Cuáles son las rutas de la trata de personas en la Argentina y qué se hace para combatirlas

Quiénes son y cómo actúan estas bandas criminales. Por qué el Departamento de Estado otorgó a la Argentina el máximo nivel contra la lucha de este flagelo mundial

El último informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos, a cargo el ex director de la CIA, Mike Pompeo, acaba de elevar a la Argentina al "nivel 1" (Tier), el máximo que otorga, por "haber cumplido plenamente con los estándares mínimos para la eliminación de la trata de personas" en el país, un hecho hasta ahora inédito.

El documento, al cual Infobae accedió de manera exclusiva, destaca que entre los años 2017 y lo que va de este 2018 "se observan avances significativos por parte del gobierno argentino para ascender de categoría".

El año pasado, nuestro país se encontraba en el "nivel 2" y en el 2015, cuando la administración central estaba a manos del kirchnerismo, el Tier era 3; apenas un paso del nivel más bajo.

Entre otros logros, el Departamento de Estado destaca que nuestro país:
-"Aumentó la persecución y condenas de individuos con cargos públicos".
-"Aumento en el número de procesamientos".
-"Aumento en la asistencia de víctimas".
-"Aumento en la capacitación a miembros de las Fuerzas de Seguridad y sociedad civil".
-"Mejoramiento en los procesos de recolección de datos".

Las rutas de la trata

A través de diversas causas judiciales e informes del ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, Infobae pudo reconstruir el mapa de la explotación sexual, laboral y de tráfico de personas en Argentina.
También establecer el "perfil de las víctimas", El modo de "captación", y las principales regiones donde ocurre el "reclutamiento".

Claramente sobresalen dos zonas bien delimitadas, el NOA y el NEA: Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, Misiones, Formosa y Corrientes. De esas provincias, las víctimas, en su mayor porcentaje, son trasladadas hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Conurbano Bonaerense. Según los expedientes de la justicia federal, estos son los "principales nodos de conexión con los puntos de destino, como la Patagonia.

Una vez reclutada la "mercancía" por las bandas criminales –algunas de las cuales tienen ramificaciones internacionales, son trasportadas utilizando micros de pasajeros de media y larga distancia, vehículos particulares y en menor medida aerolíneas comerciales.

Los viajes hacia los lugares que ya están determinados, como por ejemplo talleres clandestinos o prostíbulos -solo para dar dos de los ejemplos más conocidos- se realizan a través de rutas nacionales que conectan especialmente el NEA con el Centro del país y la Patagonia.

La región del NOA se une con la provincia de Buenos Aires a través de la Ruta Nacional Número 9 y la Ruta Nacional Número 34.

De esos documentos se desprende que el perfil de las víctimas, responden a un "rango etario de entre 12 y 40 años" pero principalmente son "personas mayores de edad, de género femenino, de nacionalidad argentina, paraguaya, boliviana, china y dominicana".

Para la captación de las personas que serán sometidas a la explotación laboral o sexual, los delincuentes trazan un perfil.

Eligen a las que denominan "personas blandas" y se realiza a través de falsas promesas laborales a través de sencillos avisos en de volantes, sitos web, mediante el boca a boca y en la actualidad, muy especialmente a través de las redes sociales.

Los jueces y funcionarios de la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI), al mando de Rodrigo Bonini, lograron determinar que estas organizaciones criminales también están compuestas por "marcadores", que trabajan a comisión según el perfil y la potencialidad futura de la víctima captada.

En los casos de la explotación laboral, se reconoce en los papers judiciales, "la captación suele ser por parte de connacionales especialmente bolivianos".

Sobre estos casos de explotación, sobre todo laboral, se llegó a registrar a familias enteras como víctimas, incluyendo a los menores de edad, y en los cuales, quien ostentaba el "rol de explotador" no solo compartía la nacionalidad, sino que además tenía con ellos "vínculo de sangre".

También llamó la atención de los investigadores el involucramiento en estas redes de tráfico de personas de "ciudadanos bolivianos en el tráfico o ingreso irregular al país de ciudadanos chinos" que ingresaron al país de manera clandestina y que habrían arribado a Sudamérica a través de Perú y Ecuador y que desde esos países bajarían hacia Bolivia utilizando pasos no habilitados en el NOA y que "contarían con la complicidad de organizaciones entre las que se encuentran argentinos y bolivianos que facilitarían su traslado a cambio de dinero".

Este tipo de investigaciones desarrolladas en la Argentina, y que terminó, por ejemplo, con el desbaratamiento de una organización mafiosa que traficaba jóvenes travestis engañados en el norte del país, trasladados a una clínica del Oeste del Conurbano Bonaerense, donde se los operaba, e ingresados a Francia con documentación falsa, entre otros casos, posibilitó que el Departamento de Estado recalificara al país ubicándolo entre las naciones que más y mejor combaten este tipo de crimen organizado.

"La trata de personas es una forma de esclavitud moderna. El Ministerio de Seguridad ha puesto un gran énfasis en avanzar investigaciones en todo el país para reducir el impacto de este flagelo. Este esfuerzo nos ha permitido recuperar numerosas personas sometidas a distintas prácticas de trata laboral y sexual. Gracias a esta iniciativa nos han elevado la categoría como país que enfrenta la trata", opinó ante Infobae Eugenio Burzaco, Secretario de Seguridad del Ministerio de Seguridad de la Nación.

Los informes revelan que a nivel internacional se destacan Bolivia y Paraguay como puntos de origen para el intercambio de víctimas hacia la Argentina.

