Un padre afirma ser víctima de "una falsa denuncia" de su ex esposa: "Quiero recuperar a mi hijo"

El derrotero de un hombre que desde hace "3 años y 9 meses" debe ver a su hijo "90 minutos por semana" en una heladería. Asegura que otros padres alejados de sus hijos enfermaron y murieron: "Ya estuve internado por mi corazón, que no funciona como antes. Quiero que esto no le pase a ningún padre más"

Norberto Leszczuk sólo puede ver a su hijo 90 minutos por semana en una heladería

"Me interno", indica el asunto del mail que envía Norberto Leszczuk, quien tenía prevista una entrevista con este medio. "Tienen que hacerme un cateterismo, es evidente que mi corazón ya no funciona como antes". El hombre asegura que sus problemas de salud son una de las consecuencias del derrotero judicial que atraviesa hace 3 años y 9 meses a raíz de "una falsa denuncia para separarme de mi hijo". Una vez dado de alta, insistió en contar su historia a Infobae "para que este sufrimiento no lo pase ningún otro papá".

Y así ocurrió. A pesar de los 8 grados de aquella mañana, el encuentro con Leszckuk fue en una heladería de Villa Devoto. Es que este local se convirtió en uno de los lugares más importantes en la vida de Norberto durante estos últimos años. La Justicia resolvió que este es el único sitio donde puede compartir un momento con su hijo, Matías, de 11. Precisamente, "90 minutos por semana", detalla el hombre. El padre del menor lleva muy bien la cuenta: "En estos tres años y 9 meses, a Matías lo vi poco más de 260 horas, es decir, 11 días".

El drama comenzó en septiembre de 2014. Norberto ya estaba separado de Andrea: "Cuando ella decidió divorciarse no le puse ningún reparo. Teníamos una relación normal, habíamos acordado las cuestiones económicas y los días de visitas para Matías", recuerda. Entre 2007 y 2011, la pareja vivió en Estados Unidos y Norberto tenía un empleo estable. Como consecuencia del divorcio, Andrea regresó a Argentina junto a Matías, y Norberto permaneció dos años más en el país del norte: "Me volví para ver a mi pibe, no soportaba más el dolor por estar alejado y él necesitaba una imagen paterna. Te aclaro que, mientras me quedé allá, le pasaba a mi ex esposa 700 dólares por mes, es decir, alrededor de 16 mil dólares en total".

"A Matías no lo vas a ver más"

Norberto ya estaba instalado nuevamente en Capital Federal y el contacto con Matías se mantenía sin inconvenientes: "Íbamos a la cancha a ver a River o mirábamos el partido en casa cuando jugaba de visitante", recuerda sobre algunos de los momentos que compartían. Pero un fin de semana todo comenzó a cambiar. Todo comenzó a ponerse cada vez más turbio.

"El 28 de septiembre de 2014, un fin de semana que Matías debía estar en mi casa, apareció su madre, estaba sacada", enpieza a relatar el denunciante sobre el inicio de una historia que iba a dar para largo.

"Vino sola. Matías, un amigo y yo estábamos en la vereda. Me dijo ´vos a Matías no lo vas a ver más, ¿por qué no te volvés a Estados Unidos?´ y me tiró una piña que pude esquivar. Mi hijo estaba mirando toda la situación, así que lo dejé ir con ella para evitar algo peor", continúa Norberto, al describir esos minutos de tensión.

Tras esta situación, Andrea dio el primer paso que toda mujer debe hacer ante casos de violencia de género. Aunque el papá de Matías afirma que se trató de "una falsa denuncia por amenazas de muerte, apoyada por un falso testigo". Al respecto, cuenta que esa persona fue "su abogado, que resultó ser también su novio. Esto derivó en un juicio penal y civil en mi contra con una perimetral respecto a mi ex y por lo tanto, también de nuestro hijo. La perimetral fue inmediata y por 60 días, sin que siquiera yo fuera llamado a declarar".

– Usted dijo que el divorcio venía transitándose con normalidad, ¿por qué su ex esposa cambiaría tan abruptamente su actitud?

