Cómo son las nuevas especies exóticas en los bosques de Palermo

Una pareja de lechuzas, gavilanes y una pareja de aningas son algunas de las más de 40 especies exóticas que adoptaron los lagos del barrio porteño; lanzan una guía para conocer las 180 especies de aves que los habitan

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A vuelo rasante o camuflados con las tipas, sumergidos en los lagos, nadando o disfrutando del sol se puede observar más de 180 especies de aves en los bosques de Palermo. En este gran pulmón verde los expertos en birdwatching han detectado más de 40 especies exóticas, que hace 20 años no aparecían y hoy conviven con los miles de visitantes que llegan a los parques todos los días.

Hay historias de amor, como la de la aninga (un ave con cuello largo más común en el sur de Entre Ríos) que llegó al lago Regatas hace tres años sola. Un día no la pudieron encontrar, pero al poco tiempo regresó con un compañero y no se fue más. O la de los "Hermanos Macana", dos pichones de ñacurutú (parecidos a una lechuza grande) hijos de una pareja que se pueden oír en el silencio de la noche palermitana.

Estos personajes están presentes en la guía de bolsillo que lanzó el Club de Observadores de Aves de Palermo (COA Carancho) en la que se seleccionaron 70 especies que están presentes en el lugar. Los colores de los picaflores, el Martín pescador, el pájaro carpintero y el hornero también aparecen con las ubicaciones en donde es frecuente observarlos.

"Los Bosques de Palermo son un área privilegiada para la avifauna, por sus lagos, su proximidad con el río y su vegetación diversa. Por eso, la observación de aves es una actividad que gana cada vez más adeptos y visitas de turistas en la ciudad. Es una actividad que permite reconectar con la naturaleza que nos rodea, poder conocerla y comprender su enorme valor", explica a Infobae Diego Carús, actual coordinador del COA.

"Hace tiempo que teníamos ganas de imprimir una guía y pudimos hacerlo realidad. La idea es que cuando los vecinos se acerquen puedan identificar y conocer las aves que los rodean para así también empezar a valorar y cuidar las especies", agrega.

Entre las aves nuevas que pueden observarse en la zona están el carpintero bataraz chico, que atraído por las tipas añejas que hay a lo largo de la Avenida del Libertador y que tienen una corteza fácil de picar en busca de larvas e insectos. Los gavilanes mixtos y los patos picazos, de las lagunas pampeanas, también se instalaron en los lagos de Palermo.

"Con la aninga pasó algo muy curioso. Es muy bello verla pescar con ese cuello que parece una serpiente. Cuando llegó estaba sola y pensamos que una hembra sola no iba a tener reproducción. Un día apareció con su plumaje nupcial y no la volvimos a ver, pero al tiempo regresó con un macho y tuvieron crías. Son aves muy territoriales y las crías abandonaron los lagos, pero la pareja original sigue allí", indicó Carús.

Calacante ala roja, golondrina parda,
Calacante ala roja, golondrina parda, torcaza

Algo parecido sucedió con los ñacurutú, pero hoy se observa uno solo. Y se escucha, por las noches. "Esta ave exótica está siempre cerca de los cursos de agua pero es muy raro verla en la Ciudad. Se camufla con los eucaliptos porque tiene los colores muy parecidos. Llegan a medir hasta 60 centímetros y puede verse a simple vista si se observa con detenimiento", explica con entusiasmo el experto.

La Guía fue diseñada por Martín Alonso y Mariano Ordóñez, ambos integrantes del COA Carancho. Cuenta con fotografías de diversos autores, todos observadores de aves y amantes de la fotografía de naturaleza. La primera edición de la guía fue impresa por la Comuna 14 y podrá conseguirse en la sede comunal y en los puntos turísticos del Parque 3 de febrero hasta agotar su tirada.

Catita chiriri
Catita chiriri

Los Clubes de Observadores de Aves (COA) son grupos independientes, voluntarios y están coordinados a nivel nacional por Aves Argentinas. El COA Carancho está presente en el Parque 3 de Febrero desde el año 2011. Entre las actividades que realiza se encuentran los censos estacionales de aves, los censos neotropicales de aves acuáticas, las plantaciones de flora nativa, salidas de observación y charlas de divulgación. Estas actividades tienen como objetivo la puesta en valor del patrimonio natural de la Ciudad y del Parque, y poder difundirlo cada vez más entre sus habitantes. De este modo se busca generar conciencia sobre la importancia de conservarlo, tanto por su valor en sí mismo como por su contribución a mejorar el equilibrio medioambiental de la ciudad, algo que impacta positivamente en la calidad de vida de todos sus habitantes.

En la ciudad de Buenos Aires se pueden encontrar alrededor de 300 especies de aves, de las cuales más de 100 están presentes todo el año y en abundancia. Según los expertos se ha formado un corredor biológico desde la Reserva Ecológica de la Costanera Sur hasta la Costanera Norte. Y los lagos de Palermo, que son cuatro, son un hábitat especial para poder disfrutar de esta actividad.

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