Pero eso no es todo, en los últimos años se registró también que Chile es un punto de destino de víctimas de nacionalidad argentina.

Las cifras sobre cantidad de víctimas rescatadas y detenidos por parte de las fuerzas de seguridad federales, abruma. Entre los años 2016 y 2016 fueron liberadas de las organizaciones de explotación sexual y laboral 2125 personas y fueron detenidos 436 integrantes de estas bandas.

Las estadísticas del ministerio de Seguridad de la Nación, destaca que los sitios con mayor cantidad de allanamientos efectuados son CABA, Buenos Aires y Chubut, seguidos por las provincias de salta, Santa Fe, Tucumán y Tierra del Fuego.

Ante este medio, Rodrigo Bonini, explicó que para él, el círculo de rescate se termina de completar cuando se logra "resocializar" a las víctimas tanto de trata laboral como de explotación sexual.

"Es fundamental desarrollar una visión estratégica en la lucha contra la Trata de Personas que considere el abordaje integral y multidimensional, esto es, la planificación táctica y estratégica en las investigaciones criminales conjuntamente con todos las agencias del Estado pero entendiendo que el desafió es la reinserción de las victimas rescatadas a una sociedad de oportunidades", explicó el Director Nacional de Investigaciones del ministerio de Seguridad.

La explotación laboral, en nuestro país se da fundamentalmente a través de talleres clandestinos, en comercios como pequeños supermercados barriales; y hasta huertas dónde se cultivan verduras y hortalizas que después son comercializadas en las grandes ciudades desconociendo que detrás de esas prolijas bandejas de zanahorias, lechuga y brotes de soja, se esconden verdaderas redes de explotación laboral, por ejemplo de ciudadanos chinos que esclavizan a ciudadanos bolivianos.

16 víctimas y 3 detenidos en una huerta

Los campos donde funcionaba la huerta estaban ubicados en Virrey del Pino, en el partido Bonaerense de La Matanza, lugar donde desarrollaban tu tarea ilegal red criminal liderada por personas de origen Chino/Taiwanés, quienes habían crearon una empresa de apariencia legítima.

Mediante engaños, desplazaron personas de bajos recursos provenientes en su mayoría del sur de la provincia de Santa Fe, quienes trabajaban en condiciones de explotación para la cosecha de hortalizas.

La cosecha era transportada para su empaque y posterior comercialización en una fábrica ubicada en Villa Celina y los productos ya en las bandejas eran comercializados en pequeños supermercados y verdulerías.
Durante los allanamientos, la policía decomisó, entre otros elementos, armas y municiones.

La explotación sexual, en cambio, ocurre en locales nocturnos, bares, pools, whiskerías, "spa de masajes", hoteles y en departamentos "privados" de todas las regiones del país.

En la Argentina, aún existe una gran cantidad de prostíbulos, algunos con hoteles lindantes o habitaciones precarias para concretar los "pases" y rotar a las víctimas con el fin de "invisivilizarlas en caso de allanamientos y variar la "oferta sexual".

Los trabajos judiciales demuestran que la "retención de las víctimas son la privación de la libertad, el suministro de drogas, el secuestro de documentos y la inducción de deuda".

En cuanto al Tráfico de personas, los informes reservados aseguran que las rutas más destacadas son desde Bolivia y Brasil hacia Buenos Aires por vía terrestre, siendo "trasladada la persona por un 'pasero' mediante la retención del documento, con el fin de incluirlas en la mecánica de explotación tanto laboral como sexual".

Infobae pudo establecer que actualmente se investiga una organización criminal dedicada al tráfico de personas de origen chino que opera en el norte del país, con ramificaciones en Buenos Aires y CABA utilizando a las ciudades de San Salvador de Jujuy y La Quica (Jujuy); General Güemes en Salta y San Martín de Tucumán, como nodos de trasbordo.

El análisis de las nacionalidades de las víctimas rescatadas de situaciones atadas a la explotación laboral indica como principal a la boliviana, muy por encima de la argentina, peruana, dominicana, paraguaya, china, colombiana y chilena.

Entre los años 2016 y 2017, la cantidad de detenidos por el delito de explotación laboral aumentó un 192% (se pasó de 38 a 111), y la mayoría de ellos fueron capturados en la Ciudad de Buenos Aires, seguido por las provincias de Buenos Aires, Chubut, Córdoba y Río Negro.

(NA)

Si bien en los medios de comunicación la noticia aparece con más notoriedad cuando las fuerzas del orden desbancan a una red de trata de personas con fines de explotación sexual –y está muy bien porque se trata de un delito aberrante-, en la Argentina, según las cifras del ministerio que comanda Patricia Bullrich, la mayor cantidad de víctimas identificadas y rescatadas son por explotación laboral.

Desde el año 2016 hasta junio de 2018, y según los datos del Sistema Integrado de Información Criminal del Delito de Trata de Personas, fueron identificadas como posibles víctimas de explotación sexual 693 personas.
En el mismo período las víctimas de explotación laboral liberadas fueron 1.605, es decir más del doble.

Estos números, estos trabajos, estas investigaciones, y otras que Infobae irá revelando, hicieron posible que días pasados, y con la fiebre del dólar y los cuadernos del arrepentido Oscar Centeno, pasara casi inadvertido el anuncio que a través de las redes sociales hizo la embajada de los Estados Unidos en nuestro país: que el Departamento de Estado calificaba a la Argentina en un lugar privilegiado, junto a Chile y Colombia, en cuanto a la persecución, prevención y protección del delito de Trata de Personas.