Carlos Duarte gastó un cuaderno entero para escribir varios ejemplares de su currículum, pero a mano. Y una de esas tantas hojas le dio, al joven de 21 años, el trabajo que tanto buscaba y necesitaba. De su primera entrevista laboral en una fábrica de vidrios sacó una conclusión: "Me encanta el trabajo", dijo, preparándose para el día tan esperado: hoy, a las 7.30, inició su primera jornada laboral.
En la fábrica de vidrios más grande de Córdoba le ofrecieron cumplir con horarios rotativos, pago por quincena y en blanco. "No hay drama", respondió Duarte. "No tengo ni siquiera crédito", reveló, aquella vez, en donde todo era certeza y su risa nerviosa recordaba que dejó a su familia en Marcos Juárez porque ahí tampoco tenía trabajo. Fue por esa razón se mudó a la casa de una tía, en un barrio de Córdoba capital.
Eugenia López, empleada de una confitería del centro de Córdoba, fue quien publicó el "currículum" de Duarte. Subió aquel CV a Facebook e Instagram y el joven superó la expectativa de "trabajar cada tanto" para contar con la seguridad de un laburo fijo, con obra social, aportes y un salario quincenal.
Duarte cobrará unos $16.000 por mes, sumados a los $ 2.500 del presentismo. Allí trabajará ocho horas diarias. El jefe de producción lo asignó a la línea de DVH (doble vidriado hermético), el producto más complejo que se elabora en planta. Consiste en armar una pieza con dos caras de vidrio separadas por un marco de aluminio. Esto obtiene una cámara de aire en el interior que genera un efecto de aislación térmica y acústica con el medio ambiente. "Es una tarea liviana y de menor complejidad. Donde normalmente comienzan a formarse los operarios iniciales", manifestaron desde la fábrica.
"Tiene la necesidad de trabajar, está bien, pero tiene una voluntad que le brota por los poros. Él nos enseña a todos. Espero que muchos jóvenes aprendan de este ejemplo. De que se puede", dice Raúl Aguirre, el gerente de Recursos Humanos, quien le aclaró: "Él va a estar los tres meses adaptándose al puesto como cualquier empleado nuevo. Se le reconoce la virtud de haber escrito a mano los CV, cuando otro podría haber dicho: 'No tengo plata para imprimir, listo, no salgo a buscar trabajo".
La oferta llegó el fin de semana, cuando un funcionario del municipio, colaborador estrecho de Ramón Mestre (intendente de Córdoba), leyó la historia que contó López, vio la foto de la hoja con el número de celular y decidió llamar a Carlos.
Desde Estados Unidos, adonde viajó becado para hacer un curso de sistemas electorales, el secretario de Modernización, Comunicación y Desarrollo Estratégico, Marcelo Cossar, se comunicó con Duarte y le propuso que el lunes a la mañana se acercara a la Dirección de Empleo y charlara con Nicolás Casado. Mientras tanto Cossar hizo otro llamado, a Lorena Piazze, presidenta de Voces Vitales Argentina y empresaria, y le contó el caso. Carlos recibía en paralelo decenas de llamados de periodistas para que contara su historia. López también.
Piazze consultó -durante la mañana del lunes- con su equipo sobre las posibilidades de ofrecer un puesto a Carlos en Vidrios Piazze. Mientras, el director de Empleo de la municipalidad de Córdoba lo recibió y le entregó una tarjeta de colectivo con $200 de crédito para movilizarse.
La municipalidad, contaron a Infobae, no ofrece empleo público, pero cuando Mestre fue por su reelección lanzó el programa "Sí Sí" en contraposición a los "Ni Ni", jóvenes que no estudian ni trabajan. Desde el programa ofrecen capacitación, prácticas laborales e intermediación.
"Hace cuatro meses estaba sin trabajo y estaba en una situación muy complicada" contó Carlos, que feliz hoy anunció: "Me cambió la vida". También avisó que pagará sus deudas, la primera con su abuela Margarita, que le prestó plata para viajar en colectivo.
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