De un tiempo a esta parte, los hoteles alojamiento atraviesan una etapa de profunda crisis. A la suba de tarifas y los costos económicos, los cambios en la forma de vivir la sexualidad (los jóvenes la viven de manera más abierta, sin tantos tabúes) impactó en este tipo de negocio que vivió una época de esplendor en los años noventa. En la Ciudad hay más de 140 albergues transitorios, pero en los últimos diez años cerraron unos cincuenta.
Para frenar el declive terminal y atraer nuevos clientes, en la Ciudad de Buenos Aires buscan que los "telos" sean más permisivos y acepten tríos y parejas swingers. Si bien hay cierta tolerancia a esas prácticas sexuales, en la actualidad están excluidas a raíz de una ley que se promulgó en 1978 en plena dictadura militar.
El proyecto del ley que impulsa el legislador porteño Sergio Abrevaya contempla la eliminación de la restricción de capacidad de personas en las habitaciones, fijada en el código de "Habitaciones y verificaciones". Además habilita que haya publicidad en vía pública y medios de comunicación, colocar carteles del tamaño que elijan, ofrecer un servicio de bar sin limitaciones para competirle a los hoteles tradicionales.
"El proyecto propone que el que visite la Ciudad y quiere usar un alojamiento por un par de horas, pueda ir al hotel alojamiento y se evite el pago de 24 horas de hotel, como ocurre en distintas ciudades del exterior", explicó Abrevaya en radio Continental.
La modificación de la normativa pretende estar a tono con la demanda. El titular de la Federación Argentina de Hoteles de Alojamiento, José Capelo, aseguró que el 90% de las consultas de los clientes apuntan a si es posible ingresar con más de dos personas a un cuarto.
Por eso, el núcleo de la iniciativa del legislador del GEN apunta a que los albergues transitorios se conviertan en "una actividad más". En este sentido, Capelo advirtió que una nueva ley podría "transparentar lo que vive la sociedad, con naturalidad. No tiene sentido que siga siendo un mito o una sombra".
Hay varios aspectos que lo impiden. Por ejemplo, de acuerdo a la normativa vigente, no hay un lugar donde los clientes pueden esperar a sus parejas; tienen que hacerlo afuera del establecimiento. Es porque el negocio está encuadrado como una de las actividades "toleradas", que "no son honorables ni reconocidamente útiles", dice el texto sancionado por la dictadura militar.
Esta regulación es una traba también para hacer publicidades, lo cual acota el margen para la afluencia de una nueva clientela.
Aumento de costos
La caída pasa también por lo económico. En promedio, el turno en un albergue transitorio, que va de 2 a 3 horas, arranca en $400. La cámara que aglutina al sector indicó que los establecimientos más perjudicados son los que apuntan a una clientela de clase media, que deben "recortar gastos sí o sí".
Los precios no pueden bajar. "El aumento significativo de los costos es imposible de trasladar al consumidor. Si se trasladaran en forma directa, no vendría nadie. El problema mayor es la pérdida constante de rentabilidad", sostuvo Capelo. Los esfuerzos por ofrecer promociones y otros descuentos no logran paliar la caída.
Según cifras de los administradores de hoteles, en junio la actividad bajó entre un 40 y 50 por ciento, en comparación al mismo período del año pasado. Y si se la compara contra mayo, la merma fue aproximadamente del 30 por ciento.
El rubro de los hoteles "por hora" genera más de 10 mil empleos en todo el país. En la Capital Federal, afecta a 2 mil puestos de trabajo. De no reflotarse el negocio, el achicamiento del sector podría ser aún mayor.
Por eso, los empresarios del sector creen que uno de los nichos a ser explotados es el de las prácticas sexuales grupales. En Argentina, se calcula que hay más de 10 mil parejas swingers. En los hogares con menores de edad o más de una pareja de adultos, levantar las trabas normativas y ofrecer un espacio de privacidad y abierto a las fantasías colectivas puede convertirse en una alternativa lucrativa.
"Queremos hacer punta desde la Ciudad de Buenos Aires con esta nueva normativa, para que se vayan adaptando las regulaciones en otras zonas del país", señaló Capello.
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