– Todo esto tiene un arquitecto que es su novio y abogado. Estoy seguro de que si su pareja era otra persona, nada de esto pasaba. Su actitud cambió a partir de la llegada de este hombre. El objetivo de ella pasó a ser sacarme de la vida de mi hijo. Todo este tiempo no lo vi en sus cumpleaños, ni en el día del niño, nada. Ahora viene el día del padre y tampoco lo voy a poder ver, y ese día no voy parar de pensar que mi hijo va a estar con el tipo que estuvo detrás de la falsa denuncia en mi contra.

-¿Cómo fundamentó la denunciante las supuestas amenazas que recibió de su parte?

-Ella hizo la denuncia en la comisaría 45, presentando como único testigo a su novio, a pesar de que ni siquiera estuvo en el momento de las supuestas agresiones, y al día siguiente fue a la oficina de violencia familiar. Hizo una presentación en la cual me trató de alcohólico y drogadicto. A partir de allí comenzó a extender esta situación en el tiempo: me pusieron una perimetral por 60 días, la primera fue el 2 de octubre de 2014, y luego la renovaron cuatro veces sin ninguna justificación. No le pidieron ninguna prueba. Cuando intervino la asistente de menores, automáticamente le dieron la guarda de Matías a la madre.

Infobae contactó al Dr. Hernán Campi, abogado del papá de Matías para que, más allá del caso puntual de su defendido, explique cómo la denunciante de Norberto pudo avanzar sin pruebas concretas, tal como él indica: "Hay una tendencia en los últimos 10 años, sobre todo después de las formulaciones de las leyes de violencia de género. El sistema argentino se transformó en pendular, es decir, paso de una desprotección desmesurada de la madre a una sobreprotección a ultranza. Los peritos hipotetizan sobre causas que no conocen y valorizan lo que dice la denunciante, sin saber si es verdadero o no. Mi labor como abogado sería mucho más fácil estando del lado de la madre de Matías".

Por su parte, el abogado Christian Poletti coincidió con su colega: "La ley de protección integral a las mujeres está haciendo algunos desastres. Cualquiera que es denunciado por una mujer está en serio riesgo de tener un proceso penal sumamente injusto", opinó. Poletti tampoco se sorprendió por otros aspectos de la causa que relata Leszczuk: "Hay muchos casos como este, incluso con hombres que fueron condenados solo por los dichos de la víctima. Si lo que dice parece coherente, es suficiente y no hay necesidad de que declare el padre. Yo participé de juicios orales en los que las denunciantes se quebraban y reconocían que su acusación no era del todo cierta. Pero de todo esto se habla poco porque está mal visto".

El proceso y las decisiones en torno a Matías continuaron, y Leszczuk insiste en afirmar que él fue dejado al margen: "En la audiencia, la jueza determinó que a Matías lo voy a ver 90 minutos en éste lugar, la heladería. Esa decisión se tomó a raíz del informe de una psicóloga que atendió a mi hijo sin mi autorización. Esto es grave porque, tratándose de un menor, una atención psicológica requiere la autorización de ambos padres. Esta psicóloga emite un informe que dice que mi hijo tiene que tener visitas supervisadas. Se excusa diciendo que la madre dijo esto, la madre dijo lo otro y reconoce que a mí nunca me entrevistó".

La denuncia contra Norberto comenzó como una causa penal por aquellas presuntas amenazas contra Andrea, pero la historia comenzó a cambiar. Según señala el abogado del papá de Matías, "la causa por ese delito de acción pública comenzó en el juzgado penal pero el juez se declaró incompetente porque no se pudieron demostrar esas amenazas". A propósito, el letrado resaltó que "el dato que llamó la atención para bajarle la calidad a la denuncia fue que el testigo, el novio de la denunciante, estaba en la esquina de la casa de Norberto, a media cuadra. Entonces… ¿el hombre vio que alguien le iba va a pegar a su pareja y no hizo nada para defenderla? Eso hizo bajarla denuncia de amenaza a contravención y las actuaciones siguieron adelante en el fuero de contravenciones".

Así y todo, continuaban renovándose las perimetrales, y la heladería en Villa Devoto seguía siendo el único lugar en donde Norberto podía pasar 90 minutos con su hijo, supervisado por su abuela materna. "Con tu silencio, vos sos cómplice de todo esto", le dijo alguna vez a la madre de su ex esposa. El papá de Matías, ingeniero en sistemas, volvió a hacer cuentas: "Por todo esto, hace 1.341 días que veo a mi hijo 90 minutos en esta heladería". Y agregó una llamativa comparación: "Un preso en una cárcel bonaerense ve a su hijo al menos 120 minutos en cada visita".

