Ana Gerschenson: "Los medios públicos construyen democracia"

La directora de Radio Nacional habla de su proyecto basado en "profesionalismo y pluralidad", muy lejos de la época en que se utilizó al medio como una herramienta política. "Hay que recuperar la credibilidad", afirma. Rating, popularidad, programación federal y su vuelta a la conducción en un ciclo de entrevistas

"La palabra para mí es credibilidad", dice Ana Gerschenson a la hora de explicar el objetivo que tiene como directora de Radio Nacional además de profundizar el alcance federal de la emisora y hacer aquello que las radios privadas no pueden.

Basando el proyecto en profesionalismo y pluralidad, entendió el impacto que eso podía tener en materia de rating y no temió marcar la diferencia en una radio que había sido utilizada como herramienta política durante la gestión kirchnerista.

A dos años y medio de asumir su rol y feliz con la programación 2018, Gerschenson volverá a poner su voz en la conducción entrevistando a míticos personajes de la radiofonía: "Soy periodista y extraño mucho la profesión desde ese lugar".

En época de Ni una menos, Radio Nacional es la emisora con más espacio para el género femenino, según expone un informe realizado por #BorderPeriodismo. Orgullosa de acompañar el momento, es consciente del rol social del medio que gestiona y que se despega de las desigualitarias proporciones de hombres y mujeres que trabajan en el resto de las emisoras.

Ana Gerschenson y la actriz Graciela Borges

—¿Qué es lo más difícil de manejar un medio público?

—Además de que es un desafío es una responsabilidad. Y las responsabilidades son difíciles porque tenés que tomar decisiones. En el caso de un medio público es, por ejemplo, el objetivo que se traza. No hay un parámetro y un camino de lo que hay que hacer, es un debate que nos debemos como sociedad. A mí me parece que el medio público tiene que recuperar la credibilidad perdida. Por ahí mañana viene otro director u otra directora y va a pensar otra cosa. Nos debemos ese parámetro. Esta cosa de la política de Estado en torno a los medios públicos me parece que sería muy saludable para todos.

—Es interesante porque siempre aparecen voces que cuestionan si necesitamos en Argentina medios públicos, a qué costo, con qué fin. Cuando pienso en países desarrollados, siempre pienso en países con medios públicos.

—Siempre. Construyen democracia los medios públicos. Estoy organizando en la radio, en el auditorio, una serie de debates justamente para hablar de esto: ¿Qué tiene que tener un medio público? ¿Tiene que ir por el rating? ¿Tiene que ir por la popularidad? Te pegan por todos lados, hagas lo que hagas. Hay voces que dicen que bajó el rating, pero por otro lado tenés otras voces que dicen: "No, la radio pública tiene que hacer lo que las radios privadas no pueden hacer". Esto es lo que yo creo: tiene que tener estos contenidos más culturales, de servicios, federales en nuestro caso.

—Al Teatro Colón no se lo mide por rating, se lo mide por prestigio, ¿preferís rating o prestigio?

La palabra para mí es credibilidad. Los vaivenes en los que estuvieron los medios públicos, siempre sometidos a la política, tienen ese prejuicio y hay que recuperar la credibilidad. Para eso hay que hacer periodismo, hay que ser profesionales, hay que realmente hacer una radio de todos, del Estado, federal, en donde se escuchen las voces de todo el país. Es un camino larguísimo. La credibilidad, incluso para nosotros que somos periodistas, se construye diariamente a través de nuestras notas, a través de lo que hacemos.

—¿Cómo estás con la programación del 2018? Tienen una primera mañana que sale desde San Juan, sigue Román Lejman, Silvina Chediek…

—Estoy muy orgullosa, muy contenta. Te puede gustar o no en la radio, pero nadie puede decir que no es una radio hecha por gente de radio. Silvina Chediek tiene una trayectoria enorme. Estaba el Cholo Gómez Castañón en ese horario, lo que definimos es fortalecer la Folklórica y tiene su programa ahí. Vas por los pasillos y te cruzás a Bobby (Flores), a (Héctor) Larrea, el otro día vino Pergolini. Vino Cacho Fontana esta semana, estaba totalmente emocionado. Es muy lindo para los que somos periodistas y para los que queremos a estas figuras.

