"La piedad patriótica es una virtud que ya no se enseña"

Con esas palabras, Roberto Bosca inauguró la Diplomatura de Cultura del CUDES, que dirige Pedro Barcia, y a la que definió como “una reflexión sobre la Argentina”. El ministro de Cultura, Pablo Avelluto, abrió el acto

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El ministro de Cultura, Pablo Avelluto, el director de la Diplomatura de Cultura Argentina, Pedro Luis Barcia, y el titular del CUDES, Roberto Bosca
El ministro de Cultura, Pablo Avelluto, el director de la Diplomatura de Cultura Argentina, Pedro Luis Barcia, y el titular del CUDES, Roberto Bosca

"Bajar a la Argentina profunda para acceder al conocimiento de nosotros mismos", fue la síntesis de la propuesta del CUDES en palabras de su director, Roberto Bosca, al abrir el año académico de la institución. "La Diplomatura es una reflexión sobre la Argentina. O sea, sobre nosotros mismos. En esta excursión tenemos a los mejores guías", dijo, en alusión al plantel de profesores de la Diplomatura que dirige Pedro Luis Barcia y que incluye a Marcos Aguinis, Isidoro Ruiz Moreno, Juan Archibaldo Lanús, José Ramón Sanchís Muñoz, Antonio Requeni, Alberto Bellucci, Olga Fernández Latour, Pablo De Santis, Cristina Viñuela, Juan José Ganduglia, Oscar Andrés de Masi y Omar López Matto, entre otros.

"Somos enanos en hombros de gigantes", dijo  Roberto Bosca, citando a Bernardo de Chartres, para fundamentar la necesidad de conocer, incluso, heredar, a nuestros predecesores.

"La identidad es lo que nos mantiene fieles a nosotros mismos -siguió diciendo-. Los abuelos transmitimos esa identidad, porque atesoramos un patrimonio y una historia que no se aprende en un libro. La piedad patriótica es una virtud que ya nadie enseña. Una antigualla", Y se preguntó "si no reside allí una de las causas de nuestros problemas", ya que "no se ama lo que no se conoce", y amar a la Patria es lo que lleva a no querer dañarla.

"Con este programa, que abarca toda la Argentina, y se articula en torno a tres ejes –memoria, identidad, proyecto-, procuramos contribuir a la construcción de la casa común", sintetizó. Cada encuentro semanal es "una celebración de la Argentina".

La Diplomatura de Cultura, una experiencia que nació con el Bicentenario, en 2010, está alcanzando un "merecido reconocimiento", como señaló Roberto Bosca, al agradecer la declaración de interés cultural concedida por el gobierno, así como la presencia del propio ministro del área Pablo Avelluto.

El titular de Cultura tuvo las palabras de apertura ante el público que llenaba el auditorio del CUDES en el barrio de Recoleta. Avelluto señaló la necesidad de superar la añoranza de un tiempo mejor, la tendencia a ver la utopía en el pasado. "La visión que tenemos en el gobierno es mirar al presente. Es con los materiales del presente que vamos a construir el país que queremos ser. Y eso es una profunda transformación".

En opinión del ministro Avelluto, nuestro pasado, tan lleno de grandes nombres, es de algún modo "un canto de sirena de que lo mejor de Argentina ya pasó", y ese enamoramiento del pasado es un lastre para la asunción de "la responsabilidad hacia el presente". "No podemos cambiar el pasado pero sí el presente", agregó.

"Empezamos a vivir juntos nuestro tercer milenio. Y la responsabilidad es nuestra. Ya no vamos a poder buscar responsables en el pasado. El cambio cultural ya empezó. Y ello implica nuevos valores, nuevas formas de relacionarnos", sostuvo Avelluto.

Aunque estas afirmaciones del Ministro tuvieron una rara resonancia ya que parecieron contrastar el espíritu de una Diplomatura dedicada al estudio del acervo cultural argentino, su presencia en el acto de apertura fue un signo de reconocimiento. Por otra parte, el ministro se declaró "escéptico respecto del intervencionismo del Estado en la cultura" y señaló que "el error del anterior gobierno fue manipular la cultura". "Prefiero promover que sea la propia sociedad civil la que asuma esta tarea", dijo.

A continuación, la primera clase de la Diplomatura, a cargo de su director, el prestigioso lingüista Pedro Luis Barcia, estuvo dedicada a las formas de contacto entre culturas: un apasionante recorrido por las modalidades que la aculturación adoptó en nuestro país y por los pensadores e intelectuales que fueron "ponteadores", es decir, que tendieron puentes entre culturas, que no fueron simples imitadores sino que trajeron semillas que dieron fruto entre nosotros y que se sintieron, como argentinos, herederos y parte de la cultura universal.

Además del plantel de profesores, en el acto estuvieron presentes Rafael Oteriño, secretario de la Academia Argentina de Letras, Eliana de Arrascaeta, directora de Todo es Historia, Carlos Piñeiro Iñíguez, ensayista y escritor, Felicitas Luna, directora del Museo José Hernández, el diplomático Eduardo Mallea, y los directores de las sedes Belgrano y San Isidro del CUDES, Jorge Colombres Mármol y Alejandra Sauze, entre otros.

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