿Todavía hay médicos que no quieren atender a pacientes con HIV?
-No en una forma explícita, pero es muy frecuente que los pacientes vengan y te cuenten que van a ver a un cirujano o a un dentista, y cuando el paciente le dice que quiere aclararle que tiene HIV algunos le dicen: "Bueno, hay que ver si es tan urgente el procedimiento", y le empiezan a dar vueltas. Son pocos, porque se ha ido comprendiendo que cuando se trata de tocar la sangre, o de hacer un procedimiento invasivo con cualquier paciente, hay que cuidarse por igual, porque yo puedo ser HIV negativo hoy pero puedo ser HIV positivo a partir de esta noche.
-Y podés no saberlo.
-Como no lo sabe un tercio de las personas que vive con el virus en nuestro país. Además, hay infecciones que son más fácilmente transmisibles como la Hepatitis B y, en general, de eso no se habla. Hay que separar bien una objeción de conciencia frente a una práctica que todavía genera cierto debate, versus la negativa de atender a pacientes porque tienen situaciones de riesgo. Yo elegí una profesión que tiene mucho retorno positivo para mí, en la relación con los pacientes. Me resulta apasionante lo que hago pero sé que corro un riesgo.
-¿Cómo ve la salud en general teniendo en cuenta la decisión del Gobierno de que el Ministerio de Salud pasó a ser una Secretaría?
-El concepto de salud trasciende al tema de "estoy enfermo me tomo un medicamento". Incluye la totalidad de lo que hace al bienestar físico, mental y social de las personas. Muchas personas están mal desde el punto de vista social y eso genera, al mismo tiempo, repercusiones sobre su salud mental y su salud física. Cuanto peor es la crisis económica y más exclusión social hay, la pobreza genera enfermedad y la enfermedad genera pobreza. Se retroalimentan.
-¿Y en torno a la medida gubernamental?
-Es una señal muy fuerte de parte del gobierno nacional de degradar el ministerio de Salud a Secretaría. Si no se van a tocar los presupuestos, ¿para qué se degrada el ministerio?, ¿se quiere mandar una señal de que salud, ciencia, tecnología y cultura son menos importantes que Seguridad, interior y no sé qué otro ministerio? Quien conoce cómo funciona la gestión pública, el hecho de que salud se abra a una secretaría implica que haya una firma más para cualquier tipo de adquisición, licitación, compra de emergencia, o lo que sea.
-¿Qué más implica?
-De por sí te quita autonomía ejecutiva y celeridad en la ejecución. Convengamos que el Estado nacional nunca se caracterizó por ser Pepe, el rápido a la hora de resolver. Muchas situaciones burocráticas se van complicando, más los controles necesarios para evitar actos de corrupción que hacen que el Estado compre con mecanismos pesados y tardan mucho en pagar, por lo cual los proveedores le aumentan los precios.
-¿Qué está pasando con los medicamentos de HIV?
-Por el momento no hemos tenido faltantes. Hay que tener en cuenta que las compras se organizan en febrero-marzo, de modo tal que estamos transitando el año con compras que ya se hicieron.
-Con compras suficientes para este año.
-Con compras suficientes para este año, nos han asegurado que el presupuesto está blindado, no tengo por qué creer que no. Pero quiero ver qué es lo que pasa en la práctica. Además, hay que tener en cuenta que el presupuesto es eso con un dólar a 25, y el dólar está a 40… y no sabemos a cuánto va a llegar, de modo tal que ese presupuesto, ya de por sí, aun cuando esté blindado, queda viejo, porque muchos de los insumos que se utilizan en salud son importados. Y no creo que el importador absorba los costos de la devaluación, al menos no totalmente.
-Habló recién de la ley de Educación Sexual Integral, que también hay un vaciamiento en el sector del ministerio de Educación que la aplicaba.
-Así es.
-¿Se están entregando los preservativos?
-Los preservativos se compran por vía del ministerio de Salud y este año, tengo entendido, que están cubiertos.
-¿Y se reparten?
-Desde nación van a las provincias. El problema es que en algunas están guardadas bajo siete llaves y no se distribuyen. En mi hospital, que es el Fernández, nos llegan de Ciudad los preservativos todos a Infectología, lo cual está bien, pero hay que poner en el consultorio de adolescentes, en el consultorio de clínica médica. Preservativos no necesita solamente la gente que ya vive con HIV. Era un tema de falta de comprensión de quien tenía que distribuir dentro del hospital, pero hay provincias enteras donde la ley de educación sexual es letra muerta.
-¿La religión juega un rol importante ahí?
-Tenemos una provincia como la de Salta, que hasta que salió el fallo de la Corte Suprema, daba educación religiosa obligatoria. Estamos hablando de discutir en el siglo XXI cosas que se resolvieron en otros países en el siglo XIX.
-¿Hay mayor conciencia sobre el uso de preservativos?
