No sé si alguna vez vieron llorar a una mujer de 89 años. Lloran distinto las mujeres grandes: hacen silencio, miran a las más jóvenes alrededor y suspiran, te acarician el pelo cuando las abrazás. Así lloraba esta mañana Nelly "Pila" Minyersky, la más "vieja" de las feministas, la abogada que ayudó a pensar cada palabra del proyecto de ley para que algún día el aborto sea legal. Suspiraba en silencio apoyada en su bastón. En el ambiente se sabe: Nelly creyó que no iba a estar viva cuando esto pasara.
Seguía hablando la diputada Lospennato en la pantalla gigante frente al Congreso cuando el rumor de que el lado verde ganaba ya era imparable. Nadie se animaba a anunciarlo a los gritos pero se notaba en pequeñas escenas: una mujer miraba a otra, ponía cara de ¿es verdad?, las dos se agarraban la cabeza, se abrazaban, lloraban abrazadas. Fueron abrazos con campera, bufanda, guantes: es interesante ver todas las capas que puede atravesar un abrazo.
Desde la pantalla, Lospennato dijo que todo lo que estaba pasando era en memoria de las feministas que ya habían muerto y "para las mujeres en sus casas, nuestras madres y nuestras hijas". Afuera, Nina Brugo -activista por los derechos de las mujeres desde hace 50 años, también abogada y parte de quienes participaron del proyecto de ley- se quebró cuando oyó, uno a uno, los nombres de las mujeres que lucharon con ella cuando ser feminista no era buena palabra.
Ya habían pasado más de 20 horas de vigilia cuando Monzó, por fin, lo dijo: "Se va a votar". Siguieron 15 segundos de silencio, adentro y afuera del Congreso. Por ahí estaba también Marta Alanís, fundadora de la filial argentina de "Católicas por el derecho a decidir". Está por cumplir 70 años, no había "pegado un ojo" en toda la noche y cuando vio llorar a una joven periodista salteña, le dio la mano y le dijo: "Estamos juntas".
A Nina, que tiene 74 años, el grito colectivo le permitió entender lo que acaba de pasar. También estaba apoyada en su bastón pero con el brazo libre buscó a alguien que la abrazara. Después de muchos años de ninguneo, la Cámara de Diputados acababa de dar media sanción a la ley de aborto legal.
Lloraron juntas las periodistas de distintos medios, se abrazaron las amigas que seguían envueltas en las frazadas con las que habían pasado la noche, hubo gente que salió de los balcones de Callao con sus pañuelos verdes estirados entre las manos.
A segundos de la votacion, estaba esperando toda nerviosa y una señora me dio la mano. Me dijo “estamos juntas” que lujazo presenciar la votación con Marta Alanis. Hoy conquistamos un derecho 💚💚💚💚 pic.twitter.com/pXwXeogQHr
— Lula Gonzalez (@Lulamaravilla) 14 de junio de 2018
"Es una gran emoción, se ha hecho justicia" dijo Nina Brugo a Infobae. "Los derechos sexuales de las mujeres han sido reconocidos. Siento mucha alegría de ver a toda esa juventud que hoy nos está acompañando y seguirá la lucha cuando nosotras ya no estemos".
Después, salieron a marchar por Callao con la gran bandera verde al frente. El legado que dejaron a otras generaciones se podía ver de la bandera hacia abajo: zapatillas, zapatillas, bastón, zapatillas, zapatillas, bastón.