Bastó cerrar los ojos y dejarse atrapar por el poder hipnótico de las voces que se apoderaron de los sentidos: el sonido de la música suave y melancólica al minuto se transformó en un explosivo trueno y fue imposible que el cuerpo permaneciera quieto. Las palmas de las manos sin control acompañaban el ritmo que parecía salido de una vieja iglesia en el corazón de Harlem en Nueva York, pero estábamos en la sala de ensayos de la Iglesia Prebiteriana San Andrés, en San Telmo.
Ciento cincuenta voces colmaron el templo. El ritmo liberó las gargantas de los integrantes -de 18 a casi 80 años- del Argentina Gospel Choir, que cada martes se reúne para ensayar y mostrar cómo la música religiosa que nació en el siglo XVIII en los Estados Unidos, tiene excelentes discípulos en pleno corazón de un barrio porteño.
Ahora el coro está buscando lograr la perfección, la puesta a punto para un concierto a beneficio de las niñas y niños con enfermedades de alta complejidad que son ayudados por la Casa Ronald, función que se realizará el sábado 25 de agosto.
“La música Gospel tiene su historia, pero en Argentina hace unos 15 años se empezó a armarla”.
De Córdoba al mundo: la historia del Argentina Gospel Choir
La línea del tiempo en los anales de este estilo (nacido en 1619 en lo que hoy es el estado de Virginia, EEUU) en Argentina es muy corta: tiene apenas 15 años y la meca del cuarteto fue también la cuna del ritmo en el país.
Gerardo Flores y Franco Gandullo se conocieron en Córdoba y dieron vida al primer coro Gospel argentino. Desde hace seis años Flores está al frente del entrenamiento vocal del grupo, que deslumbra y sorprende en cada presentación, y Gandullo está a cargo de la parte ejecutiva.
A fines de 2015 el coro grabó su primer disco, el Argentina Gospel Choir que fue nominado a "Mejor Álbum Artista Canción Testimonial y de Autor" en los Premios Carlos Gardel 2016. Ese año también fue declarado de "Interés Cultural" por la Legislatura Porteña.
Antes del ensayo y en la intimidad de la Iglesia Prebiteriana, ambos le cuentan a Infobae cómo arrancó la historia que los trajo a este presente.
—Gerardo ¿cómo llegás a estar al frente de este coro Gospel?
—Vengo de Córdoba, soy pampeano, pero allá estuve trabajando 10 años con el estilo y hace unos 6 años me mudé a Capital. Ya conocía a Franco porque habíamos armado en Córdoba el primer coro Gospel del país, y llegué con la idea de que volviéramos a trabajar juntos. Así largamos el Argentina Gospel Choir, que hoy es un grupo de 150 voces que se juntan todos los martes para ensayar, trabajar este estilo tan especial, tan llegado al corazón, tan espiritual, lleno de emociones.
—Hay gente de todas las edades en el coro…
—¡Si! El grupo está formado por gente desde los 18 años ¡a lo que se pueda! Hemos tenido una persona de 83 años y ahora hay una señora de 70. Es muy amplia la gama de edades con la que se puede vivir este estilo. Obviamente hay que situaciones que tienen que ser aprendidas, enseñadas, pero si hay ganas la edad no es un límite.
—¿El Argentina Gospel Choir mantiene las raíces del género? ¿En qué es similar a uno de Harlem, por ejemplo?
—Con el AGC intentamos serle fiel al estilo. La música Gospel tiene mucha historia, son más de 100 años y por ende ha mutado mucho y nosotros intentamos reflejar el estilo. No sólo desde las canciones que cantamos sino desde la estética del show, el formato en que los chicos están vestidos e interpretan las canciones. La conexión con la letra que es indefectible. Obviamente tenemos un camino pequeño comparado con la cantidad de años que el estilo viene trabajando en las iglesias de los Estados Unidos, pero creemos que se está logrando un sonido, una imagen y sobre todo un espíritu muy similar a lo que ocurre en las iglesias afroamericanas.
—La música Gospel es la manifestación de la fe en Dios ¿el AGC canta para manifestar su fe o la pasión por el estilo pasa por otro lado?