—¿Cómo sigue la programación a la tarde?

—El panorama federal que hacen todas las emisoras del país, y después está María Laura Santillán también con un grupo de periodistas. Y después Osvaldo Bazán hace un programón. Empieza leyendo un cuento. Eso es bien de radio pública. Después sigue Romina Manguel con un programa muy muy profesional, muy cargado, muy intenso, muy de regreso. Es muy admirada y muy respetada. Me encanta el programa que hace.

—¿Por qué no estás al aire?

—Voy a estar al aire.

—¡Qué novedad!

—Voy a estar al aire porque soy periodista y extraño mucho la profesión desde ese lugar. El otro día que vino Fontana antes de ir a lo de Larrea, lo recibí, tomamos un café y me contó tantas anécdotas de sus épocas que sería bueno registrar todo esto. Con vidas de radio, por ejemplo, y entrevistar a Mario Pergolini, a Nora Perlé, a Cacho Fontana, a Lalo (Mir). Que tienen tantas historias. Porque los medios, no los medios públicos sino los medios, cambiaron tan rápido, yo empecé en gráfica y mandaba mis notas por fax y todavía había algunas Olivetti.

—Un ciclo de entrevistas a gente de la radio.

—Me parece que nos lo debemos. Hay tantos buenos entrevistadores en la radio y demás, pero me pareció que podía ser un aporte dejar registradas todas esas historias para los que amamos la radio como tal.

Joan Manuel Serrat fue parte del ciclo de charlas en el nuevo auditorio de Radio Nacional

—Además del debate que mencionabas en el auditorio, están generando charlas abiertas con figuras como Oscar Martínez, Palito Ortega, Serrat.

—Es un auditorio histórico, estuvo Édith Piaf, pasaron todas las orquestas de tango que se te ocurran. Lo que hicimos fue modernizarlo, ponerlo en valor en cuanto a acústica, instalamos una megapantalla LED. Y entonces iniciamos esto de que la radio también se acerque y que la gente se acerque a la radio.

—Otra forma de acercarse tiene que ver con la tecnología y los podcast.

—Es lo nuevo, es lo que viene. Nos generó mucha sorpresa el año pasado. Las radios del mundo están haciendo podcast. Ese camino también tiene que ver con esta reconfiguración de los medios, el on demand. Que pasa también en la tele.

Ana Gerchenson junto a Hernán Lombardi y Jorge Lanata en la entrega de premios de Radio Nacional 2017.

—Hay algunos medios donde la gente la está pasando muy mal, no cobran hace meses, y se viven situaciones súper precarias. ¿Qué se hace con eso?

—Es una situación tan triste además, se enmarca en un contexto internacional, no es que vos escuchás que esta situación sucede solamente en la Argentina. Todos los medios se están reinventando, se están reconfigurando, están viendo cómo hacen ante esta nueva realidad que son las redes sociales, que dieron vuelta todo. Hoy realmente con un celular sos un periodista -si se quiere- y podés llegar a los medios masivos. Igual hay una esperanza, muchos consultores dicen que no importan los medios tradicionales y lo importante es estar en Facebook porque es uno de los países más poblados del mundo. Pero cuando tuvo que pedir perdón Mark Zuckerberg por lo que pasó lo hizo en los diarios tradicionales. Estamos conviviendo, cada uno tiene que encontrar su lugar.

—Por un lado está la tecnología, avanza y todos tenemos que aprender a competir o a integrarnos con eso, pero hay medios que estuvieron manejados por gente que hizo desastres.

—Fue difícil. Manejaron medios con pauta oficial gente que no sabía nada de medios. Los que vienen sufriendo, más allá de todo el análisis que hagamos nosotros, son los trabajadores de esos medios, que no cobran o que cobran en cuotas. Es una realidad tremenda con la que obviamente todos no podemos más que solidarizarnos. Hay un reacomodamiento y ojalá no vuelva a pasar. Esos medios fueron herramientas políticas y no es el fin de un medio, para lo que es creado, lo que debe ser, por lo menos que los periodistas nos debemos a esto. Vos podés pensar de cualquier manera pero la honestidad intelectual ante todo.

—El año que viene hay elecciones, el año pasado hubo elecciones, ¿qué cambia en Radio Nacional en años electorales?

