La fecha no es solo simbólica. El jefe de la Armada Argentina, vicealmirante José Luis Villán, le comunicó de manera extraoficial -el miércoles 9 de mayo pasado- a los dolientes familiares que por el lapso transcurrido sin señales de vida de los marinos, la ley los habilita para iniciar "el trámite de presunción de fallecimiento".
Obtenido el certificado de defunción, un acto administrativo muy doloroso, la Armada dejará de abonar los sueldos de los tripulantes y deberán gestionar el cobro de las pensiones.
Si no hay una disposición expresa del Ministerio de Defensa, a cargo de Oscar Aguad, durante esa tramitación, sus hijos y viudas no recibirán ingresos.
Los dolientes ya saben que esa remuneración será inferior al sueldo que cobraba el oficial o suboficial que ese 15 de noviembre trágico estaba a bordo del submarino.
La pensión se corresponderá a un salario desdoblado en sumas remunerativas y montos adicionales (sueldo blanco y negro), donde no figurara, por ejemplo, el plus que se les abonaba por los días que estaban embarcados.
Infobae pudo saber por fuentes del Ministerio de Defensa que está en estudio otorgarles una pensión igual al 100% del sueldo, en este caso hay que considerar que por muertos en acto de servicio se los asciende un grado más en la jerarquía militar. En la Armada ya esbozaron la idea para que Mauricio Macri firme un decreto declarando fallecidos a los tripulantes sin que los familiares realicen el trámite.
Sin embargo, desde Defensa, descartan de plano esa posibilidad porque es facultad del Fuero Civil ese tipo de atribuciones y no del Poder Ejecutivo.
Si los familiares no inician el trámite a los 6 meses (que es una facultad y no una obligación), recién se tendría que cumplir el plazo de los 3 años para declararlos muertos por oficio.
Reuniones en la Armada
Como marco de esta situación por demás angustiante, el lunes pasado (7 de mayo), el mismo jefe de la Marina mantuvo una reunión de rutina con los capitanes de navío y frente a lo que se avecinaba, les dijo que "había que desanjuanizar" a la Armada, e intentar sacar de la opinión pública la desaparición del único submarino que estaba "operativo".
Villán también abordó el tema presupuestario, la Armada estaba en rojo en varios cientos millones de pesos por lo invertido en la búsqueda del buque, un hecho que debería ser compensado por el Ministerio de Defensa ya que Aguad en el Congreso afirmó que los 750 millones "gastados en la búsqueda del ARA San Juan" salieron de un fondo especialmente creado para ese fin.
Además del tema de equipamiento y adquisición de cinco aviones de combate usados Super Étendard pero modernizados de la Marina Nacional Francesa por 12,6 millones de euros, que se espera lleguen al país antes de la cumbre del G-20 que se desarrollará entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre de este año.
Seguí leyendo:
El jefe de la ARA también le dijo a sus subordinados que sigue adelante la compra de buques L'Adroit OPV 90 (de patrullaje marino) también a Francia.
Por último, Villán abordó una vez más el tema del ARA San Juan. Según su visión, "la mayoría de los familiares" aceptará iniciar los trámites por la muerte de sus seres queridos para cobrar las pensiones.
Un hecho que aliviaría las flacas arcas de la Marina, ya que los pagos se realizarán a través de la ANSES; y la desocupación de las viviendas oficiales.
Lo que aún no se sabe
Para la temperamental abogada querellante Valeria Carreras, los familiares "están asistiendo perplejos a los daños colaterales de una tragedia nacional que para la Armada es la de mayor envergadura en tiempos de paz".
Con el expediente en la mano, la letrada le planteó a Infobae los diez interrogantes que no tienen respuestas ni políticas ni, al menos por ahora, judiciales.
1- No se sabe si el ARA San Juan explotó o implosionó.
2- No se sabe por qué el 26 de octubre pasado zarpó de la Base Naval de Mar del Plata si no estaba en condiciones de "patrullar" y "operar", como lo reconoció bajo juramento el almirante Marcelo Srur, el ex jefe de la ARA.
