Síndrome Urémico Hemolítico: cómo se controla a las carnicerías porteñas

En Argentina se registran alrededor de 300 casos nuevos por año y es el país donde más cantidad se diagnostica en el mundo

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El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) es una enfermedad que carece de vacunas y hay de un 2% a un 4% de casos mortales. A pesar de esto, de que en la Argentina se diagnostiquen 300 casos al año y esa sea una cifra récord a nivel mundial, muchos no saben de qué se trata.

El SUH es una enfermedad transmitida por la ingestión de agua o alimentos contaminados por una variedad de la bacteria Escherichia coli y que produce una toxina muy potente.

La principal vía de transmisión es la carne cruda y contaminada, razón por la que las carnicerías porteñas comenzaron a ser sometidas a una serie de controles en 2014.

Entre los principales síntomas están la diarrea, los vómitos, fiebre, disminución de la orina, falla renal aguda, anemia, hipertensión y síntomas neurológicos.

"Desde la Agencia nos encargamos de controlar los establecimientos de manera periódica para que mantengan los estándares necesarios de salud e higiene, ya que de esta manera se evitan esta y muchas otras enfermedades. Al mismo tiempo contamos con un laboratorio que permite el avance en la prevención de las mismas.", explicó el Director Ejecutivo de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), Ricardo Pedace.

Programa Carnicerías Saludables

Carnicerías Saludables es un programa que apunta a reducir la contaminación en las carnicerías. El mismo fue desarrollado por el Conicet y el Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina. Fue en el 2014 que se empezó con las primeras pruebas piloto en la Ciudad.

El programa intenta determinar con rigor científico la aptitud de la carne picada fresca que se comercializa, e implementar medidas de intervención tendientes a mejorar la calidad de la carne a nivel de boca de expendio minorista, es decir, carnicerías.

"Es fundamental trabajar en la prevención y este programa nos permite ayudar a los carniceros para adecuar las prácticas y reducir los riesgos de contaminación, que pueden afectar la salud", explicó Pedace.

A partir de 2016, se maximizó el programa, se incluyó la realización de una encuesta de medición de riesgos, exclusiva del plan,  y la toma de una muestra única de carne picada, para ser analizada.

Desde su implementación el plan logró reducir sensiblemente los riesgos en los distintos locales de expendio, donde además dueños y empleados fueron capacitados en cuanto a las precauciones a tener en cuenta.

En el mes de mayo de 2017, se incorporó la primera inspección con hisopado de superficies, tanto de mesadas como de picadoras, además de la muestra de carne picada que ya se llevaba adelante. En todos los casos, se busca Salmonella y Escherichia coli.

Según datos de la AGC hubo un caso en el cual se encontraron los 2 patógenos en la carne picada y además Escherichia coli en el hisopado de mesada. En otra carnicería, se detectó Salmonella en el hisopado de picadora.

En estos casos, precisaron, inmediatamente se obtuvieron los resultados, se le notificó al comerciante del problema y se realizó una nueva toma de muestra. En estas dos carnicerías, el segundo resultado fue sin novedad, sin embargo se les realizaron las correspondientes Actas de Comprobación y continúan en observación por parte de la Dirección General de la AGC.

En lo que va del 2018 se incorporaron al programa 49 carnicerías más a las 151 que había, y no se detectaron muestras contaminadas dentro del marco del programa. Todas las carnicerías que se han incorporado al plan, mejoraron sus marcas y hoy son calificadas como de "bajo riesgo" en relación al SUH.

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