—Las cubrimos como nadie porque tenemos a alguien en todo el país contándonos qué pasa. Es algo totalmente comprobable en al aire. Cuando escuchás la radio están todas las voces, están todas las posiciones políticas, no hay ningún tipo de favoritismo en ningún sentido. Recuperar la credibilidad se recupera así, con profesionalismo, no hay otra manera, no hay otra fórmula para la recuperación de la credibilidad en un medio público. Yo soy periodista ante todo y si acepté este desafío es porque en primer lugar Hernán Lombardi me garantizó total libertad y hoy sigo, tres años después, sabiendo que es así. Todos los periodistas saben que nunca nadie llamó para decir esto sí, esto no. Esto es saludable, debería ser lo natural. Pero no lo era.

La muestra de Radio Nacional por sus 80 años

—En estos casi tres años, ¿cuántas veces te agarraste la cabeza y dijiste: "Ay, Dios mío, por qué me metí en esto"?

—Muchas, pero siempre pesó más este entusiasmo y esta mística que hay con el equipo de trabajo de sentir que estamos cambiando, que estamos yendo para ese lugar, que no tenemos otra ambición que tratar de que la radio sea mejor, de que la radio sea más federal, pero no en el discurso, en los hechos. Volver a sentir que la radio es nuestra. A mí me pasaba que sentía que la radio era según el momento de un color o de otro.

—La radio de un Gobierno y no del Estado.

—Exactamente. Y me parece que eso está, eso es lo que tenemos que recuperar, la institucionalidad de los medios públicos, de la radio del Estado.

—Sí, pero construir credibilidad como mencionabas puede llevar tiempo, no se refleja en el rating inmediatamente.

—En las redes somos muy crueles, aparte hay algunos que se esconden detrás de nombres que no podés saber ni quién es. La única crítica es el tema del rating, es verdad, era una radio muy política, politizada, yo no hice eso. No vinimos a hacer eso. Pero no era que tenían cincuenta puntos, eh. Nada que ver. Estoy convencida de que prefiero que sea un programa de San Juan a estar pensando en Buenos Aires. Si vos pensás solamente en el rating pensás en Buenos Aires, IBOPE solo mide Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano. Nosotros no tenemos la programación justamente dedicada a la Ciudad de Buenos Aires y al Conurbano, todo lo contrario. Llegan mensajes de Tierra del Fuego, de las Lomitas, de la Quiaca.

—¿Qué radio soñás?

—Una que haya recuperado la credibilidad.

—¿Como modelo qué país tomás? ¿qué medio?

Radio France tienen un lema: "Si lo dijo Radio France, es verdad". Es cierto, debe ser cierto. Eso es lo que dicen.

—Te gustaría que pase eso, que si lo dijo Radio Nacional es cierto.

—Y sé que por ahí yo no voy a estar en el cargo, yo estoy de paso, me gustaría que quien viniera después de mí siga por ese camino, porque me parece que es un camino que nos merecemos los argentinos.

—¿Cómo es trabajar en un lugar con la convicción de que estás de paso?

—Muy liviano, no estoy aferrada a nada. En todo caso también lo que me pasó es tratar de hacer cosas que queden. Yo me voy a ir y ese auditorio va a quedar lindo como está, todos los estudios reformados también, todo eso va a ir quedando.

—Como periodista, en la comunicación, ¿cómo lo ves al Gobierno?

—Tiene su propio estilo. Tiene su marca personal en un momento en que todos los políticos del mundo están cambiando su manera de comunicar. Vos ves a Trump todo el tiempo o a Macron con Twitter. Antes esa relación tan directa no existía. Ahora vi que Mauricio Macri, el presidente, en Instagram insta a que le hagan preguntas. Hay una nueva relación con el votante, con el ciudadano, que todavía se está explorando. Sin embargo yo todavía creo en los medios tradicionales, creo que son necesarios, y que las redes son complementarias como medio de comunicación, pero que todos son válidos.

—Los medios públicos son necesarios, festejo el debate que proponés sobre su rol y los recursos.

—Nos debemos el debate: para qué queremos los medios públicos, cómo tienen que ser, qué lineamientos tienen que seguir. Estamos listos para eso. Repito, los medios públicos construyen democracia.

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