3- No se sabe cuál era realmente la misión, si patrullar o hacer inteligencia o ejercicios bélicos, o las tres opciones.
4- No se sabe el contenido de mensajes SMS y datos enviados del celular satelital del ARA San Juan.
5- No se sabe la ubicación final exacta porque no se geolocalizó su posición.
6- No se conocen las mediciones sonoras de la explosión anómala no nuclear que también detectó Estados Unidos.
7- No se sabe de manera oficial por qué fueron descartados en la búsqueda detección de sonidos informados por la Corbeta Spiro (tal como ya informó Infobae) a través del testimonio de un sonarista que aseguró haber escuchado golpes metálicos que eran compatibles con el casco de un submarino).
8- No se sabe de qué hablaron en las últimas llamadas de la madrugada del 15/11 desde el submarino.
9- No se sabe –siempre según Carreras- por qué se intervinieron teléfonos de familiares, abogados querellantes y miembros de la Comisión Bicameral.
10- No se sabe si comunicó Argentina la misión del ARA San Juan al Reino Unido tal como está pactado a través del acuerdo de Madrid.
Este es un punto clave, el capitán de Ultramar Marcelo Covelli, estableció que: "La última Orden de Operaciones que el Comando de la Fuerza de Submarinos le asignó al ARA San Juan involucró un área de Patrulla llamada 'Juliana' de la cual una parte de su sector Sur se superpone con la Zona de Conservación Pesquera Exterior impuesta por el Reino Unido", algo que para el marino, es "llamativo que el Comando de la Fuerza de Submarino, con aprobación del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada, ordene a un submarino que patrulle un área para control pesquero en un sector del mar donde los permisos de pesca son otorgados exclusivamente por la gobernación de las Islas Malvinas y ninguno por nuestro país".
Seguí leyendo:
Para Covelli, "esto podría ser un indicio para suponer que el submarino desaparecido haya tenido, además de la orden de control pesquero, otras órdenes de inteligencia, por ejemplo tendientes a obtener la 'firma' de las comunicaciones de la gobernación de Malvinas, tales como las frecuencias que utilizaban, quiénes eran los que hablaban, y el contenido de los mensajes".
Más interrogantes
Si se observa el parte diario de situación, confeccionado por el Comando de Alistamiento y Adiestramiento, del día 15 de noviembre, en su punto 1.4, "Orden de Operaciones ANAT N° 10/17 "C", coloca en Patrullaje de Control de Espacios Marítimos en la Zona Económica Exclusiva Argentina a la Corbeta Robinson -del día 2 al 14 de noviembre- y a la Corbeta Granville -del día 6 al 13 de noviembre.
"Curiosamente -destaca el Capitán de Ultramar Covelli- el ARA San Juan no figura dentro de las unidades informadas en septiembre que iban a realizar Control de Espacio Marítimo durante noviembre, ni tampoco figura en el parte diario de situación como que estuviera realizando dicha tarea".
Sobre este punto oscuro, el almirante Srur ya le dijo a la jueza federal de Caleta Olivia, Marta Yáñez, que creía que no se informó la real tarea que estaba realizando el ARA San Juan ni su ubicación exacta porque él le había sugerido a López Mazzeo que el submarino no saliese a operar en esa fecha.
Pero eso no es todo, Covelli ya informó a la querella que lleva adelante Luis Tagliapietra, padre de Alejandro, uno de los 44 tripulantes desaparecidos, que "en el parte diario de situación se observa que la Corbeta Granville, que zarpó para cumplir una misión entre los días 6 al 26 de noviembre, con un ingreso a Puerto Madryn para el día 20 de noviembre".
"No obstante ello -recuerda Covelli- en la presentación del ministro de Defensa ante la Comisión Bicameral, en su diapositiva Número 17, en el punto 3 dice que el día 16 de noviembre (cuando comenzó la búsqueda del Submarino) se la envió al Golfo Nuevo para reabastecerse en lugar de ser enviada inmediatamente para la búsqueda del ARA San Juan, lo que resulta muy sospechoso porque debería haber tenido existencia de provisiones y combustible a bordo suficientes para poder ser destacada inmediatamente".
