En noviembre pasado el ARA San Juan se convirtió en la gran sombra de la ciudad balnearia. El submarino de la Armada Argentina desapareció sin dejar rastros con 44 marineros a bordo y todavía a cuatro meses es una gran pregunta en el mar. Pero no es la única.
Apenas unos meses antes de la última comunicación del submarino argentino, el pesquero marplatense Repunte, se hundía en las costas de Rawson, en Chubut, con 12 marinos a bordo. Solo dos tripulantes pudieron ser rescatados con vida y hoy, 9 meses después, sus familiares todavía luchan para que refloten el barco y se conozcan las causas del accidente.
"Hay una desigualdad tremenda, como si la vida de los trabajadores fueran ciudadanos de segunda", comparó Gabriela, hermana del capitán del Repunte, Gustavo Sánchez, este domingo en diálogo con Infobae. "No sólo por la cobertura que dan los medios, sino también con el trato de las familias", manifestó
"A los familiares del ARA ya los recibió dos veces el presidente, ellos pidieron una comisión bicameral y la tuvieron a los 15 días, nosotros hace 9 meses que estamos intentando tener algo de eso", expresó, aclarando que el sin embargo el grupo que conformaron las familias del Repunte, "Ni un Hundimiento Más", participa de todas las marchas y acompaña la lucha del San Juan, pero admitiendo que no pueden evitar sentir en carne propia las diferencias.
"Nuestra lucha es una lucha totalmente desigual porque las denuncias que estamos haciendo tocan intereses importantísimos para los empresarios, para los funcionarios, para los que no hacen bien su trabajo", opinó la socióloga marplatense, que alega irregularidades en las condiciones en las que se le permitió al barco pesquero salir a navegar.
La búsqueda a 9 meses del hundimiento
"Lo primero que estamos pidiendo es el reflotamiento, porque los familiares creemos que esta causa se basa en las pericias. Para nosotros que se puedan hacer en forma correcta es importantísimo, porque el barco va a hablar de todo lo que nosotros venimos denunciando", sostuvo Gabriela, que ayer sábado participó junto al resto de los familiares y vecinos de una marcha que paró frente a la Prefectura en Mar del Plata.
"Hacer las pericias tocaría intereses, porque si se demuestra lo que venimos denunciando, se va a saber que el barco no estaba en condiciones de salir", continuó en esea línea la hermana del capitán del Repunte, agregando un segundo pedido en el que ya hace varios meses insisten: el cambio de carátula.
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"Con la carátula que tiene actualmente que es 'investigación de accidente', no habría responsables, por eso nosotros pedimos que se modifique a 'estrago doloso', que es la que tuvieron las tragedias de Cromañon y de Once", explicó.
El barco no fue inspeccionado tras la incorporación de tangones -brazos laterales- y de un arreglo en el casco que se hizo con el buque en el el agua, cuando debió haberse realizado en el dique seco (fuera del agua). Una refacción que no fue evaluada, ni tuvo un Jefe de Obra que diera cuenta del trabajo. De darse el cambio de carátula, podría quedar también involucrada la Prefectura Naval, por permitir que el pesquero saliera sin la inspección correspondiente.
El hundimiento del Repunte
El "Repunte" llegó al país, ya usado, en el año 1968. Era un barco pesquero de 32,6 metros de eslora perteneciente a la firma Ostramar S.A., y tenía asiento en el puerto de la ciudad de Mar del Plata, donde estuvo parado tres años.
Fue la llamada "Fiebre del oro rojo", el furor por los langostinos, y la locura de los empresarios pesqueros por aprovechar la demanda que actualmente tiene el marisco, lo que habría puesto a la embarcación otra vez en actividad.
Era un barco "merlucero" pero a partir de la "fiebre" fue modificado. Se le habían agregado dos tangones –brazos laterales sacados de otro buque, el "Don Luciano"- para poder incursionar en la pesca del langostino.
Una de las últimas posiciones detectadas del "Repunte" -el sábado 17 de junio pasadas las 5:00 de la madrugada- fue al sureste de la ciudad de Rawson. El capitán de otro barco, el "María Liliana", que navegaba a 16 millas náuticas (32 kilómetros) de ahí, recibió a las 9:36 el aviso de Maydey (señal de socorro) de Gustavo Sánchez. El buque fue el primero en llegar -incluso antes que el helicóptero de Prefectura- tres horas después de recibida la señal.
Los 12 tripulantes del buque eran Gustavo Sánchez (Capitán), José Omar Arias (1° oficial de pesca), Horacio Airala (jefe de máquina), Silvano Coppola (1° oficial de máquina), Néstor Paganini (marinero), Lucas Trillo (marinero), Claudio Islas (marinero), José Ricardo Homis (marinero), Luis Jorge Gaddi (engrasador), Fabián Samite (engrasador), Julio Guaymas (engrasador) e Isaac Cabanchik (engrasador). Sólo Trillo y Guaymas pudieron ser rescatados con vida.
El año pasado se hundieron cuatro barcos y murieron 16 personas en Argentina. La investigadora marplatense Silvia Paleo analizó los naufragios de pesqueros desde 2000 hasta junio de 2017: en 16 años y medio, la industria pesquera sufrió 41 naufragios que dejaron un saldo de 86 tripulantes muertos, incluidos los 7 desaparecidos del "Repunte".
El relevamiento también aportó estadísticas de los archivos del Tribunal Administrativo del Centro Naval, que develaron que la industria pesquera nacional logró ocupar el primer puesto internacional en materia de siniestros desde 1970 al 2000.
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