El presidente del Tribunal, Mauricio Derudi, le preguntó a Nahir Galarza, acusada por el crimen de Fernando Pastorizzo, si quería decir las últimas palabras. Por un instante, la acusada -según le diría horas después a un familiar-, sintió el impulso de hablar. Tomó el micrófono, pero enseguida su abogado, José Ostolaza, la miró fijo y le pidió:
-No lo hagas. No lo hagas.
Fue así que la joven de 19 años dijo ante los jueces que no iba a hablar. Aunque no hubiese significado una declaración con valor de indagatoria, sino un derecho que se les concede a los acusados cuando termina la etapa de alegatos.
Antes, y durante cuatro horas, sus abogados Ostolaza y Horacio Dargainz, habían buscado derribar, punto por punto, los argumentos de los acusadores. Este lunes, los fiscales Lisandro Beherán y Sergio Rondoni Caffa pidieron en sus alegatos que sea condenada a prisión perpetua por el crimen cometido el 29 de diciembre de 2017 en Gualeguaychú.
La misma pena pidieron los querellantes: los abogados Sebastián Arrechea y Juan Carlos Peragallo, por parte de Gustavo Pastorizzo, padre de Fernando, y Rubén Virué por la madre, Silvia Mantegazza.
La defensa de Nahir considera que, en todo caso, correspondería una pena de homicidio culposo (que va de tres a cinco años), porque -según ellos- no tuvo la intención de matar.
"Apuntamos a que reciba tres años", dijo Ostolaza al salir de la audiencia del lunes, que terminó con la decisión de los jueces Derudi, Arturo Dumón y Alicia Vivian, de prorrogar la prisión preventiva de la imputada hasta el martes 3 de julio. Ese día, a partir de las 11, darán el veredicto.
El alegato de Ostolaza tuvo tres ejes. Fortalecer la hipótesis de que Pastorizzo ejercía violencia de género contra Nahir; asegurar que el vínculo de pareja entre ellos no pudo ser probado (si eran novios y se prueba su culpabilidad podría recibir prisión perpetua), y derribar las pericias balísticas que aseguraron que Nahir mató a Pastorizzo voluntariamente.
"Este señor lo que hacía constantemente era acosarla y agredirla física, verbal y psicológicamente. La llamaba constantemente, hasta 80 veces por día. En la actualidad, todos los medios están hablando del actor (Ricardo) Darín y lo acusan de violencia de género por levantarle la voz a dos compañeras porque hicieron mal las cosas. Si eso es considerado violencia, ¿lo de Pastorizzo qué era entonces?", dijo Ostolaza en una parte de su alegato. Más tarde insistió en nombrar a Darín, a partir de la denuncia mediática de las actrices Valeria Bertuccelli y Erica Rivas que acusaron al actor de maltrato.
En el comienzo, el penalista apuntó al fiscal Rondoni Caffa por la "grave afectación del derecho de defensa". Argumentó que no hicieron lugar a pruebas clave (como la pericia que determina la sensibilidad de un arma de fuego) ni se investigó si Nahir sufría violencia de género.
Por primera vez, entre el público estuvieron los padres de Nahir, Yamila y Marcelo Galarza. De hecho se sentaron detrás de la joven. Antes del único cuarto intermedio que tuvo la audiencia de hoy, ella los miró y les dijo algo en voz baja, que no se llegó a oír. En la otra punta del asiento donde se sentaron sus padres se ubicaron los de Pastorizzo.
La defensa sostiene que Nahir no quiso matar a Fernando. La imputada declaró ayer durante dos horas. "En un momento, cuando él empezó a manejar la moto con las dos manos, solamente le saqué el arma, y cuando se da cuenta, frena la moto. Y cuando la frena es donde de repente me quedé aturdida y nos caímos los dos para el costado. Me alcancé a levantar y fue enseguida que quedé otra vez aturdida. Fueron dos segundos nada más. No sé cómo describirlo. Se me puso la mente en blanco, no sabía qué hacer. Tenía la mente como apagada. Estaba desesperada y nerviosa. No sé cómo explicarlo, ojalá pudiera cómo hacerlo", dijo entre lágrimas.
Su abogado insistió hoy en que los disparos fueron accidentales. "Si el primero fue involuntario, el segundo también. No puede escaparse el primero y el segundo ser un disparo para rematar a una persona", dijo Ostolaza.
También mencionó las agresiones físicas que dijo haber sufrido Nahir de parte de Pastorizzo. Entre ellas, un golpe contra la pared que casi le hace perder el conocimiento, mordidas en las manos y empujones. "Hay un mensaje que ella le manda a una amiga en la que dice que Pastorizzo le rompió la cabeza. Un día le tiró del pelo y la arrastró por la calle. Y el día del hecho le apuntó con el arma del padre de Nahir. Pastorizzo era violento y tenía una personalidad compleja. Tenía dos caras. Una para sus amigos, de chico bueno, y otra para Nahir, de un hombre violento que la celaba. De hecho, sus amigos se sorprendieron cuando escucharon los audios en los que le grita a Nahir", dijo Ostolaza.
Según el penalista, las presuntas agresiones de Pastorizzo recrudecieron cuando ella lo empezó a enfrentar. "Responde a las agresiones. Ella misma dice que estaba harta de sufrir, de los maltratos, de que la persiguiera y no la dejara tranquila. Comenzó a decirle en los mensajes: 'Hola amigo', 'chau amigo' o 'me das asco', 'andate a la mierda', 'no me banco tu maltrato'. Ella se cansó. Y él le pedía perdón y lloraba, pero la volvía a maltratar, típico de los violentos".