Ya en 2016, la causa comienza a tomar un giro: "El fiscal lo llamó a mi abogado y le dijo que investigaron absolutamente todo, hasta teléfonos y mails, y no había nada para seguir con la causa por hostigamiento. De todos modos tuve que cumplir una probation, algo que le corresponde a un tipo que es culpable de algo".

Crisis de nervios e internaciones

El hombre denunciado tuvo una buena noticia en febrero de 2017: "Tuve el sobreseimiento definitivo de toda la causa penal, es decir que para la Justicia, ese hecho denunciado en 2014 nunca sucedió". Entonces, con otro panorama, Norberto puso el foco en recuperar el régimen de tenencia compartida para Matías.

El Juzgado n°27 de Capital Federal notificó el sobreseimiento del padre denunciado por su ex esposa

Sin embargo, en septiembre de 2017 llegó otro mal trago. Esta vez, acompañado por consecuencias en la salud de Norberto: "La jueza dictaminó que cuando estoy con mi hijo me tiene que ver una asistente social y no la abuela de mi ex, que es lo lógico y elemental. Pero la asistente social cobraba 1.200 pesos la hora y la jueza ordenó 20 horas por mes, durante dos meses. Eso sumaba 48 mil pesos y yo gano en mano, restando lo que le corresponde a mi hijo, 20 mil pesos".

Este impedimento, ahora económico, terminó de sacar de eje al padre denunciado: "El 13 de septiembre de 2017 me agarró una crisis de nervios y me internaron. En todo este tiempo me dañaron el corazón, tengo cinco stent. La semana pasada tuve dos intervenciones quirúrgicas en el corazón".

El abogado de Leszczuk tramita durante estos días la implementación de las visitas supervisadas con el Centro Ameghino, especializado, entre otras áreas, en revinculaciones familiares sin costo: "Hace un mes que estoy esperando. Mientras tanto, y faltando poco para el próximo día del padre, a Matías tengo que verlo en esta heladería".

– ¿Tomó contacto con otros padres en situaciones similares? ¿Cómo sobrellevan estos procesos?

-Sí, somos muchos. En los últimos 4 meses, en el grupo de padres en el que compartimos nuestras experiencias registramos la muerte de tres papás que estaban impedidos de ver a sus hijos. A mi abogado ya le dejé un escrito con lo que tiene que hacer si yo muero. Mirá, en 2014 yo jugaba dos o tres partidos de fútbol por semana y corría 10 kilómetros dos veces por semana. Ahora no puedo caminar unas pocas cuadras por miedo a caerme seco. Esto es mala sangre, es lo que le pasa a la gente que espera a la Justicia y no responde".

– Todo indicaría que volverá a compartir momentos con su hijo como antes, ¿tomará ahora usted medidas ante la Justicia?

-No, yo solo estoy esperando que me devuelvan a mi hijo, porque a partir de una falsa denuncia y un falso testigo me lo secuestraron. Quiero llevarlo a la cancha, a pescar, a la plaza. Tener la actividad normal de un padre con su hijo.

– ¿Qué buscará ahora entonces?

-Quiero que esto no le pase a ningún padre más. Quiero que la Justicia actúe, porque la ley está. Soy ingeniero en sistemas, trabajé en compañías internacionales en Argentina y Estados Unidos, pero con esta Justicia cualquiera puede ensuciar tu nombre. Todo lo que sufrí me perjudicó en mi salud, y se de otros padres en mi situación que murieron. Pero mi salud no significa nada al lado de cómo le arruinaron la vida a mi hijo, que no pudo estar conmigo por un hombre que conoce los vericuetos legales. Mi caso va a terminar, pero va a caer más gente por una mina que mete una falsa denuncia y le cagan la vida a un padre.

– Pero no debe haber retrocesos en las leyes de protección hacia las mujeres…

-No, en absoluto, pero es necesario hacer cambios. Se tiene que garantizar la protección de las mujeres que de verdad sufren violencia de género, porque de lo contrario no hacen la denuncia por temor a que les pase algo a ellas o a su familia. Pero también muchas aprovechan para llevar agua para su molino. Por eso pido que se aplique el Código Penal y las que promueven falsas denuncias contra los padres vayan presas.