El paso del ministro Aguad por la Bicameral dejó dudas sobre varios puntos que diputados y senadores -y quizá también la Justicia- intentarán develar.
Por ejemplo, en una nueva diapositiva mostrada en el Congreso, la número 36 figura una comunicación de voz correspondiente al día 14 de noviembre a las 23:42 hs. en la cual el submarino informa a su comando en tierra de las averías sufridas por un principio de incendio ocasionado debido al ingreso de agua de mar hasta el cuarto de baterías de proa, asimismo, en esa misma diapositiva se dejó constancia de que el Ara San Juan, en esa comunicación, también requirió conocer la posición de los otros buques de la flota.
¿Por qué razón el comandante del submarino Pedro Martín Fernández informa sobre una avería de este tipo a su comando en tierra y en ese mismo instante le pregunta por la posición de los otros buques de la Armada?
Covelli, que ya fue electo como "asesor técnico" de la Bicameral, aunque aún falta su nombramiento definitivo, esbozó una posible respuesta, aunque bajo el signo de interrogación: "¿Acaso no podría tratarse de que el ARA San Juan estaría evaluando, o infiriendo a su comando en tierra, un pedido de asistencia al preguntar sobre cuáles eran los buques más cercanos a su posición?
A 180 días de la desaparición del ARA San Juan, tanto en la justicia como en la Bicameral, surge ya información inquietante sobre algunas ¿imprevisiones? en la búsqueda y rescate del buque de guerra de la armada.
El 16 de noviembre, a las 13:23, comenzó la primer fase del Operativo SARSUB (la búsqueda y rescate de los 44 tripulantes), es decir el denominado PRECOM, esto es la "búsqueda preliminar de comunicaciones.
Esta es la primera fase del Plan SARSUB en el cual se debe comenzar a buscar por todas las frecuencias y estaciones costeras móviles.
Según la causa judicial, a las pocas horas se declaró la fase de SUBMISS, por la cual se lo daba por perdido y se requerían el despliegue urgente de buques y aeronaves para su búsqueda activa.
A pesar de lo que dice el protocolo SARSUB, tendiente a realizar todas las acciones posibles, tanto a la jueza como a los peritos involucrados en el expediente, les llamó la atención que en ninguna de las declaraciones de esas dos fases mencionadas (PRECOM y SUBMISS) se haya dado aviso a la Prefectura Naval argentina (PNA) quien dispone de medios de superficie, aéreos y radioeléctricos para los casos SAR (búsqueda y rescate de personas en peligro en el mar).
La razón de esta decisión será uno de los cuestionamientos que tanto en la Comisión Bicameral, como en el juzgado le realizarán tanto al responsable del Comando de Fuerza de Submarino, el capitán de navío Claudio Javier Villamide, como a López Mazzeo, el titular del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada.
Es muy posible que el ex jefe de esta última fuerza también tenga algo para decir sobre el punto ya que es conocida la intención del Ministerio de Defensa de anexar Prefectura a la Armada Argentina, un hecho que despierta recelos en el Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, de quien depende Gendarmería, Policía Federal y Prefectura.
Mientras todo esto sucede de manera prácticamente simultánea, los familiares esperan el resultado de la adjudicación directa para buscar al submarino y a sus seres queridos.
De las nueve empresas que presentaron ofertas, dos parecen las más próximas a adjudicarse la tarea de rastrillar el fondo marino a través de tecnología AUV.
Una de ellas es la del venezolano Hugo Marino, que para sorpresa de muchos, presentó en su propuesta un buque de origen brasileño para llevar a bordo el minisubmarino no tripulado.
Por eso sumó 1.800.000 dólares más en la propuesta. Fue el único oferente que asegura tener disponible la tecnología AUV para antes de noviembre, como se solicita en el pliego.
Varios familiares impulsan a Marino como preferido ya que este les aseguró que en cien días iba a encontrar al ARA San Juan.
La segunda empresa es la también norteamericana Ocean Infinity, que ya participó en la búsqueda del submarino junto a la Armada norteamericana.