Un conductor de 27 años fue detenido en su casa de la localidad bonaerense de Don Torcuato, acusado de haber atropellado y matado a un ciclista el domingo al mediodía en la autopista Panamericana en estado de ebriedad y sin haberse detenido a asistir a la víctima.
El detenido, identificado como Alan Joaquín Ponce, manejaba además un auto que no era suyo y no tenía cédula azul, iba a más de 130 kilómetros por hora y, cinco horas después del accidente, cuando la policía lo abordó en su casa, tenía 0,83 gramos de alcohol en sangre, cuando el límite permitido es de 0,5.
La víctima, Manuel Maximiliano Caballero, de 72 años, iba en bicicleta por la banquina del kilómetro 28 de la autopista Panamericana, sentido al norte, aproximadamente a las 9:40, cuando fue embestido por el Ford Focus negro que conducía Ponce y murió en el acto.
Su cuerpo quedó tirado sobre el pasto y su bicicleta destrozada pero el conductor del auto siguió hasta su casa y toda su huida fue registrada por las cámaras de seguridad del municipio de Tigre.
Los investigadores creen que el conductor del auto conducía con por lo menos un gramo de alcohol en sangre al momento del accidente, por eso será sometido a un examen por el Cuerpo Médico Forense del Departamento Judicial de San Isidro, que determinará según su peso, altura y otras variables el estado de ebriedad al momento del asesinato. También le sacaron sangre para evaluar la presencia de otras sustancias.
Aunque el Sistema de Emergencia local llegó a los pocos minutos a donde estaba tirado el ciclista y le efectuaron maniobras de reanimación cardiopulmonar, no pudieron hacer nada para salvar su vida.
Caballero, jubilado, solía andar en bicicleta por ahí, a pesar de que la ley de tránsito lo prohíbe en este tipo de autovías, como la Panamericana, General Paz o Acceso Oeste. Incluso iba acompañado por otro hombre en bicicleta que iba unos 50 metros delante de él y no fue herido en el accidente.
El auto fue encontrado alrededor de las tres de la tarde, estacionado en la puerta de la casa de su conductor, en Camacuá al 1300, Don Torcuato, con el parabrisas astillado, abolladuras en la trompa y la luz delantera completamente rota. Adentro y a pesar de todo el tiempo que había pasado, Ponce seguía borracho.
El joven de 27 años está imputado ahora por homicidio culposo agravado, un delito que prevé una pena de tres a seis años de cárcel. El fiscal del caso, Cosme Iribarren, ya le tomó indagatoria y pidió al juez que cambiara la condición de aprehensión por detención.
Ponce, que dijo que volvía de un boliche en Ramos Mejía, manejaba con exceso de velocidad, alcoholizado y abandonó a la víctima, tres condiciones que por ley impiden la excarcelación.
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