El pasado lunes, Edgardo Leonardo Nava, de 58 años, sufrió un desperfecto mecánico en su vehículo a la altura del kilómetro 45,5 de la autopista Panamericana. Estacionó sobre la banquina y descendió para ver qué ocurría. Segundos después fue atropellado por otro automovilista, que escapó a toda velocidad sin asistirlo. La víctima, tras ser arrastrada por más de siete metros, murió en el hospital municipal Sanguinetti de Pilar.
La policía, en las primeras pericias, constató que el espejo del lado del conductor no estaba y con la orden del fiscal 1 de Pilar, Raúl Casal, descubrió a través de las cámaras de seguridad de Autopistas del Sol que la muerte de Nava había sido ocasionada por el conductor de un vehículo Honda Civic gris, que recién se detuvo en la puerta del Colegio St. John's School, algunos kilómetros después.
Con los datos recopilados, la policía pudo ubicar al dueño del auto y detenerlo. Se trata del arquitecto Juan Pablo Sbarbat, de 49 años, domiciliado en un barrio privado de la localidad de Fátima. Al ser arrestado, dio una insólita explicación. Dijo que no se detuvo a ayudar al hombre porque "llegaría tarde a buscar a su hijo al colegio".
En un principio, se abrió una causa por "lesiones culposas", pero fue recaratulada como "homicidio culposo" tras la muerte de la víctima. Las pericias sobre el vehículo permitieron comprobar que tenía, además del faltante del espejo, una abolladura en el capot del mismo lado.
Hasta acá se trata del relato de un caso más en el que un automovilista atropella, mata y escapa. Sin embargo, con el correr de los días se fueron descubriendo detalles que siembran dudas sobre la muerte de Edgardo y abren nuevas hipótesis. Tras los allanamientos a la casa de Sbarbat y al estudio de arquitectura de su propiedad, descubrieron que Nava era su empleado. Versión que fue luego confirmada por los familiares de la víctima.
"Estamos muy dolidos. Ayer pudimos velarlo y recién hoy pudimos darle sepultura. Mi hermano era empleado del hombre que lo mató, era yesero", reveló Juan, hermano de Edgardo, quien dijo que todo le parecía "raro". "No había conflictos laborales entre ellos. Sin embargo, el arquitecto lo atropelló en plena autopista Panamericana y lo abandonó. Se excusó diciendo que llegaba tarde a buscar a su hijo al colegio", explicó.
Otro dato que llama la atención es que el Renault del hombre de 58 años no presentaba ningún problema mecánico. Sus hermanos no saben en realidad por qué se detuvo. Lo único que pudieron aportar es que las filmaciones ya están en poder de los investigadores y que ni siquiera saben si el acusado sigue detenido.
"Creo que se fue por alguna otra razón, hay algo raro", añadió Juan, quien remarcó que el auto se detuvo en la banquina, al lado del carril "lento", y que no tenía ningún desperfecto mecánico. "Si hubo un llamado u otra cosa, no tenemos idea", dijo el hombre en diálogo con el canal TN. Aseguró, entre otras cosas, conocer al arquitecto que atropelló a su hermano.
"Las pruebas las tiene la fiscalía. No sabemos nada nosotros. Conflicto laboral nunca tuvo y si lo tuvieron nunca nos enteramos. Sospechamos como todos. Creo que hay algo raro. No sé qué decir. Hay cosas raras", reiteró.
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