—Es indefectible que la música Gospel esté asimilada a Dios. La música Gospel nace en las iglesias afroamericanas y en sus canciones tenemos algo referido a Dios, se habla de Dios, hay canciones testimoniales en cuanto a lo que Él hace en las vidas de las personas. La música Gospel es Dios y eso lo respetamos, pero no nos metemos en el proselitismo religioso. Entendemos los códigos y descubrimos el mensaje espiritual de cada canción, pero cada persona tiene una dirección especial con respecto a su espíritu y su alma, y en eso no nos metemos. Los códigos son copiados y las letras específicas y bien bíblicas, pero buscamos libertad de expresión espiritual más que religiosa.
—¿Cualquiera puede cantar Gospel?
—¿Cualquiera puede cantar Gospel? ¡Sí! ¿Cualquiera puede cantar en el AGC? ¡Mmmm! —bromea— ¡Cualquiera puede cantar, pero tiene que ser afinado! Si te gusta la música, si entendiste que la música llama y llena tu alma, entonces sí hay que hacerlo en cualquier estilo. Y el Gospel es muy rico porque aborda una cuestión no solo espiritual sino técnica que es necesaria para lograr los sonidos, que parecieran tan exclusivos de la raza negra… Pues bueno hay que investigar sonidos, buscar las similitudes y empezar a crecer en el estilo.
—No haber nacido con la bendición de una buena voz no es impedimento para cantar Gospel, saber cantar de manera innata tampoco lo es… ¿Lo es el idioma?
—Aquí no hay ninguna traba idiomática, no hay una traba religiosa, son simplemente las ganas. Cantamos en inglés porque considero que cada estilo particular tiene una riqueza personal en el idioma que se generó, como sucede con el Tango. Creo que si en Japón se canta Nostalgias se lo cantará en español. No he escuchado un tango en chino, ni en alemán… el Tango se canta en español y en español argentino. Si bien a veces agarramos una canción Gospel y la develamos en español con mucho cuidado, con una traducción interesante, en esencia yo preservo esa cuestión idiomática porque el idioma enriquece mucho el estilo.
—¿Esto implica que todos los miembros del coro hablen inglés o pueden cantar practicando la fonética?
—Creo que el 20 % del coro sabe inglés, el otro 80 % trabaja el inglés con fonética y es un inglés americano que tiene muchos sonidos; no sólo americano sino uno bien de Harlem, de la parte sur de Estados Unidos… Buscamos un sonido bien negro en la voz. La mayoría de las personas que integran el AGC no hablan inglés.
—De todos los conciertos que dieron en estos años, de todas las invitaciones especiales que tuvieron ¿cuáles quedaron en tu memoria?
—Tuvimos varios hermosos momentos sobre el escenario con estas hermosas personas, pero siempre me quedo con los ensayos. Todo lo que vivimos los martes, más allá del maquillaje que le podamos agregar en algún show, lo que sucede los martes mientras se está en la intimidad y en conexión con la canción, buscando el detalle de la letra, para mí es el mejor espectáculo, el mejor show que vivo. Hemos tenido hermosos shows en la Iglesia Presbiteriana, esto que se ve por aquí —abre los brazos mostrando el espacio a su alrededor— es nuestra casa…
Concierto solidario a beneficio de los niños de la Casa Ronald
"Este año hicimos varios conciertos, pero hay uno que esperamos mucho y que venimos haciendo hace un tiempo", dice Franco Gasullo sobre el show de que darán sábado 25 de agosto, a las 19:00, en la Iglesia Prebiteriana San Andrés de San Telmo (Av. Belgrano 579).
"Este es un show muy especial para nosotros porque no es solamente un día en el que venimos a ofrecer el repertorio que siempre hacemos sino que ese día todo lo recaudado se donará a la Casa Ronald, y eso es lo que nos une desde otro lado también", agrega.
Respecto a la actividad solidaria de la Casa, Andrés Pulgar, responsable de Comunicación de la entidad, resume: "En Argentina tenemos más de 25 años de trabajo por la infancia a través de 10 programas de la Asociación, para acompañar a las familias en momentos de enfermedades complejas con la idea de darles una mejor calidad de vida". La Casa tiene sedes en Mendoza, Córdoba, Bahía Blanca, Buenos Aires y La Plata.
Las entradas para el concierto a total beneficio están a la venta y se puede adquirir a través de este link.
Así suena el Argentina Gospel Choir en vivo