Llegó al país el cura argentino que lucha contra la pobreza en África y podría ganar el premio Nobel de la Paz

El sacerdote Pedro Opeka, que lleva adelante una obra humanitaria en Madagascar, está en la Argentina

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Macri y el cura Opeka
Macri y el cura Opeka

El presidente Mauricio Macri recibió la semana pasada en la Casa Rosada al sacerdote católico argentino Pedro Opeka, quien desde hace casi 50 años lleva adelante una obra humanitaria en Madagascar, donde ayudó a rescatar de la pobreza a decenas de miles de personas.

Opeka consignó al Presidente que les inculcó a los habitantes de esa isla africana la importancia "del trabajo, la educación, la disciplina como valor personal y el respeto a las normas de convivencia". El jefe de Estado (que estuvo acompañado por la primera dama Juliana Awada; el canciller Jorge Faurie; la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley; el secretario de Coordinación Interministerial, Mario Quintana; el secretario de Culto, Santiago de Estrada, y el subsecretario del área, Alfredo Abriani) destacó la importancia de que sea un sacerdote argentino el que esté mejorando la realidad de la sociedad melgache.

Tras ese encuentro con Macri, y entrevistado por la revista DEF Online, Opeka bromeó: "Salí de Argentina en 1968… ¡Han tenido que pasar 50 años para que me hagan una conferencia de prensa!". "El Presidente se interesó mucho en el proyecto, sentí un buen ambiente, un gran interés. Y de mi parte, también, claro, mucho interés, ¡es el primer presidente de la República que me recibe!", detalló el sacerdote sobre el encuentro con Macri.

Nació en San Martín, Buenos
Nació en San Martín, Buenos Aires: hoy vive su historia en Akamasoa, Madagascar

En ese sentido, el religioso aseguró: "Yo le pido a la gente que dirige países, pueblos enteros, que se ocupen de verdad. Ellos fueron elegidos para unir a la gente, para la justicia social". "Los que suben al poder se olvidan de sus promesas, y de allí el título del libro", explicó Opeka, en referencia a su nueva obra, Rebelarse con amor.

Por otro lado, respecto de una rumoreada candidatura al premio Nobel, el sacerdote dijo: "A mí me da el Premio Nobel de la Paz la gente, me lo da todos los años el pueblo de Dios", al tiempo que sostuvo que el galardón está "muy politizado". "Si me lo dieran, lo que no creo, lo utilizaría para hablar más fuerte en el mundo entero", afirmó.

Opeka también tiene una visión crítica sobre cómo Europa está manejando la crisis de los refugiados del norte de África, y consideró que "cuando la gente huye de la guerra con sus hijos, hay una obligación humana y también cristiana de recibirlos". En ese sentido, dijo que "también hay un África en la Argentina", e instó a "no cerrar los ojos" ante la pobreza. "Si Dios existe, siempre hay lugar para un pobre, y como yo creo en Dios, siempre tengo un lugar", destacó.

El sacerdote concurrió a la audiencia con Macri acompañado por su hermana y dos voluntarias, una de las cuales nació en una zona de extrema indigencia, pero con la ayuda del padre pudo estudiar y graduarse de profesora de francés.

El cura Opeka ayudó a
El cura Opeka ayudó a miles de personas a salir de la pobreza

Nacido hace 70 años en el partido bonaerense de San Martín, Opeka es miembro de la Congregación de San Vicente de Paul; en 1970, cuando tenía 22 años, viajó por primera vez a Madagascar, una isla ubicada en el océano Índico, una de las naciones con mayor vulnerabilidad social.

Fue propuesto en distintas oportunidades por Eslovenia, el Principado de Mónaco y Francia como candidato al Premio Nobel de la Paz, y por su obra es conocido popularmente como "la Madre Teresa con pantalones" y "el Albañil de Dios".

Ordenado sacerdote en la Basílica de Luján en 1975, un año después se hizo cargo de la Misión de Vagaindrano, al sur de Madagascar, donde formó a jóvenes sumidos en la miseria y les enseñó a construir viviendas gracias a sus conocimientos de albañilería, el oficio de su padre.

Con la colaboración de un grupo de estudiantes universitarios, en 1990 fundó la reconocida Asociación Humanitaria Akamasoa ("Los buenos amigos"), a través de la cual logró tierras fiscales y ayuda económica para adquirir materiales, herramientas, comida y semillas.

Opeka llegó a la Argentina
Opeka llegó a la Argentina para presentar su nuevo libro

En la actualidad más de 20 mil malgaches tienen su propia casa en los cinco pueblos que levantó la Asociación, cuyo lema principal es "todos tienen que trabajar para cambiar la realidad". Akamasoa también ofrece empleo para la explotación de canteras y la fabricación de muebles y artesanías, provee escuelas para los chicos y dispensarios de salud.

Durante su estadía en la Argentina, Opeka presentará su nuevo libro, Rebelarse con amor, y celebrará misas en parroquias de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense, a la vez que visitará Santa Fe, Mar del Plata y Miramar.

Además, recibirá distinciones en el Senado de la Nación, la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina (UCA), la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA) y la Embajada de Uruguay.

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