Tras cinco horas de necropsia para determinar la causa por la súbita muerte de la jirafa Shaki, de 18 años, el Ecoparque informó a Infobae que el fallecimiento del animal se produjo "por una peritonitis aguda causada por una úlcera perforada estomacal".
Aunque ese resultado preliminar debe ser confirmado con estudios histopatológicos, citológicos y otros análisis, desde la institución señalaron que "los cuadros de este tipo son fulminantes y en el caso de Shaki", el mamífero que nació y se crió en el exZoo, "no había manifestado signos de malestar clínico durante los días anteriores".
Por primera vez en la novel y polémica historia del Ecoparque, la necropsia al mamífero artiodáctilo, oriundo de África, se realizó con la presencia de dos veedores a pedido de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA).
A raíz de una denuncia radicada por el naturalista Claudio Bertonatti, ex director del zoo porteño, el titular de esa fiscalía, Blas Matías Michienzi, dispuso que dos veterinarios de reconocido prestigio intervinieran en la necropsia como veedores.
Ellos fueron los médicos veterinarios Rosana Miatello, especialista en animales exóticos y docente de la UBA, convocada por parte de la UFEMA y el patólogo de la Universidad de Buenos Aires Leonardo Ninatell, quien también realizó la necropsia de la rinoceronte blanca Ruth, de 24 años, diez días atrás. La UFEMA instruye la causa penal e investiga la muerte tanto de Shaki, como de Ruth, cuyo recinto se encuentra enfrente al de las jirafas.
Presidió la autopsia, que comenzó ayer a las 12 y culminó a las 5 de hoy, el jefe de veterinaria del Ecoparque, Miguel Pérez.
En la UFEMA no quisieron adelantar los resultados "hasta que termine toda la investigación", informaron a Infobae fuentes del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires.
Bertonatti había solicitado en su denuncia, presentada inmediatamente después de conocida la muerte del animal, que vivía en "pareja" con el macho, Buddy, de 12 años, y su cría, Ciro, de tres años, la presencia de los veedores fiscalizadores. También pidió que se investigara si no existía una causa común en las muertes tanto de Shaki como de Ruth, vinculadas presuntamente con la calidad de la dieta en la rinoceronte y con la insuficiencia alimenticia o tipo de alimentos suministrados a la jirafa. Ambos animales son herbívoros.
Fue también el mismo especialista quien el año pasado difundió en redes sociales una imagen de Shaki comiendo de un contenedor de basura, lo cual habría probado en su momento –señaló–, que la nutrición del animal estaba siendo deficiente.
Entierro polémico
Según informó el Ecoparque, Shaki fue enterrada esta mañana en su recinto, mientras que Ruth yace al lado del espacio donde vivía junto al macho Gaspar.
En diálogo con Infobae, Bertonatti dijo que cuando falleció la rinoceronte Ruth le sugirió al titular del Ecoparque, Gonzalo Pascual, donar los restos del mamífero al Museo de Ciencias Naturales de La Plata para que formaran parte de la colección y para que sus tejidos y órganos pudieran ser estudiados para un mejor conocimiento de la especie, que se encuentra en peligro de extinción en África.
"Al parecer no se pudo por cuestiones burocráticas. Según me explicó Pascual –y le creo– él se contactó con el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, pero la burocracia administrativa le dificultó darle ese destino. De ahí la decisión fue enterrarla en el Ecoparque, lo cual igual supone una bomba de tiempo debido a que Ruth murió por una infección generalizada cuyo origen todavía no fue precisado. Eso podría representar un potencial foco infeccioso dentro del predio donde viven otros animales y transitan seres humanos", opinó.
Su previsión obedece a que ayer también Bertonatti denunció la presencia de numerosas ratas y cucarachas en recintos del predio. Los insectos y roedores podrían actuar como vectores de enfermedades, dijo.
"El Ecoparque debería tomar urgentes medidas preventivas para el resto de los animales. La institución vive una situación de desmadre y la prueba del caos está en la cantidad de ratas y en su manifiesta mansedumbre, sin que se perturben ante la presencia humana, que las filmó a plena luz del día, y cuya prueba documental se adjuntó a la denuncia", agregó el exdirector del zoo porteño.
Además, fustigó: "Este cuadro de emergencia ameritaría convocar a un comité de crisis con asesoramiento y asistencia de especialistas de la UBA, el Conicet, la Federación de Médicos Veterinarios y de ONG con amplia trayectoria en manejo de fauna silvestre. ¿Qué ONG de prestigio acompaña al gobierno de la Ciudad en este ecodisparate? Ninguna. Esto es sintomático de la sospecha de que se prioriza la rentabilidad inmobiliaria para concesionar 20 edificios, algunos de ellos declarados Monumentos Históricos Nacionales, por 30 años. Aquí no se ha demostrado interés alguno por preservar una colección animal que supo ser la más completa y sana de América Latina".
Consultado el Ecoparque por Infobae para que diera su versión sobre los hechos denunciados, los voceros dijeron que la darán esta tarde.