La agricultura es un "invento" femenino, cabe recordarlo. En la primitiva división de tareas, mientras el hombre salía a cazar para aportar proteínas a la dieta, la mujer recolectaba y sembraba… Desde entonces, la actividad ha vivido muchas revoluciones, pero el papel de la mujer sigue siendo clave: en la actualidad, según Naciones Unidas, la mitad de la fuerza de trabajo en el campo es femenina. Y, como lo recordó la productora y asesora agropecuaria Pilu Giraudo, depende de las mujeres rurales más del 50 por ciento de la producción de alimentos a nivel mundial.
Sin embargo, si hay un sector donde ese aporte está semioculto, poco medido y mal remunerado, es justamente en el campo.
Estos datos y varias propuestas fueron expuestos en la jornada "Mejor con ellas: la mujer en el agro hoy y hacia adelante", organizada en la sede diplomática francesa por la asociación franco-argentina Marianne.
En el año 2017, por sugerencia del embajador de Francia en Argentina, Pierre-Henri Guignard, y en respuesta a la convocatoria del W20 (Woman 20), que busca incidir en las políticas públicas para una mayor participación de la mujer en la economía y en la sociedad, la asociación Marianne formó un Grupo Agro para analizar el papel de la mujer en ese ámbito en la Argentina.
Argentina acoge este año al G20 e incluye por primera vez el tema de la Mujer Rural en la agenda del W20.
"El empoderamiento de las mujeres permite luchar contra las desigualdades y la pobreza -señaló el embajador Guignard, en sus palabras de bienvenida a los participantes de la jornada-. Es por eso que la igualdad entre hombres y mujeres en Francia fue declarada por el Presidente de la República como 'la gran causa nacional' de su presidencia". Una causa que, agregó, "tiene resonancia internacional, ya que en 2022, el 50 por ciento de los financiamientos de la agencia francesa de desarrollo deberán contribuir al mayor protagonismo de las mujeres".
La vicepresidente de Marianne, Laurence Loyer, expresó su convicción de que "una composición que no sea equitativamente mixta es, sencillamente, un absurdo. El mundo es mixto".
"Es por ello que queremos ayudar a empujar esa fuerza gravitacional que hace que la marea de la sociedad civil no se detenga: queremos más mujeres en el sector agroindustrial y que accedan a puestos de decisión", dijo.
La jornada estuvo dividida en tres paneles. De "Mujeres en puestos de decisión en la agroindustria" participaron la ingeniera Silvia Taurozzi (Marianne/ Fundación Irradia), Ricardo Negri (SENASA) y Antonio Aracre (Syngenta Agro). De Mujer rural en la Argentina, Pilu Giraudo (Aapresid), Sebastián Cabello (GSMA Topic Chair) y Fabiana Menna (Fundación gran Chaco). La experiencia europea, el último panel, estuvo a cargo de la Jefa de la Delegación de la Unión Europea en la Argentina, Aude Maio-Coliche.
Cada panel fue moderado por periodistas, respectivamente: Silvia Fesquet (Clarín), Fernando Bertello (La Nación) y Claudia Peiró (Infobae).
Además, Susana Balbo, chair del W20, expuso los objetivos y propuestas de esa red.
La finalidad de esta jornada era contribuir a difundir la situación y problemática específica de la mujer en todas las fases de la cadena agroindustrial. En línea con este objetivo, la ingeniera Silvia Taurozzi, cofundadora de Marianne y ex CEO para Latinoamérica Sur y Oeste de Louis Dreyfus, compartió los resultados de una encuesta con información sobre el sector.
El 60 por ciento de quienes respondieron el sondeo considera que el tema de la mujer rural y la mujer en el agro tiene poca importancia en la agenda pública del país, en contraste con el peso y el valor estratégico del sector en la Argentina.
En opinión de los consultados, las dos principales barreras para las mujeres en el acceso a puestos de decisión en la cadena agroindustrial son el priorizar la familia y la maternidad. Le siguen la falta de movilidad y de formación.
El 67 por ciento afirma que existe una relación entre la diversidad de género en el empleo y la mayor productividad económica.
El acceso al crédito (47%) y la infraestructura (42%) son los dos principales escollos que encuentra la mujer rural. Le siguen la falta de títulos de propiedad (17%), la educación (15%), la falta de acceso a mercados (13%) y a la tecnología (11%).
"Una de las propuestas es hacer lo que estamos haciendo aquí, seguir actuando en red; es importante actuar en red con otras organizaciones", dijo Taurozzi.
Hubo unanimidad en casi todos los participantes en señalar que la mujer puede desempeñar tareas de gestión al mismo nivel que el hombre. Pero también en la necesidad de medidas que eviten que, en los años en que la mujer prioriza la maternidad y la familia, no vea interrumpida su carrera, tales como el trabajo partime, a distancia y una capacitación continua.
También hubo coincidencia en destacar la vocación o tendencia innata de la mujer por el "cuidado". Algo esencial por ejemplo en seguridad alimentaria, un rubro en el cual no casualmente la presencia femenina es muy elevada.
Para la seguridad alimentaria el poder cuidar es fundamental, y las mujeres son los mejores vehículos para generar bienestar.
"Las Pymes familiares dirigidas por mujeres van a agregar más valor que las lideradas por hombres; ellas saben cuidar mejor", dijo por ejemplo Ricardo Negri.
En la cadena alimentaria no hay diferencias salariales, señaló Susana Balbo. Pero sí existe discriminación a la hora de contratar.
Se evocó la importancia de las comunicaciones, sobre todo de extender y profundizar la conectividad. "Solo el 19 por ciento de las mujeres usan la tecnología para acceder al sector bancario -dijo Susana Balbo-. Todas tienen teléfono pero no internet. No usan el celular para acceder a los mercados, o como plataforma de aprendizaje. Es necesario que la mujer se apropie de la tecnología, que no tenga miedo".
La antropóloga Fabiana Menna, presidente de la Fundación Gran Chaco, habló sobre las peculiaridades de una zona que se caracteriza por "la dispersión y el aislamiento", por lo que "el proceso asociativo es la prioridad, entre otras cosas, para poder acceder al mercado", pero a diferencia de lo productivo, "es difícil obtener financiamiento porque lo asociativo no es tan visible". También destacó que las mujeres son las que más responden a las iniciativas asociativas y dijo que un objetivo de la Fundación es tratar de que las mismas mujeres desarrollen toda la cadena.
Aude Maio-Coliche, jefa de la Delegación de la UE en Argentina, trazó un cuadro de la situación de la mujer en el agro europeo, de cómo la diversificación de actividades alternativas, como los servicios accesorios para la agricultura y lo forestal, el turismo rural, alimentación o artesanías, abren nuevas oportunidades de trabajo y emprendimiento, especialmente para las mujeres. También detalló las políticas de promoción de la mujer que lleva adelante la UE tanto en lo interno, como en lo que hace a la cooperación exterior.
En definitiva, a través de la jornada "Mejor con ellas" se buscó destacar la necesidad de una mayor participación. Como sintetizó Giraudo, "el tema de la voz es esencial porque las decisiones de política pública se toman a espaldas de los actores del sector y en el caso de las mujeres más todavía".
En la clausura del evento, la presidente de Marianne, Eugenia Botta, recordó que ésta es una organización de mujeres vinculadas a Francia, activas profesionalmente y referentes en sus sectores de actividad, surgida en Argentina con el patrocinio institucional de la Embajada de Francia, y que su objetivo es promover los lazos entre ambos países, tendiendo puentes entre mujeres destacadas en los negocios, las ciencias, las artes, la cultura.
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