Ostolaza se tomó su tiempo para enumerar los llamados entre Nahir y Pastorizzo y analizar el contenido. "En 18 días hubo 252 llamadas, de las cuales 82 no fueron atendidas por Nahir. Entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre hubo 44 llamadas. El 2, 46 llamadas. Del 14 al 16, 22 llamadas. Del 18 al 19, 49 llamadas. Hay reiterados mensajes en los que Pastorizzo no le decía vamos a tomar mate o a pasear. La agredía, la insultaba, la maltrataba, le exigía una y otra vez que lo desbloqueara. Un día la llamó 71 veces en una hora y media. Y hubo entre ellos más de 140 mil mensajes, a razón de 300 por día. Si eso no es violencia, ¿la violencia dónde está?", dijo Ostolaza.
Cuando Ostolaza terminó la primera parte del alegato, y se pasó a un cuarto intermedio de veinte minutos, Nahir se dio vuelta y se abrazó a su madre. Al igual que ayer, lloraron juntas. El padre de Nahir también se quebró en un momento de la audiencia.
Ostolaza negó que existiera un vínculo de pareja entre su defendida y la víctima. Lo resumió con una frase: "Ella era asediada por Pastorizzo a través de un vínculo más que nada sexual que tenía que ver más con la cama. No había una relación afectiva, ni estable y con proyectos en común".
En su alegato de ayer, Rubén Virué -abogado de la madre de Pastorizzo- también se refirió a la cama de Nahir. "Puedo pecar de antiguo, pero la cama de la pieza de Nahir era de dos plazas. Y más allá de que se hable de otras relaciones, como si hubiese existido libertinaje sexual, dicho por ella y su defensa, con el que tenía una relación estable era con Fernando".
También intentó desvirtuar el pedido de la querella, sobre la presunta alevosía en la ejecución del crimen. "Los abogados de la otra parte hablan de un plan, de algo preordenado. De ser así, Nahir no hubiera usado el arma de su padre ni terminado a media cuadra de su abuela. Hubiese sido la principal sospechosa. Es falaz que un arma no pueda dispararse accidentalmente. El arma la llevaba Pastorizzo escondida, de hecho pese a que hacía calor esa noche andaba con esos buzos con capucha que suelen utilizar los que vemos en la cámara de seguridad entrando a robar un negocio. Era imposible que Nahir la escondiera en el mini short de jean que tenía puesto".
Dargainz, el otro abogado de la defensa, criticó a los acusadores por construir "una mala imagen" de Nahir. "Armaron un perfil de monstruo de una joven de 19 años que era maltratada, sin evaluar la prueba. Han destruido su imagen. Dijeron que era oscura y fría. La sometieron a un linchamiento público con el fin de presionar a los jueces. Ayer me estremecieron sus palabras cuando contó llorando que contó que teniendo relaciones sexuales con Fernando le pedía que no la lastimara. No denunció por temor. Nahir siempre estuvo en un estado de vulnerabilidad".
El abogado afirmó que la joven tenía características psicológicas que coinciden con los de una mujer maltratada, con síntomas de depresión. "No comía, ahora podrán ver que subió de peso en comparación al inicio del debate oral. Ha sufrido pesadillas en las que se siente controlada y vigilada constantemente".
Ostolaza y Dargainz criticaron a los fiscales por desacreditar a una de las peritos de parte y a la testigo que declaró haber visto que Pastorizzo maltrataba a Nahir y el día del hecho llevaba el arma.
Después de los alegatos, los acusadores tuvieron la oportunidad de replicar. La querella y los fiscales coincidieron a la hora de considerar al alegato de la defensa con "pocos sustentos" jurídicos.
Juan Carlos Peragallo, el abogado del padre de Pastorizzo, se mostró sorprendido por el trato recibido por la víctima. "De la defensa se habló de la víctima del peor modo, se dijo que era cocainómano, violento, y nada de eso fue acreditado. Todo lo contrario".
Peragallo hasta puso en duda la versión de Marcelo Galarza sobre por qué tenía una bala en la recámara. Por cuestión de seguridad ante una posible venganza. "No me consta", dijo sobre los tres episodios que vivió el policía en su carrera: un enfrentamiento que para la Justicia se trató de una legítima defensa, un atentado en la casa de su madre con una granada y la captura de un asesino que se resistió y le provocó un corte profundo en la cara.
Galarza negó con la cabeza. Su hija se dio vuelta y lo miró.
Más tarde, al salir de la audiencia, el padre de Nahir le mostró a uno de los abogados de la defensa una foto en la que aparece con una cicatriz en la cara, que según él prueba que el enfrentamiento con un delincuente existió.
Cerca del final de la audiencia, el fiscal Beherán cuestionó lo que considera es una estigmatización de Pastorizzo. "Pretenden convertir a la víctima en victimario. Si alguien entrara ahora en esta sala, sin saber nada de esta historia, y hubiese escuchado el alegato de la defensa, pensaría que este fue un alegato de parte de la víctima. Y preguntaría dónde está el victimario y acusado. Esa persona no podría creer si yo le respondiera. El 'victimario' está descansando en paz. Lo mataron de dos balazos de grueso calibre", dijo.
Peragallo lo corrigió: "No descansa en paz. Descansa, a secas. Podrá descansar en paz la semana que viene, después de la sentencia".