-No hay buenos estudios sobre eso. Están creciendo más las enfermedades de transmisión sexual entre la gente joven. Hay dos grandes grupos, por un lado adolescentes y adultos jóvenes, y por el otro, adultos de más de 50 años. Eso tiene que ver con que hay una mayor actividad sexual entre los jóvenes y adolescentes, pero también que los mayores de 50 empiezan una segunda vida. Creo que era Woody Allen que decía que la institución más perfecta que había creado el ser humano era la del matrimonio, pero la creó cuando la gente se moría a los 50 años.
-¿Qué pasa con los adultos mayores?
-La gente se separa, empieza una nueva vida social y sexual, no se considera en riesgo porque ésta es una enfermedad de jóvenes y, de pronto, contrae una infección y no es consciente de eso. Los adultos mayores están en el grupo que se diagnostican más tardíamente, eso pasa en todo el mundo, no solamente en Argentina. No se consideran en riesgo y cuando se sienten mal van al médico, y les empieza a buscar otra enfermedad, otra patología, diabetes, cáncer, lo que sea, recién más tardíamente se les hace el test de HIV.
-¿Y cómo es el uso del preservativo según la franja etaria?
-Ese grupo no es propenso a usar preservativo, los más jóvenes tampoco tienen una noción de la gravedad de lo que significa contraer HIV porque lo que ven ahora es algo cierto: te pescás HIV tomás una pastilla y no te morís como era antes. Hoy es una enfermedad crónica. El hecho de tener que tomar una pastilla todos los días por el resto de tu vida, porque hasta el día de hoy no tenemos cura, es una mochila muy pesada. Por mejor que sean los tratamientos para HIV, lo mejor es no pescárselo.
-Hoy no te morís de sida, excepto que no tengas el tratamiento.
-Pero para eso tenés que saber que tenés HIV, y tenés que testearte.
-¿Da mucho miedo todavía ir a pedir el análisis?
-Depende, alguna gente es muy temerosa. Tenemos casos de quienes vienen a hacerse el análisis y nunca a retirar el resultado, por eso ahora estamos promoviendo el testeo rápido.
-¿Cómo es eso del testeo rápido?
-En Fundación Huésped tenemos todas las tardes, de lunes a jueves, un consultorio gratuito donde te hacen un pinchacito en el dedo, como el test de glucemia para los adultos, y en 20 minutos te decimos si dio positivo o negativo. Si dio negativo te vas a casa, si dio positivo te vamos a sacar sangre para hacer tu test confirmatorio. Pero podemos tener una respuesta más o menos inmediata. Al paciente de HIV positivo confirmado se le ofrece iniciar inmediatamente el tratamiento
-Si tuviste una relación de riesgo, ¿cuándo podés hacerte el análisis para saber si te contagiaste?
-Te diría que los test que estamos usando ahora, no los que demoran un poco más, pero el clásico test ELISA de cuarta generación, a partir del día 12, 13, 14, te va a dar positivo.
-Ese es el que tarda más.
-Sí, pero si te dió negativo, de todas maneras, te aconsejamos que dentro de los tres meses te hagas un segundo test por si justo tu situación inmunológica hizo que los anticuerpos todavía no se hayan manifestado.
-O sea, puede haber un falso negativo y puede haber un falso positivo.
-Los falsos positivos son raros pero puede haber falsos positivos. Por eso hacemos la prueba confirmatoria: si da negativa, te olvidás. Si te dio negativo lo más probable es que el 99,9 por ciento sea negativo. Pero como en medicina hay dos números que no se pueden usar, que son cero por ciento y cien por ciento, aconsejamos hacer un segundo test dentro de los tres meses del primero. Si ese segundo te dio negativo, y te cuidás, olvidate del tema.
-¿Cree que hay suficiente información hoy por hoy sobre HIV?
-Tuve una discusión con un ministro de Salud en la década del 90 que decía que ya no había que dar más información porque todo el mundo sabía. Le contesté que eso es como decir que no vamos a enseñar más geografía porque ya todo el mundo sabe. Todos los años entran chicos nuevos a la actividad sexual y necesitan recibir información, que nunca es insuficiente. Además, la información sola no alcanza porque ninguna persona que fuma ignora que el tabaco hace mal, la información la tiene, pero no la transforman en acción.
-¿A qué edad están empezando a tener relaciones sexuales las nuevas generaciones?
-Las estadísticas más recientes que nosotros vimos hablan de 14 años para las chicas y 15 para los varones.
-¿Por qué se toma la decisión de eliminar la vacuna contra la meningitis?
-No se eliminó, lo que se hizo fue quitar la dosis de refuerzo a los 11 años. La meningitis afecta fundamentalmente a los lactantes, pero el reservorio del meningococo, que es el agente bacteriano que la produce, se encuentra básicamente entre los adolescentes, que son los que mantienen en la comunidad. Por esa razón, el programa de vacuna de Argentina, que es uno de los mejores del mundo, o venía siendo, incorporó la dosis de refuerzo a los 11 años.
-¿En qué consiste?
-Protege a los de 11 años que rara vez se la van a pescar, pero sobre todo evita la circulación del meningococo y por eso protegía a los bebés. Haber tomado la decisión de ahorrar sobre las espaldas del plan de vacunas es una pésima señal.