Organizaciones provida y ciudadanos en contra de la legalización del aborto marcharon este lunes a la Quinta de Olivos para pedirle al presidente Mauricio Macri que cumpla su promesa de cuidar la vida desde la concepción y que no haya presiones desde desde el Poder Ejecutivo sobre los legisladores que votarán el miércoles 8 de agosto en el recinto.
La concentración, impulsada por la Iglesia Católica, comenzó a las 19 y permaneció en la puerta de la residencia presidencial hasta cerca de las 21. Los presentes le pidieron al jefe de Estado que se abstenga de intervenir en el debate y en la posterior votación.
Frente a la manifestación, el Gobierno decidió reforzar la seguridad en los alrededores para evitar que se produzcan incidentes. La avenida Maipú permaneció habilitada para el tránsito pese a la presencia de un amplio de manifestantes, hasta que se cortó uno de los carriles sobre el final del acto que tuvo lugar en la puerta de la residencia.
"Este es un tema que no tiene nada que ver con la religión. Tiene que ver con la ciencia, que dice que la vida empieza desde la concepción. Va más allá de cualquier credo", explicó Ayelén Amancar de la fundación Más Vida.
El gen de la movilización surgió la semana pasada, cuando la Conferencia Episcopal emitió un comunicado en el que invitó a volcarse a las calles para manifestarse en contra de la despenalización del aborto durante "los días previos a la definición parlamentaria".
Luego, bajo el lema "Salvemos las dos vidas" surgió un llamado concreto de los grupos provida: "Convocamos a toda la ciudadanía que defiende las dos vidas, la de la madre y la del niño, a defender nuestros derechos primordiales y a rechazar este ataque a la vida, a los hijos, a los valores fundamentales y a la familia argentina".
Fotos: Nicolás Stulberg